ENAMORADA DEL VECINO

CAPÍTULO VEINTIUNO

Tan pronto me desperté, vi que tenía un mensaje. Era de un número que no tenía guardado en mis contactos.

+ 34 645 ... ...: Quedamos al lado del gimnasio después de comer, no te olvides.

Era de Blake. Ni siquiera sabía cómo había conseguido mi número, pero era él. Sonreí, estaba tan feliz de que finalmente estaba con él. Tal vez no estábamos juntos literalmente, todavía, pero estábamos muy cerca de estarlo. Estábamos haciendo cosas juntos y actuando como una pareja normal lo haría. Por fin estaba cerca de estar con la persona que de verdad amaba.

No podía esperar a que llegara la tarde, bueno, casi noche. Quería verme, pero aún faltaban muchas horas. Ni siquiera sabía por qué quería verme, pero estaba emocionada y realmente quería verlo, solo los dos. Tampoco tenía sentido porque quería verme tan tarde, pero no me iba a olvidar, no podría olvidar algo así.

Luke no podía saber nada de nosotros, así que tuvimos que actuar como si nada. Sin embargo, en realidad quería estar con él, en público, con otras personas alrededor. Yo siempre estaba con él, aunque siempre estábamos todos juntos, con su familia. Realmente nunca podríamos estar los dos juntos solos porque no podían saberlo, ni sus padres ni Luke.

Salí de mi habitación para ir al comedor del hotel. Desayunamos todos allí juntos. Estaba hablando con sus padres, Luke estaba a mi lado, aunque no estaba hablando, cuando Blake entró y se sentó. Sonreí cuando lo vi llegar. Nadie me vio, pero sé que él me había visto y era lo que contaba. Estaba feliz por todo. Estaba feliz de verlo, era tan guapo. Estaba feliz de que ya no era la chica que iba detrás de él intentando enamorarlo ni nada. Ya no hacía falta, sabía de mi existencia y el sentimiento era mutuo.

Después de desayunar fui a mi habitación un rato. Había quedado con Luke para ir a comer al mediodía en uno de los restaurantes de cerca. Había ido a mirar lo que iba a ponerme. Aunque quedaban unas horas empecé ya a prepararme. Más que nada porque tenía que ducharme, lavarme el pelo, secarlo y me apetecía plancharlo. No sé por qué, pero quería planchármelo. Siempre me había gustado mucho plancharme el pelo, me veo mucho más guapa así y todos siempre me lo decían. Tenía ganas de verme guapa.

Después de hacer todo eso tuve un ratito más que aproveche para maquillarme y cantar con música que me había puesto. Estaba muy motivada y contenta, aunque más que nada era porque luego sabía que iba a ver a Blake.

Cuando termine de prepararme ya casi era hora de ir a comer. Cuando salí de la habitación fui directamente a la habitación de Luke, aunque estaba muy tentada de antes ir a ver a Blake. Justo cuando fui a picar en su puerta, Luke ya la estaba abriendo, fue un poco incómodo, pero fuimos los dos para el ascensor e ir fuera.

"Estás muy guapa." Me soltó mientras esperábamos al ascensor.

"Gracias, tú también."

Fue muy raro, no porque me había dicho que iba guapa, si eso no me molestaba para nada que era mi mejor amigo y me lo decía a menudo. Lo que me resultaba raro y un poco incómodo era que hacía días que no hablábamos, y cuando lo hacíamos estaba muy raro conmigo y que ahora me hablase para decir eso. Pues no era la cosa más esperada.

Los dos íbamos muy guapos, había que admitirlo. No íbamos tampoco superarreglados rollo una boda ni nada, pero íbamos bien vestidos, arreglados y guapos para ir a comer.

Al principio volvió a ser un poco incómodo. Fuimos a un restaurante de sushi, cosa que nos encantaba a los dos, aunque no lo comíamos muy a menudo. A sus padres no les gustaba para nada, y a mi madre tampoco, por eso no teníamos mucho la oportunidad y teníamos que aprovechar esa.

Después de estar un rato allí hablamos y nos reímos. Como cuando todo estaba bien, ya ni se notaba que estaba raro conmigo. Probamos cosas nuevas, hicimos gracias con algunas de las comidas y me ríe mucho cuando él probó una cosa que no le gusto nada. Recuerdo ese momento como si fuese ayer, quería quedarme en ese momento para siempre. Estábamos los dos riendo y de verdad lo estábamos pasando bien sin importar el resto.

Después de comer, volvimos al hotel cada uno a su habitación. Tuve suerte de eso, ya que no me haría falta decirle nada de que había quedado con alguien y no tendría que inventar ninguna excusa para irme.

Como ya casi era la hora que me había dicho Blake, decidí ir a donde él me había dicho. No me cambié ni nada, me volví a peinar un poco y subí el ascensor para ir allí cerca del gimnasio como me había dicho.

Cuando subí al gimnasio no lo vi. Como sabía que iba a tardar en llegar, eso si venía y no me dejaba plantada, decidí quedarme allí y esperarlo un poco. Me puse delante de una de las ventanas donde se veía el jacuzzi y me quedé embobada mirándolo. Me apetecía mucho ir, tampoco había nadie ni en el gimnasio ni el jacuzzi. Habría podido tenerlo todo sola para mí.

Mientras miraba las burbujas del jacuzzi con los brazos cruzados noto que alguien me abraza por detrás. Me asusté un poco porque estaba embobada, pero sabía que era él.

Sonríe.

"Veo que no te has olvidado." Me dijo mientras seguía abrazándome.

"No podía olvidarme." Me giré para mirarlo en los ojos. "Más que nada porque no tenía nada más que hacer, no te creas especial."

"Ya, eso dices."

Estaba muy tentada en besarlo, pero como él no lo hizo yo no quería dar el primer paso. Tenía muchas ganas, pero no iba a hacerlo en ese momento.

Me volví a girar mirando el jacuzzi.

"¿Qué estás mirando?" Me pregunto un poco celoso al ver que prefería mirar las burbujas que a él.

"El jacuzzi. Ojalá bañarme ahora mismo ahí relajada."

"¿Y por qué no te bañas?" Preguntó mientras abría una puerta que había al lado que daba justo al jacuzzi.

Se sentó en el borde del jacuzzi y metió las piernas. "Está calentito." Me dijo.

Me acerqué un poco, aunque no quería bañarme, no estaba segura.

"Te puedes acercar, no te voy a hacer nada." Dijo al ver que no hacía lo mismo que él.

"Es que me quiero bañar, pero me da pereza ir a buscar el bañador." Dije mientras me sentaba en el otro lado del jacuzzi, justo al lado de él. En realidad no me daba pereza, pero no tenía ganas de que me viera en bikini.

Blake se quitó la camiseta y se puso completamente en el jacuzzi. Empezó a venir hacia mí.

"No tienes por qué ir a buscar nada." Me dijo mientras me daba la mano para que lo acompañase dentro.

No me quería bañar, pero le cogí de la mano y me metí dentro. Me iba acercando poco a poco a él mientras me cogía de la cintura.

"¿Pero estáis locos, qué cojones estáis haciendo?" Grito Luke al llegar y vernos a los dos con ropa dentro del jacuzzi.

"Mierda." Dije flojito para que no me escuchase.

"Por si no os habéis enterado son las cinco y media y habíamos quedado con nuestros padres a las cinco para ir a dar una vuelta y encontrar algo donde ir a cenar." Dijo Luke enfadado.