CAPÍTULO SEIS

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Me pasé unos cuantos días tirada en la cama, con un poco de dolor y con muchas visitas de amigos de mi madre, muchas cartas y flores. Mi habitación estaba llena de ramos de flores, cajas de chocolate y tarjetas "que te mejores pronto". Las flores no duraron mucho en mi habitación y terminaron todas en la cocina, mi alergia estaba empeorando y no podía tener todo ese polen en mi habitación. No me puedo olvidar de todas las pastillas, cremas y medicamentos que estaban en mi mesilla.

Unos días después de la caída volví al colegio. No estaba muy emocionada de volver, pero estaba harta de estar sola, aunque tuviera mucha compañía, me sentía muy sola.

Estaba preparada para ir al colegio. Estaba vestida, tenía mi bolsa preparada, había entrenado las muletas y estaba preparada para volver. Almorcé porque mi madre me hizo el almuerzo y me hizo comerlo. Desde el accidente, estaba demasiado encima de mí. Era normal porque era mi madre y necesitaba ayuda, pero no necesitaba tanta. No estaba paralizada, en silla de ruedas, ni era un bebe. Pero eso es como son las madres.

Cuando salimos de casa para ir al coche fue gracioso. Yo intentaba andar con las muletas intentando coger la bolsa y sin poder girar el cuello. No porque me dolía, sino porque llevaba el collarín todavía y físicamente no podía girar la cabeza. Mi madre tenía su bolso, y su café, e intentaba cerrar la puerta de casa. Cogió mi bolsa y de alguna forma se me cayó una muleta. No me caí porque tenía el coche adelante, sino, me hubiese caído. No era culpa de mi madre, era porque no había visto que cogía mi bolsa y nos enredamos en varias cosas.

No paraba de mirar hacia la casa de los Ashford. No porque quería ver a Blake, solo quería asegurarme de que nadie me estaba mirando haciendo el idiota. Aunque había practicado un poco el ir en muletas, no me resultó para nada fácil. Estoy bastante segura de que nunca me había caído tantas veces seguidas.

Tuvimos varios problemas para entrar en el coche, no parábamos de hacer las cosas caer. Nos reímos un rato hasta que las cosas ya no eran tan graciosas. El coche no arrancaba.

El coche de mi madre siempre tenía algún problema, pero nunca nos había pasado tan pronto antes de ir a la escuela.

"¿Qué hacemos ahora?" Le pregunté.

"No estoy segura, pero no te preocupes, voy a averiguar algo. Tienes que ir a la escuela. No puedes andar, pero algo solucionaremos." Notaba por su voz que se estaba estresando. Ella iba a buscar alguna solución, pero no tenía ni idea de cómo.

Era como si Dios hubiera bajado a la tierra a ayudarnos. Oímos una puerta cerrar. Nos giramos las dos, me hice daño en el cuello. Eran los hermanos Ashford. Estaban saliendo de casa para también ir a la escuela.

No por favor, no paraba de pensar. No quería que Blake me llevara a la escuela así. Bueno, obviamente siempre había querido que él me llevase a la escuela en su coche, pero no cuando no podía casi ni andar. Pero conocía a mi madre, entonces sabía lo que iba a hacer.

Antes de que pudiera salir del coche para ir a hablarles, Luke se asomó a la ventana.

"¿Estáis bien?"

"Bueno, pues no mucho, no me arranca el coche. No podéis llegar tarde a la escuela, pero ella no puede andar." Mi madre se estaba estresando de verdad esa vez.

"No te preocupes. Blake nos puede llevar. Me tiene que llevar a mí allí igualmente." Luke ofreció.

Mi madre se disculpó y les agradeció a los dos. Blake ni siquiera hizo contacto visual conmigo. Bueno, llevaba sus gafas de sol como siempre entonces, no sabría si me habría mirado. Pero sabía que no me había mirado. Tampoco se movió, Luke me ayudó a salir de mi coche mientras mi madre puso mi bolsa en el maletero.

Era un viaje de coche bastante incómodo. Luke no habló mucho, pero Blake no dijo ni una sola palabra.

Tal cual llegamos a la escuela tuve un sentimiento raro, como si algo no estaba estuviera. Algo faltaba.

Estaba muy confusa. No lo había pensado hasta que salimos los tres del coche al colegio. ¿Y Mia? Mia iba con ellos todos los días en el coche. Incluso cuando ella se encontraba mal, Blake no iba a la escuela. Luke nunca había llegado a la escuela sin Mia en el asiento delantero.

No tenía sentido. Como siempre, no me puedo callar la boca y tenía que preguntar. Tal cual salimos del coche hice una cara de confusa a Luke. No entendió nada. No quería hacer nada obvio ni quería que Blake me escuchase hablar del tema.

"¿Qué?" Me pregunto qué tan pronto Blake se había ido.

"¿Cómo que qué? ¿No ves nada raro?"

"¿Como que raro? Aparte de tu andar ahora nada más." Él estaba muy perdido. De verdad no tenía ni idea de lo que hablaba.

"¿No viene Mia con vosotros todas las mañana? ¿Por qué no está aquí hoy?"

"Ah, eso." Lo dijo como si hubiera explicado la misma historia mil veces.

"Como que "eso". ¿Por qué no está?" Me empecé a poner muy entusiasmada.

"Se ve que se han separado. Es una larga historia."

¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Por qué no me había dicho nada? Él sabía que lo quería saber, entonces ¿por qué se esperó a que yo le dijera algo?

"¿Y te has esperado hasta ahora para decirme?" Soné molesta, muy molesta. Pero era normal.

Sonó la campana de la escuela, pero no hizo que me callara. Me dijo todo, bueno, todo lo que él sabía.

Por lo que él me dijo, habían tenido una discusión la noche anterior por teléfono. Terminó con ella apareciendo a su casa sobre las doce de la noche y estaban los dos gritando. No sabía por qué ni nada.

No la vimos en la escuela en todo el día. Bueno, a él tampoco lo vimos. Salió del coche con nosotros por la mañana, pero se marchó cuando entramos a clase.

Era oficial. Ya se habían separado. Por fin ya no estaban juntos. Estaba tan contenta por dentro, pero no quería mostrarlo demasiado. Además, en ese momento yo era la chica que se había caído por las escaleras y se había roto la pierna y el cuello. No era como si nadie supiera ni había escuchado algo sobre mí.

Pero igualmente, era mi momento. Tenía una oportunidad. Tenía una oportunidad para por fin hablar con él y terminar con él. No iba a perder tiempo. Solo tenía dos problemas, dos grandes problemas. Primero, que él me conocía como la chica que lo espiaba mientras se vestía, y segundo, parecía que me hubiera atropellado un camión.

Cuando salí de la escuela no tenía ni idea de lo que hacía. Sabía que estaba haciendo el ridículo intentando bajar las escaleras con las muletas. Odiaba tanto esas escaleras. Eran la razón de por qué estaba así.

Tuve un mensaje de mi madre. 

Mami <3: Todavía no sé nada del taller, pregúntale a Blake que te lleve a casa. Te quiero.

Claro, gracias mamá. Pensé.

Obviamente, Luke estaba bien con eso. No había ningún problema, él se iba a casa igualmente, no cambiaba nada llevar a alguien a la casa de al lado. Pero me sentí mal y él no quería que me sintiese mal. Yo era la que necesitaba que me cuidaran y él estaba allí para hacerlo como pudiera.

Cuando llegué al coche le saludé y me disculpé por estar en su coche, otra vez. Era como si no estuviera allí.

No iba a ser fácil hablar con él.

ENAMORADA DEL VECINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora