CAPÍTULO VEINTIDÓS

546 14 1
                                    

Los dos salimos rápidamente del jacuzzi. Cuando salimos, Luke ya había desaparecido. Los dos fuimos cada uno a su habitación a cambiarnos. Nos teníamos que espabilar porque teníamos que cambiarnos y bajar ya.

Los dos salimos al mismo tiempo y rápidamente fuimos al ascensor. Ni nos dirigimos la palabra en el ascensor, aunque yo quería que me dijera algo o que aprovechara ese minuto los dos solos en el ascensor.

Cuando se abrió el ascensor estaban los tres esperando. Luke estaba superenojado, con los brazos cruzados que ni nos miró, y sus padres estaban muy preocupados, pero no sabían nada.

"Lo siento de verdad, me estaba preparando y no me había fijado en la hora. Y Blake estaba durmiendo."

Tenía suerte de que no sabían nada, Luke no les había dicho nada. No sabía cómo agradecerle. Sus padres tampoco sospecharon nada, solo se alegraron de que no había pasado nada malo.

[...]

Después de cenar era bastante tarde y sus padres nos dijeron que nos fuéramos a dormir. Y eso hicimos todos, cada uno nos fuimos a nuestra habitación.

Estaba con el pijama en mi cama hablando con Blake por mensajes. No hablábamos de nada en particular, pero solo hablábamos para no aburrirnos. Hubo un momento en que la conversación se puso un poco caliente, pero cambie un poco el tema, no quería ilusionarme.

Blake: ¿Y si nos escapamos y vamos a dar una vuelta un rato?

No estaba para nada segura, ya la habíamos liado esa tarde como para liarla por la noche también. Además, era con Luke con quien hacía locuras de esas y no quería reemplazarlo por él.

Era la una de la mañana y todavía hablábamos del tema. Al final me convenció. Sabiendo como estaba con Luke no iba a hacer nada de las locuras que tenía planeadas.

Me puse una sudadera amplia que encontré y me cambié el pantalón de pijama por unas mallas negras, para no salir en pijama.

Tuve miedo de pasar por al lado de la habitación de Luke, pero sabía que estaba durmiendo y pasamos sin hacer ruido.

Cuando salimos a la calle todo estaba oscuro y no había nadie por las calles. Había unos bares y restaurantes todavía abiertos y de allí se escuchaba a la gente reír y pasarlo bien. Blake empezó a andar y yo lo seguí.

"¿Sabes donde vas?" Le pregunté para asegurarme de qué sabía dónde iba y no estaba andando solo por andar.

"Confía en mí." Yo confiaba en él, pero lo conocía y me daba miedo. Había miles de sitios donde me podía haber llevado.

Después de andar unas tres calles después del hotel nos encontramos con una gran sala de juegos. Lo miré y sonrié, no me esperaba para nada ir a un sitio así, pero sabía que nos lo íbamos a pasar superbién.

"Ves cómo tendrías que confiar un poco más conmigo." Dijo todo orgulloso.

Entré yo primero y vi todas las máquinas y mesas de juego que había. Había un montón. Había máquinas de garras y muchos juegos en los que podías ganar peluches de animales. También había un juego de dardos y una canasta de baloncesto. Había tantas cosas por hacer que ni sabíamos por dónde empezar.

Nos quedamos allí durante horas y terminamos jugando a casi todas las máquinas que había allí. Me ganó un gran oso de peluche rosa que quería que me ganara y muchas otras cosas. Entre esas cosas un llavero y una cadena.

Cuando nos dieron la cadena nos dijeron que en una de las máquinas cerca de aquella había un sitio para personalizarla y no hacía falta pagar. Era una cadena con una chapa, de esas que pones a los perros para ponerle los nombres.

"No mires, es una sorpresa." Me dijo mientras me tapaba los ojos y escribía algo en la máquina para grabarlo en la chapa.

Cuando se acabó de imprimir me la puso en el cuello, sin poder yo ni ver lo que ponía. Me volvió a poner el pelo bien y me dejó verla. En el collar había una pequeña inicial, una B. Sonrié mientras me acariciaba el pelo. Hubiera sido un momento perfecto para besarnos, pero no paraba de hacerse el duro.

Ya se estaba haciendo mucho más tarde de lo que ya era y teníamos que irnos. Mientras salíamos le enseñé una pulsera que había en uno de los mostradores. Tenía una flor en el medio, preciosa.

"Ves saliendo que ahora vengo." Me dijo mientras me empujo hacia un lado y seguía mirando la pulsera.

"¿Pero por qué?" Le decía muy confusa, sin entender nada.

"Hazme caso."

Le hice caso. Empecé a andar hacia la salida cuando escuche una alarma de la tienda. Me cogió de la mano y nos pusimos a correr. Corrimos desde la entrada de la tienda hasta dos calles, nadie nos seguía.

Había robado la pulsera, me había robado la pulsera.

Estábamos en la entrada del hotel cuando me paró para que no entrase.

"Esto es para ti, señorita." Dijo mientras me daba la pulsera.

"No hacía falta, de verdad."

Me sabía mal, aunque lo había hecho con buena fe.

"Gracias." Le dije mientras me la ponía y sonrié.

"De nada." Me dijo mientras me cogía de la mejilla y me besó.

No quería que ese momento se acabara. Fue él el que me besó.

"Buenas noches." Me dijo mientras me iba y se encendía un cigarro.

Me fui contentísima en mi habitación. No solo me lo había pasado superbién con él, también me había vuelto a besar.

Cuando fui a la cama no podía dormir, pero tampoco quería hacerlo. Tenía miles de mariposas en el estómago. Estaba feliz como no lo había estado en mucho tiempo y no podía dejar de sonreír. Finalmente, estaba feliz con él.

El único problema que tenía era con Luke, él no sabía nada de nosotros dos y no quería que lo supiera. Aunque era mi mejor amigo, sin tener en cuenta los enfados, no le iba a contar una cosa que sabía que le molestaba. No hacía falta volver a hacerle daño. Él no quería saberlo, pues no le iba a decir nada. Yo ya estaba feliz con Blake, aunque fuera a escondidas.

ENAMORADA DEL VECINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora