Capítulo 23

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Lisa quería respuestas.
                   
Nunca las había exigido a Jennie. Pero eso no le impidió quedarse despierta por la noche y preguntarse qué estaba pasando exactamente en la mente de Jennie. ¿Qué había ocurrido en el interior de ese edificio? ¿Qué había visto Jennie?

Era solo un día después, pero el tiempo pasaba tan lentamente que Lisa sintió como si hubiera sido una eternidad. Habían pasado el día en casa. Lisa había convencido a Jennie de ir a dar un paseo por la tarde, y ahora la chica de ojos mieles estaba limpiando la cena, mientras que Jennie se preparaba para ir a dormir.

Lisa suspiró suavemente, mirando por la ventana sobre su fregadero y viendo el sol desaparecer justo detrás de los árboles. Jennie todavía no había dicho una palabra ese día. Afortunadamente, las dos tenían un vínculo que superaba apenas sus palabras, pero Lisa estaba cansada de que la conversación solo fuera de un lado.

Ella solo quería que las cosas funcionaran para ellas por una vez, decidió mientras enjuagaba los platos. Era como si cada vez que las dos chicas acaban de empezar a sentar cabeza, algo venía y giraba todo su mundo.
                   
Justo cuando Lisa secaba los últimos platos, Wolf llegó brincando al vestíbulo. Se asomó desde la cocina y momentos después el timbre resonó por toda la casa.

Levantando una ceja, la chica de ojos mieles se secó rápidamente las manos y corrió hacia la puerta. Se le cayó el corazón en el pecho cuando vio a dos policías uniformados parados en el porche delantero.

Sin saber que hacer, Lisa abrió lentamente la puerta y nerviosamente se pasó una mano por el cabello.

—¿Jennie Kim?

—Uh...—Lisa negó con la cabeza—No soy yo... Es mi esposa—miró hacia el pasillo, justo cuando apareció Jennie, tirando de una de las camisetas viejas de Lisa por la cabeza.

La chica más pequeña se congeló cuando vio a los dos hombres en la puerta. Respirando hondo, Lisa se volvió hacia ella y le tendió la mano. Los ojos de Jennie se agrandaron y sacudió la cabeza, negándose a mirar a los ojos a alguien.

—Es ella—dijo Lisa en voz baja, mordiéndose el labio y volviéndose hacia los hombres.

—Estamos investigando el tiroteo, ¿está bien si nos responde algunas preguntas acerca de lo que vio?—preguntó uno de los hombres, mirando a la chica más pequeña por encima del hombro de Lisa.

—Yo, eh...—Lisa volvió a mirar a Jennie, quien había dado un tímido paso hacia atrás—Si... bueno, ella ha estado muy afectada por eso. No sé si responderá, pero...

—Haremos preguntas de sí o no, entonces—dijo el hombre, mirando el pequeño bloc de notas en sus manos—Solo necesitamos tantas perspectivas sobre la situación como sea posible—se encogió de hombros.

Lisa asintió suavemente, permitiendo que los dos hombres entraran en la casa. Wolf inmediatamente corrió hacia ellos, olfateando sus pies y luego moviéndose protectoramente al lado de Jennie. La chica más pequeña permaneció en silencio, con los ojos fijos en sus manos.

—Nini—susurró Lisa, colocando una mano en el hombro de la chica más pequeña—Solo quieren hacerte algunas preguntas acerca de... lo que pasó. ¿Está bien? Ni siquiera tienes que hablar. Puedes asentir  con la cabeza, sí o no.

Jennie se mordió el labio, mirando nerviosamente a Lisa. Cuando vio que la chica de ojos mieles no parecía estar demasiado ansiosa, la chica más pequeña asintió vacilante.

Cinco minutos después, la chica más pequeña estaba sentada en el sofá de su sala de estar. Wolf inmediatamente saltó sobre el brazo del sofá a su lado.

Green (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora