Capítulo 8

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[Felicidades, lo has logrado hasta ahora. Esta es tu advertencia de smut, si no quieres leerlo todo lo que tienes que hacer es saltear este capítulo y seguir tu camino felíz. Aquí tienen chicas]
                  
Habían llegado a este punto antes, Lisa era muy consciente. Habían estado juntas por más de tres años, pero todavía tenían que hacer lo que algunos consideran como una de las partes más importantes de una relación.
                   
Claro, se habían acercado. Muchas veces, en realidad. Las cosas subían de temperatura, pero luego alguna de ellas siempre lo detenía antes de que pudieran ir más lejos. Nueve de cada diez veces, era Lisa.

No es que ella no quisiera. Por supuesto que lo hacía. Estaba locamente enamorada de Jennie y ella sabía que nada podría cambiar eso. Pero ella también estaba asustada.

No asustada por su propio bien, sino por Jennie. Ella había crecido enormemente en los últimos años en cuanto a su recuperación. Sus problemas con el habla eran apenas perceptibles y ella era increíblemente más consciente de lo que había sido al principio. Pero Lisa siempre se encontraba recordando a la chica asustada que había aparecido en el apartamento, empeñada en conseguir una cama y encontrar a sus amigos. Y Lisa siempre se preguntaba si estaba lista.
                   
Pero había algo diferente esta noche. Lisa no podía explicarlo si lo intentaba. Simplemente lo era. Como si de un entendimiento mutuo se hubiera apoderado de ambas.
             
—¿Estás bien?—preguntó Lisa, recuperando el aliento, una vez que se alejaron del beso.

Jennie asintió, su pelo que cayendo delante de su cara, con los ojos muy abiertos. Se sentía algo diferente. No era la clase de diferente malo. Era un nuevo diferente, un emocionante diferente. Como su pecho subía y bajaba, dejó que su mirada fuera hacia la chica a su lado.

—¿Qué?—Lisa rió nerviosamente cuando sintió los ojos de Jennie en ella. La pequeña chica se mordió el labio y dejó que su cabello tapara un poco su cara.

—Etéreo—Jennie exhaló—Eso es lo que eres—ella asintió con la cabeza suavemente, sentándose con la ayuda de una de sus manos en el colchón.

—J-Jennie... yo...—Lisa se atragantó con sus propias palabras cuando la chica más pequeña extendió la mano y entrelazó sus dedos juntos—Tú eres... tú...?

—Estoy segura—Jennie se rió suavemente, quitando su cabello de su cara para que pudiera ver mejor a Lisa en la habitación con poca luz—Lo sé. Estoy lista—la pequeña chica asintió.

Por ahora, el corazón de Lisa le latía con tanta fuerza que ella juró Jennie podía oírlo si ella no estuviera respirando tan pesadamente. Estudió el rostro de su novia para tratar de encontrar alguna señal de vacilación. En realidad, Lisa fue la más vacilante. Ella nunca había hecho nada como esto antes. Ella no quería estropear nada.

—¿Estás segura de que estas s-?

Antes de Lisa pudiera terminar la frase, Jennie había cerrado la brecha entre ellas, tomando las mejillas de Lisa y tirándola en un beso. Esta vez era más profundo, más necesitado.
                   
Lisa sintió su aliento desaparecer prácticamente al minuto que los labios de Jennie se encontraron con los suyos. De repente, Jennie estaba arrastrándose por encima de ella, moviendo sus manos lejos de la cara de Lisa para que pudiera mantenerse en equilibrio.

—Yo quiero esto—Jennie respiró en el minuto que se apartó del beso. Vio la mirada de sorpresa en el rostro de Lisa y se puso nerviosa—¿Es... Está bien?—susurró, mirando a los ojos de Lisa con preocupación.

—Yo... Yo... sí—Lisa asintió, todavía recuperándose de la conmoción—¿Está bien contigo?—preguntó. La chica de ojos mieles se estiró para poder quitar el cabello de Jennie de su cara y colocarlo atrás de su hombro.

Green (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora