Green (Jenlisa)

Capítulo 28

—¿Estás segura de que estás bien?

Habían pasado dos días desde la fiebre esporádica de Lisa. Por suerte no había sido nada importante, pero Jennie aún la había obligado a tomarlo con calma. Sin embargo, nada impediría que Lisa fuera a la fiesta de Halloween de Rosé y Jisoo.

—Estoy segura, mi amor—Lisa negó con la cabeza y se rió suavemente ante la actitud protectora de su esposa—Ya te lo dije, si empiezo a sentirme mal, me aseguraré de que seas la primera persona que lo sepa. 

—Bien—Jennie asintió secamente—Ahora sal de la habitación para que pueda cambiarme. 

Riendo, Lisa agarró su bolsa de cosas antes de desaparecer en el baño al otro lado del pasillo. Por alguna razón, Jennie había insistido en conseguir su disfraz con Jisoo en lugar de con Lisa. Quería que fuera una sorpresa.   

Lisa había optado por algo simple, vistiendo un vestido negro, una capa roja y dientes de vampiro. Le había tomado un tiempo convencer a Jennie de que solo estaba fingiendo ser algo malo y en realidad no alentaba a los vampiros.     
                  
No le tomó mucho tiempo cambiarse y ponerse su disfraz. Se pasó una plancha por el cabello varias veces y se aplicó un poco más de maquillaje alrededor de los ojos. Cuando terminó, se miró en el espejo y le dio a su reflejo un pequeño asentimiento de aprobación.   

—¡Todo listo!—gritó Lisa, apoyándose contra el marco de la puerta del baño y pasándose los dedos por el cabello. Escuchó un crujido al otro lado de la puerta y esperó mientras Jennie se apresuraba a darle los toques finales a su disfraz.    

—¿Listo?—Jennie se rió desde el dormitorio. Lisa no pudo evitar reír suavemente, al escuchar la emoción en la voz de su esposa.    

—Vamos, sal—Lisa vio que la puerta se abría lentamente y Jennie se asomaba.    

—Haz una cuenta regresiva—susurró la chica más pequeña. Lisa levantó las cejas y cedió, indicándole a Jennie que cerrara la puerta una vez más.   

—Presentando a la maravillosa, la hermosa, la mágica, la etérea, la chica más adorable del mundo, la l-  

—¡Más rápido!—Jennie cortó el discurso dramático de Lisa, estallando en carcajadas detrás de la puerta.    

—Bien—Lisa puso los ojos en blanco y fingió decepción, haciendo que Jennie se riera aún más fuerte—¡En tres... dos... uno!   

Jennie empujó la puerta para abrirla y caminó hacia el pasillo, con una tímida sonrisa en su rostro. Lo primero que Lisa notó fueron las brillantes alas azules en su espalda. Jennie usó un sencillo vestido blanco debajo de ellos. Y como siempre, sus converse blancas. Giró en círculos una vez y miró a Lisa con esperanza.    

—Eres una hermosa mariposa—Lisa se rió suavemente, dándole a Jennie una suave sonrisa. Se confundió cuando la chica más pequeña se detuvo y la miró confundida.    

—Soy un hada—la corrigió Jennie, con una tímida sonrisa en su rostro—¿Es tan difícil de notarlo?—preguntó ella, cada vez más preocupada.    
                  
Lisa rápidamente negó con la cabeza, agarrando la mano de Jennie y guiándola suavemente hacia el baño. La chica más pequeña la miró confundida.    

—Eres un hada hermosa—la tranquilizó Lisa, apretando su mano—Pero conozco el truco para armar tu atuendo—suavemente, levantó a su esposa por las caderas y la colocó sobre el mostrador. Jennie se rió.   

—No me preguntes por qué tengo esto—se rió la chica de cabello rubio mientras sacaba su bolsa de maquillaje—Pero me alegro de haberlo hecho, porque es útil en noches como esta.