Lisa se despertó a la mañana siguiente con la alarma de su teléfono a todo volumen. Jennie, sin embargo, estaba profundamente dormida. La chica de ojos mieles gimió, rodando e intentando silenciar ciegamente su teléfono, lo que solo resultó que se cayera de la cómoda.
Murmurando maldiciones entre dientes, Lisa se quitó las sábanas de las piernas aturdida y se inclinó fuera de la cama para recuperar su teléfono, silenciando con éxito la alarma antes de rodar de nuevo bajo las sábanas.
Se dio la vuelta, apoyándose en un codo y admirando el rostro dormido de su esposa. Enredada bajo las sábanas blancas con la suave luz del sol acariciando su piel, Jennie parecía un ángel. La paz en su forma mas pura.
Lisa no pudo evitar estirar la mano y colocar un mechón de cabello suelto detrás de la oreja de su esposa. El pecho de Jennie subía y bajaba lentamente, y Lisa se encontró inconscientemente imitando su respiración.
La chica de ojos mieles pasó su pulgar por la mejilla de Jennie, presionando un beso en su frente antes de retirar su mano. Ella estaría perfectamente contenta con acostarse así para siempre, pero tenían cosas que hacer hoy.
Era viernes.
Cuando Lisa se apartó, vio un atisbo de sonrisa bailar en los labios de Jennie. No pudo evitar reírse, extendiendo la mano y pasando los dedos por el brazo de su esposa.
—Cariño, es hora de levantarse—susurró, sin dejar de pasar las yemas de los dedos por la piel de la chica y formándole piel de gallina. Jennie se rió suavemente, sus ojos se abrieron para encontrar los de Lisa y darle una sonrisa somnolienta.
—Es temprano—bostezó Jennie, frotándose los ojos y mirando alrededor de la habitación.
—¿Sabes qué día es hoy?—preguntó Lisa. Ella inclinó la cabeza hacia un lado, esperando que la chica más pequeña se diera cuenta. Jennie la miró confundida.
—Viernes—la chica asintió—Es v- ¡Oh!—se incorporó rápidamente, causando que Lisa se echara a reír. Jennie no pudo evitar reírse a su lado.
—Es viernes—asintió Jennie, su voz suavizándose ligeramente—Vamos por Presley hoy.
—Pero primero, conducimos—asintió Lisa, lo que provocó que Jennie gruñera y se echara boca abajo en la cama. Murmuró algo contra su almohada, que Lisa sabía que se refería al viaje de tres horas que tenían por delante. La trabajadora social se había olvidado de mencionar el hecho de que la casa hogar en el que se alojaba Presley estaba en otro estado.
—Será mejor que estés lista en una hora, boba—se rió Lisa, inclinándose para robarle un beso rápido antes de agarrar su cambio de ropa y desaparecer por el pasillo hacia el baño.
Unos minutos después de que Lisa se quitó la ropa y se metió bajo el chorro de agua caliente, sintió un par de brazos envolver suavemente su cintura y unirse a ella en la ducha. Se dio la vuelta, capturando a Jennie en medio de un bostezo, lo que las hizo reír a ambas.
—Menos mal que soy yo la que conduce—bromeó Lisa, inclinándose hacia adelante y presionando un suave beso en el puente de la nariz de su esposa.
—
Muy pronto, la pareja estaba saliendo de su camino de entrada justo cuando el sol se abría paso por encima de los árboles. Jennie se sentó con las piernas cruzadas en el asiento del pasajero, una manta en su regazo y un plátano en la mano.
—¿Estás nerviosa?—preguntó la chica más pequeña, mirando a Lisa que tenía una mano en el volante y la otra agarrando una taza de café.
Lisa se encogió de hombros, tomó un sorbo de café y le ofreció un poco a Jennie, quien hizo una mueca y negó con la cabeza. Lisa no entendía cómo su esposa podía estar despierta tan temprano sin café. Era una necesidad de ella.
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Green (Jenlisa)
FanficTercer libro de la trilogía 'YELLOW' A estas alturas, Jennie y Lisa saben que deben esperar lo inesperado. Pero nunca puedes estar preparado, especialmente cuando sus vidas dan un giro en una dirección completamente diferente. La pareja se enfrenta...