—¡Me estoy dando prisa!—Jennie se rió suavemente, buscando entre su ropa hasta que encontró su beanie azul. Ella sonrió a sí misma en el espejo antes de tirar el material blando encima de su cabeza—¡Estoy lista!—gritó, escuchando a Lisa juntando sus cosas en la otra habitación.
Jennie soltó una risita cuando corrió a la cocina y encontró a su novia frustrantemente revisando las pilas de papeles en su mostrador.
—Las jodidas llaves—Lisa murmuró, sacudiendo la cabeza y mirando hacia arriba. Jennie no pudo evitar reír, señalando la pared junto a la puerta.
—Las colgaste allí ayer por la noche—Jennie le recordó. Lisa se llevó la palma a la frente, corriendo hacia la puerta y agarrando las llaves de la pequeña percha que había instalado cerca de la puerta. Jennie se rió, poniéndose rápidamente los zapatos mientras bajaba las escaleras delanteras detrás de Lisa.
—¿Por qué estás tan preocupada?—Jennie le preguntó una vez que estuvieron en el camino. Se dio cuenta de cómo Lisa estaba agarrando el volante tanto que sus nudillos se estaban convirtiendo blancos. Extendiendo su mano, la chica pequeña puso su mano sobre la de Lisa—Cálmate. Ya te dieron el trabajo.
Lisa suspiró, sabiendo que Jennie tenía razón.
—Lo sé—Lisa asintió, aflojando su agarre bajo el toque de su novia—Solo quiero asegurarme de que mantendré el trabajo. Realmente me gusta este puesto.
—Lo harás—tarareó Jennie, retrayendo su mano y descansando su cabeza en el asiento—Ellos ya te aman. Es por eso que te dieron el trabajo. Duh—ella se rió, arrugando la nariz.
—Pensé que me había librado de Jisoo una vez que nos mudamos—bromeó Lisa, acercándose y tomando la mano de Jennie—Además, tengo mi amuleto de la buena suerte—le guiñó un ojo, haciendo reír a Jennie.
—Como el cereal—Jennie asintió felizmente.
—Eso es "Lucky Charms", boba—Lisa se rió, empujando el costado de su novia juguetonamente—Buen intento, sin embargo.
—Cállate—Jennie murmuró, fingiendo decepción. Lisa simplemente le sacó la lengua a su novia una vez que se detuvieron en el pequeño estacionamiento frente a sus oficinas.
—Solo serán como diez minutos, y luego podemos irnos—Lisa prometió una vez que entraron, señalando con la cabeza hacia la pequeña sala de espera al final del pasillo. Jennie asintió, inclinándose hacia delante para un rápido beso antes de que la pareja tomara caminos opuestos.
Jennie se sentó en uno de los sillones, cruzando sus piernas debajo de él y ocupándose sin rumbo a hojear una revista. Jennie se estaba quedando lentamente dormida, casi lo hace hasta que oyó un gemido frustrado a través del cuarto.
La morena levantó la cabeza, viendo como la niña pequeña a través del cuarto hizo una bola con un trozo de papel y lo tiró a la papelera. Luego, la niña arrancó otro papel de su cuaderno y lo colocó frente a ella, golpeando su lápiz con impaciencia contra la mesa.
—¿Qué estás haciendo?—preguntó Jennie, inclinando la cabeza hacia un lado ligeramente. La niña saltó cuando escuchó a Jennie dirigirse a ella, volviéndose rápidamente y mirando inquisitivamente a la otra chica.
—Tengo que escribir un estúpido ensayo—la niña resopló, poniendo los ojos en blanco—Y no se me ocurre nada sobre lo que escribir—murmuró, curvando los dedos alrededor de su lápiz y volviendo a su papel.
Momentos después, Jennie estaba acercando su silla al lado de la niña, mirando tímidamente su papel.
—Puedo ayudarte—ofreció Jennie en voz baja, ganándose una mirada inquisitiva de la niña. Estudió el rostro de Jennie, decidiendo que se podía confiar en la otra chica.
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Green (Jenlisa)
Hayran KurguTercer libro de la trilogía 'YELLOW' A estas alturas, Jennie y Lisa saben que deben esperar lo inesperado. Pero nunca puedes estar preparado, especialmente cuando sus vidas dan un giro en una dirección completamente diferente. La pareja se enfrenta...