XII

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Al día siguiente la morena se despertó con mucha calor y un pequeño dolor abdominal, Cheryl había dicho que tal vez su fiebre fue debido al cambio de clima tan drástico que hicieron y así lo era, Toni tenía fiebre por ese motivo.

– Ten, es hora de tus pastillas – la mayor entró al cuarto en donde descansaba la menor en su cama, Cheryl había decidido dejarla en su cuarto y así podría dormir con ella y estar al pendiente de su salud. – lo bueno es que tu fiebre está bajando un poco, bebé – sin poder evitarlo, Toni giró los ojos y una mueca se formó en su rostro.

Toni amaba los halagos y apodos que le decía su madre pero sólo se los decía cuando algo malo le pasaba a la menor o simplemente quería arreglar algo entre ellas y eso de alguna forma molestaba a la morena.

– ¿Ocurre algo? – Cheryl preguntó con la mandíbula tensa. La mayor odiaba cuando Toni hacia muecas o simplemente giraba sus ojos, era una forma molesta de decirle a su madre que no está de acuerdo en algo.

– Es sólo el dolor de cabeza... – la menor sacudió su cabeza sin importancia y tomó las pastillas junto con un vaso de agua, la mayor entrecerró sus ojos no tan convencida por esa respuesta.

La mayor se sentó al lado de Toni y llevó su mano derecha a su muslo descubierto. – Pronto desaparecerá el dolor, Honey – Cheryl acarició la piel morena y se acercó a los labios de la menor para robarle un pequeño beso, acto que hizo hacer suspirar perdidamente a Toni. La mayor sonrió pero rápidamente deshizo su sonrisa.

– ¿Ya leíste los libros que te di? Toni, la otra semana tendrás exámenes – la morena negó avergonzada y bajó la mirada. Estaban de "vacaciones" pero aún así sus clases seguían en pie y esos libros de los que habla la mayor ya se los había dado hace una semana. – Ufff, de acuerdo – la mandíbula de la pelirroja se volvió a tensar y bufó con pesadez.

La mayor se fue al estante que había en su habitación y sacó sus propios libros para dárselos a Toni. La mayor tenía una copia para ella ya que de ahí le iba a sacar las preguntas para el examen de Toni, y supuso que la menor no había traído sus libros así que se los entregó.

– Leelos – Toni tomó los libros y tomó uno al azar para leer. La morena no quería leer pero sigue queriendo ser la mejor y sacar notas perfectas por Cheryl, tiene que ser perfecta para que la mayor esté orgullosa de ella. – Gracias – la mayor besó la frente de su hija y se fue de la habitación para no distraer a Toni, cosa que no ayudó porque la menor quería que su mami estuviera ahí.

Después de un par de minutos, Toni leyó el título del libro que había tomado y se sorprendió un poco. 'Romeo y Julieta de William Shakespeare' era el libro que su madre le encargó de leer.

La menor sonrió débilmente al pasar las páginas, éste libro se lo sabía de memoria, hace un par de años lo había leído de la biblioteca que había en la casa. Toni volvió a cerrar el libro y lo dejó al lado de la cama, por un segundo se sintió aliviada, ahora le quedaba un libro menos que leer.

La menor se puso de pie aún con un leve dolor de cabeza y le puso seguro a la puerta, no quería que entrara Cheryl y se enfadara con ella por no estar leyendo los libros.
En vez de leer los libros que faltaban, Toni quiso mirar las cosas de su madre, la menor amaba ver sus joyas y oler todos sus perfumes o incluso ponerse su ropa.

La morena comenzó a abrir los cajones en los que su madre guardaba sus joyas y sonrió enormemente cuando vio un pequeño brazalete dorado con diamantes azules. Era el brazalete de Toni, de cuando era pequeña, la menor lo recordaba y le parecía lindo que su mami aún lo tuviera.

La menor lo guardó en su bolsillo y siguió mirando sus cosas, había visto muchos anillos de oro, no era raro que todo sea de oro porque Cheryl no era capaz de usar algo barato.
Toni tomó un anillo que estaba entrelazado con otro y se lo puso en su dedo índice mientras abría otro cajón pero éste resultó ser de ropa interior.

– Ouh – las mejillas de la menor se sonrojaron al ver lencería roja muy reveladora, su respiración se cortó y decidió cerrar el cajón con rapidez, tratando de ignorar lo que acababa de ver.

Por otro lado, Cheryl estaba quitándose la ropa para tomar una ducha relajante. Ha estado frustrada por semanas y siempre lo ignora, ha tratado de ignorar que cada vez que está excitada, algo pasa y no puede tocar a Toni. Eso ha sido un detonante para ella, sin contar las veces que ha tenido encuentros casuales con mujeres que siempre terminan siendo rechazadas al último momento porque Cheryl no puede dejar de pensar en Toni.
Así que sí, básicamente está enamorada de la menor.

– Oh, Dios... – el agua caliente cayó sobre su espalda y la pelirroja no pudo evitar gémir, en verdad necesitaba este baño.
Los recuerdos estresantes y la búsqueda de trabajo se le vinieron a la mente y suspiró cansada, tener que hacer todo sola ya no es divertido. Antes pensar en criar sola a Toni y hacerse cargo de todo le resultaba emocionante, sobre todo por estar pendiente de su hija sin nadie al rededor, ni familia ni amigos que le dijeran que está mal lo que hace o no.

Pero simplemente la mayor sonrió sin esfuerzo, todo valía la pena siempre y cuando Toni viniera con ella para darle una linda sonrisa y llamarla "mami" eso era lo único que Cheryl necesitaba para saber que todo lo que está haciendo estaba bien. Toni era su todo y aunque no lo demostraba, era muy feliz al lado de ella.

Su mente se despejó y dejó que el agua cayera por todo su cuerpo, frunció el ceño cuando recordó que Toni tenía fotos de ella en estas condiciones pero volvió a relajarse sabiendo que era absurdo que Toni tratara de volver a aparecer de la nada y tomarle fotos para hacer quien sabe qué con ellas.

Mientras el agua caía en la pelirroja, la menor escuchó la regadera y le quitó el seguro a la puerta, no había necesidad de tener el seguro puesto si Cheryl se estaba bañando.
La morena dejó todas las cosas en su lugar y se acostó en la cama, no tenía ánimos para leer los demás libros y si su madre la veía durmiendo porque aún se sentía mal no la iba a obligar a leer los libros así que la menor se tapó todo su cuerpo y cerró sus ojos tratando de dormir de verdad pero no pudo así que sólo jugaba con sus recuerdos.

......

Honey - Choni Donde viven las historias. Descúbrelo ahora