La mañana había pasado con gran rapidez para la pareja, ambas cenaron la deliciosa comida que había preparado la menor y disfrutaron del cálido ambiente que se había formado.
Ahora estaban en el auto, cada una con una sonrisa genuina en su rostro. Tal vez no era el cumpleaños perfecto para Cheryl, pero Toni ha sido tan dulce todo este tiempo.La mayor tenía la vista al frente. Toni guió su mirada a la de su mami y sus ojos brillaron. El perfil de Cheryl se veía grandioso, su nariz perfilada, sus grandes y delgados labios eran de en sueño, todo de ella era perfecto.
– Me llegaron los resultados de tu prueba... – Cheryl bajó la velocidad del auto y logró estacionarse mientras la menor bajaba la mirada, ya sabiendo su resultado. – Tuviste una calificación casi perfecta, si no fuera por siete preguntas habrías estado perfecta, Toni – ambas se quitaron el cinturón de seguridad y se giraron para mirarse mutuamente.
– Lo siento – susurró la morena. Su voz era más frágil de lo normal, pues no fue perfecta, no fue perfecta para Cheryl. – Lo hiciste bien, Toni, no lo sientas – la sonrisa de Cheryl ya no estaba, su rostro estaba serio. No estaba enojada con Toni, tampoco estaba decepcionada, Toni no era perfecta y lo entendía o eso creía.
– Sólo fueron un par de preguntas, Amor. Lo hiciste bien – la mano pálida de la mayor se dirigió con cautela a una de las lindas mejillas morenas de la menor, acariciandola con ternura. Obviamente, sorprendiendo a Toni. – Practicaremos mejor y haremos simulacros si es necesario, no hay por que preocuparse –
Toni sonrió de oreja a oreja y se lanzó con fuerza al torso de su madre, envolvió sus brazos al rededor de su cuello y tarareó feliz. Estaba feliz y parecía que el día ameritaba una buena propuesta.
Después de unos minutos, ambas salieron del auto y caminaron hasta una cabaña qué Toni había alquilado, obviamente con su propio dinero.
– ¿Esta era la gran sorpresa? – la mayor se sorprendió. La cabaña estaba en las afueras de la ciudad y sin duda alguna era perfecta. La cabaña por fuera era grandiosa, se veía espaciosa y su madera se veía impecable, sin mencionar el lago que estaba adornando la cabaña a unos cuantos metros de ésta.
Toni ladeó la cabeza sin saber que decir, tomó la mano de su madre y la llevó adentro de la cabaña, sonriendo orgullosa por lo que había adentro.
En la sala habían muebles totalmente rústicos, la chimenea estaba encendida e iluminaba la habitación hermosamente.
En el suelo había un tapete de felpa y había una canasta con comida, había una cubeta de hielo con vino y por supuesto, había otra caja de regalo.– ¿Cúando hiciste todo esto? – Cheryl se sonrojó ferozmente y ocultó su sonrojo yendo hacia la chimenea. Nadie había hecho esto por ella, nadie nunca la trató como Toni y eso la hacía sentirse enferma, del buen modo. – Esta mañana – sus hombros se levantaron sin importancia y sonrió mientras se acercaba a Cheryl.
La mayor tomó por sorpresa el acercamiento de su hija y se alejó hasta chocar contra la pared. Por alguna extraña razón, Cheryl estaba siendo demasiado tímida.– Vaya... Es muy acogedor – la mayor ignoró el acercamiento de la contraria y miró a su al rededor, tratando de ocultar el pequeño sonrojo que se estaba formando en sus pálidas mejillas.
– Lo sé, vi este lugar y pensé en ti, en nosotras... – las mejillas de la menor comenzaron a calentarse por estar a punto de querer decirle a Cheryl sobre su idea de tener sexo en ese mismo lugar. – De hecho, pensé en lo lindo que sería volver a estar juntas, ya sabes – un pequeño tartamudeo salió de sus labios y a la vista de la pelirroja eso fue lo más tierno que pudo haber escuchado. Toni dio un paso más hacia adelante, su respiración agitada, sus ojos en media lunas y su nariz completamente roja hizo sonreír a la mayor.
Toni se veía completamente tierna, incluso si tiraba alguna indirecta de querer ir a la cama. Toni siempre iba a relucir hermosa y adorable a la vista de su madre, eso era un hecho.
– También pensé en eso – Cheryl llevó su mano derecha a las caderas de la contraria y selló sus labios con ternura para luego profundizar un dulce beso que moría por darle a la menor. Sus labios bailaban con lentitud, era un beso sin segundas intenciones, sólo eran ellas y demostraban su amor en aquel momento.
Sus manos recorrieron el cuerpo de la otra con mucho cuidado, como si algo fuera a pasar en el más mínimo toque. Ambas siguieron besando los dulces labios de la otra hasta que tuvieron que alejarse por la falta de aire que sentían.
– Eres hermosa, Honey – otro lindo sonrojo apareció en el rostro de la menor. Cheryl no tenía ni idea de qué producía ese apodo en Toni. La mayor tiró de la cintura de la menor y tiró de ella hacia su cuerpo, haciendo que ambas estuvieran más cerca, como si eso fuera posible.
La boca de la pelirroja fue al cuello de la morena y succionó con vehemencia, haciendo suspirar a su propia hija. Toni sólo podía pensar en lo bien que se sentía estar tan cerca de Cheryl, pues creía que era la chica más afortunada al estar contra el cuerpo de la pelirroja. De todas las chicas del mundo, Cheryl la eligió a ella. A su hija.
– No sabes cuánto necesitaba volver a tenerte así – el jadeo se hizo presente en ambas, cosa que amaron y ambas se quitaron sus prendas cada vez que el beso iba subiendo de tono. Las manos de la pelirroja acariciaban cada parte del pequeño cuerpo de Toni, y eso en verdad no le molestaba a la menor, Toni era tan de Cheryl.
Sus jadeos se volvieron gemidos al frotarse entre sí, la mayor empujaba sus caderas simulando una penetración y eso hizo temblar a Toni. Sus piernas temblaron y esa fue una señal para que la mayor la tomara de sus glúteos y la levantara para poder cargarla y seguir besándola como tanto quería. Ella en verdad iba a comerse viva a su hija.
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El sonido de la madera quemándose era lo único que se escuchaba en aquella sala. Ambas chicas estaban desnudas, sobre el afelpado tapete, cada una perdida en sus pensamientos. Había pasado un par de horas y ahora estaban disfrutando de la otra, sin ninguna doble intención.
– Quiero... – la dulce voz de Toni hizo llamar la atención de la mayor de inmediato. Cheryl comenzó a oler el cabello de su hija y suspiró, eso en verdad le gustaba. – Pide lo que quieras, sabes que te lo daré..
– La mayor jaló un poco más a la menor y se sintió extraña por unos segundos, estaba tratando de alejar esos pensamientos que no la dejaban estar tranquila.– Quiero que seas mi novia –
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Honey - Choni
FanfictionCheryl Blossom cría a su hija de una manera muy especial, es su hija y por lo tanto quiere lo mejor para ella. Le enseña muchas cosas, la vuelve una genio, literalmente. Poco a poco se va enamorando de sus pequeños pucheros y su cara con sus mejill...