Capítulo 9

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No quería hacerlo, no quería separarse nunca de Frank, pero no quería arrastrarlo a su miseria, no quería que sufriera mientras veía como se consumía. Le dolía tanto, había soñado con esa vida junto a su Frankie, pero sin duda ahora no era más que un sueño, porque una maldita enfermedad lo acechaba, porque sabía bien que el cáncer no lo dejaría hasta consumirlo por completo y no, Frank no se merecía ahogarse en ese dolor.

Le mandó un mensaje diciéndole que lo vería en aquel café en el que meses atrás se conocieron, Mikey muchas veces le cuestionó si estaba seguro de lo que hacía, que era mejor que Frank estuviese a su lado, que no lo dejaría solo, pues lo amaba, en verdad lo hacía, Mikey lo había notado tan solo ver como el chico de ojos avellana miraba a su hermano. Pero aún así Gerard estaba decidido, no iba a arrastrar a Frank a su miserable destino. Le temblaban las manos, quería llorar, de verdad no quería hacerlo, pero amaba a Frank, lo amaba demasiado como para permitir que sufriera al verlo morir.

Ahí estaba su Frankie frente a él, luciendo realmente encantador, con esa sonrisa que lo enamoró. Al tenerlo frente a él quiso besarlo en los labios, pero Gerard se alejó, aquello fue apenas un ligero roce y Frank realmente no entendía nada.

- ¿Qué pasa amor? - Cuestionó con algo de incertidumbre

- Hay que sentarnos – Dijo Gerard, yendo a la mesa y quedando así frente a Frank – Necesito decirte algo

- ¿Qué pasa? - Gerard se estaba arrepintiendo, no quería dejar a Frank, lo amaba tanto, pero precisamente por eso tenía que hacerlo, no podía condenarlo a su destino. Frank lo notó nervioso, le sudaban las manos.

- Ya no podemos seguir juntos – Mencionó Gerard, sintiéndose quebrarse al mencionar esa frase

- ¿ Por qué? ¿Qué pasó? ¿Qué hice? - Cuestionó Frank en un tono serio

- No eres tú Frankie, soy yo – Aquello había sonado demasiado cliché, pero ni siquiera hallaba qué decir, se estaba ahogando en su propio llanto

- No Gerard, dime por qué, qué pasa

- Sólo déjalo así, por favor – Dijo Gerard, poniéndose de pie y sintiendo como sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas

- Pero nos vamos a casar, me dijiste que eras feliz a mi lado

- No soy la persona que mereces – Manifestó Gerard, quitándose con todo el dolor de su corazón el anillo que hace apenas unas semanas Frank le había colocado en su dedo anular para sellar su promesa de amor. Lo dejó en la mesa – Perdóname Frankie, pero no soy lo que mereces – Dijo Gerard con la voz quebrada sin siquiera mirar a Frank y comenzando a caminar hacia la puerta.

- ¡No, Gerard! – Indicó Frank incorporándose, tomando el anillo de la mesa y acercándose hasta Gerard, tomándolo del brazo – No te voy a perder, te amo

- Por favor Frankie, sólo déjame ir

- Lo haré si dices que no me amas

- No te amo

- Dilo mirándome a los ojos – Pero Gerard simplemente no pudo hacerlo, susurró un "perdón Frankie", y como pudo se zafó del agarre del castaño para salir de ahí. Sólo quería llegar a su casa y dejar salir todo su dolor, todo su llanto, maldecir a la vida por traerle esa fatídica enfermedad que hoy lo estaba obligando a separarse de la persona que más amaba. Ahora sólo deseaba que la muerte llegara pronto.

Noviembre sin Gee (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora