Capítulo 11

59 6 0
                                    

Gerard salió de su habitación, bajó las escaleras, Frank seguía timbrando, tocando la puerta, por lo que se apresuró a abrirle, pero no le agradó para nada el aspecto que tenía, completamente despeinado, sudado, con la ropa desaliñada y los ojos perdidos, apestaba alcohol y lo sabía, estaba así por su culpa, sólo por su culpa, por no atreverse a enfrentarlo y decirle de su enfermedad.

Frank lo miró, demasiado molesto, se adentró a la casa y cerró dando un fuerte portazo.

- ¿Dónde está? - Cuestionó con rabia, Gerard no entendía a qué se refería. Al ver que no respondía, Frank lo tomó de los brazos de una manera brusca – No te hagas el tonto Gerard, dónde está el imbécil con el que me estás engañando – Entonces Gerard comprendió todo, Frank creía que lo había dejado por alguien más.

- No hay nadie, Frank

- Me vas a decir que no hay nadie aquí y que estás solo vestido así – Cuestionó Frank mirando a Gerard de arriba a abajo, y es que el pelinegro apenas si llevaba puesta una playera negra, así como unos pequeños shorts del mismo color y unas calcetas blancas, dejando a la vista sus lindas y blancas piernas.

- No me mientas, Gerard – Mencionó Frank tomándolo con mayor fuerza y prácticamente arrastrándolo por las escaleras para llegar a su habitación – Está oculto en tu cuarto ¿verdad? - Dijo cuando entró y comenzó a inspeccionar, incluso debajo de la cama.

- No hay nadie Frank, en serio

- Entonces por qué maldita sea me dejaste, Gerard

- Tenemos que hablar

- No, yo no quiero hablar, yo quiero hacer otra cosa – Manifestó Frank, tomando de nueva cuenta a Gerard por las muñecas, no midiendo siquiera su fuerza, arrojándolo a la cama – Lo que quiero es cogerte, cogerte muy duro – Dijo, desabrochándose el pantalón y bajándolo junto con su ropa interior para dejar su erecto miembro a la vista de Gerard, quien no sabía siquiera qué decir, sin duda Frank estaba ebrio y tal vez hasta se había metido algo más.

Frank se acercó hasta Gerard, llevando sus manos a sus shorts y bajándoselos junto con su ropa interior en un ágil movimiento, dejándolo desnudo de la cintura para abajo.

- No Frankie, no creo que este sea el mejor momento para esto

- Pues yo creo que sí, cariño – Dijo Frank acercándose y dándole un brusco beso en los labios. Gerard comenzaba a sentir que le faltaba el aire, de repente se sentía descompensado, y es que eran tantas emociones que su cuerpo las resentía tan fácilmente, ni siquiera tenía fuerzas como para alejar a Frank y tratar de calmarlo y evitar que hiciera lo que sabía que venía.

- Por favor Frankie, no me siento bien – Se atrevió a decir Gerard cuando Frank se separó de él y lo miró con lujuria, pero éste no hizo caso, se acomodó entre sus piernas y sin siquiera prepararlo lo penetró – Frankie, por favor – Volvió a decir Gerard, sintiendo como un par de lágrimas comenzaban a correr por sus mejillas

- Eso no dijiste la primera vez que estuviste conmigo, te entregaste taaan fácil, como seguramente ya lo hiciste con otro – Y eso fue lo que más le dolió a Gerard, pero Frank estaba alcoholizado, quizás drogado, despechado, por eso le decía eso. Ni siquiera opuso resistencia cuando Frank comenzó a embestir contra su cuerpo, se sentía tan débil, realmente mal, y le dolía la forma en que Frank lo estaba tratando. Sólo cerró sus ojos, esperando que aquello pasara rápido.

- Vamos, gime para mí – Escuchó decir a Frank y sintió como tomaba su pene para estimularlo, pero no estaba excitado, no con Frank hablándole de ese modo - ¿Ya no te gusta como te lo hago? ¿Te lo hace mejor tu amante? - Sonidos comenzaron a salir de los labios de Gerard pero no eran gemidos, eran sollozos, abrió sus verdes ojos y entonces Frank sintió que algo hizo clic dentro de él ¿Pero qué mierda estaba haciendo? Estaba lastimando a Gerard, a su Gerard. Llegó al orgasmo pero fue tan amargo después de mirar aquellos ojos verdes que tanto amaba tan rotos, no pudo evitar dejar de contemplar su rostro, las lágrimas escurriendo por sus mejillas y una gota de sangre saliendo de su nariz ¿acaso lo había golpeado? ¿Tan fuera de sí estaba? Había actuado como un animal. Salió de Gerard y no pudo evitar mirar entre sus piernas, había una pequeña gota de sangre en las sábanas, lo había lastimado. De repente sus ojos comenzaron a nublarse, la imagen de Gerard era borrosa y sentía un sabor salado en su boca.

- ¡Dios! ¿Qué hice? - Dijo más para si mismo, tallándose los ojos y mirando nuevamente a Gerard, pero sus ojos estaban cerrados – Gee, mi vida – Le dijo moviéndolo un poco, pero éste no reaccionaba, volvió a insistir, pero nada, así que rápidamente se subió el pantalón y lo abrochó, para posteriormente colocarle a Gee su ropa interior y volver a insistir, pero nada, el pelinegro no reaccionaba. Comenzó a preocuparse, buscó su teléfono para llamar a una ambulancia. ¿Qué había hecho? ¿Tanto había lastimado a Gerard?. Decidió tomarlo en brazos para ser él mismo quien lo llevara al hospital, no tenía tiempo qué perder, sin embargo al bajar las escaleras Mikey iba ingresando a la casa, quien se alarmó al ver a su hermanito inconsciente en los brazos de Frank.

- ¿¡Qué le pasó a Gee!? - Frank ni siquiera sabía qué responder, cómo decirle que había abusado de Gee, que lo había lastimado, lo iba a odiar, no lo dejaría acercarse a Gerard jamás, pero bien merecido se lo tendría – Hay que llevarlo al hospital – Mencionó Mikey y Frank solamente lo siguió. Llegaron a uno de los autos de los padres de los Way, Frank subió con cuidado a Gerard en el asiento trasero y se colocó junto a él, tomando su mano en todo momento y lamentándose por lo que le había hecho.

Se fueron en silencio rumbo al hospital, Mikey no entendía qué hacía Frank en su casa, seguramente se habría reconciliado con Gerard, tal vez ya le había contado todo, por lo que rompió aquel silencio.

- ¿Gee ya te contó todo? - Cuestionó y Frank se quedó procesando y pensando a qué se refería – Lo de su enfermedad - ¿Su enfermedad? Gee estaba enfermo, qué diablos tenía, por qué no le había dicho nada, y maldita sea, realmente se sentía mal y él como un maldito enfermo sólo lo lastimó, ¿qué mierda había hecho? – Hablaste con él ¿No? - Preguntó Mikey al ver que Frank seguía callado y ni siquiera le respondía - ¿Arreglaron las cosas? ¿O qué hacías con él?.

- Yo... sólo quería verlo

- Entiendo – Dijo Mikey, sabía que Gerard no quería decirle a Frank, pero lo había visto sufrir por él en los últimos días que no podía callarse más, además estaba ahí, desmayado en sus brazos, tenía que saberlo, tarde o temprano se enteraría – Gee tiene leucemia – Dijo entonces y Frank sintió que todo su mundo se venía abajo, incluso ya no sentía los efectos ni del alcohol ni de las drogas – Él no quería decirte, no quería que sufrieras su enfermedad, pero no le veo caso ahora.

¿Su Gee se había sacrificado por él? ¿Había terminado con todo sólo para que no lo viera consumirse por esa maldita enfermedad? Y él en cambio, a la primera borrachera había ido a buscarlo, a acusarlo de engañarlo y a abusar de él, se sentía como la mierda, Gerard no lo perdonaría nunca. Su Gee, lo único que le importaba en su asquerosa vida. No podía dejar de contemplarlo ahí, inconsciente, entre sus brazos, todo por su culpa, por haberlo forzado a tener sexo, por actuar como un maldito animal. Se odiaba tanto, se detestaba por haber lastimado a quien más amaba en el mundo.  

Noviembre sin Gee (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora