Gee se estaba consumiendo, no sólo por la enfermedad, sino por el dolor en su alma, tenía días sin saber nada de Frank, sin que éste le contestara las llamadas o los mensajes, no entendía qué había pasado, quizás Frank se había hartado de él, de estar en su lecho de muerte, y quién no se iba a cansar de un tipo que día con día se iba consumiendo, con un aspecto tan deplorable, bastaba con mirarse al espejo para ver lo feo que era, sin un solo pelo en su cabeza, con su piel extremadamente pálida y marchita, esas púrpuras ojeras que adornaban sus ojos que lucían tan tristes y cansados, sus labios resecos, su cuerpo escuálido, prácticamente hasta los huesos, quién podría amar a semejante adefesio, nadie en su sano juicio lo haría, por eso entendía a Frank, entendía por qué ya no quería verlo, quién querría ver a semejante monstruo.
Lo único que le quedaba era llorar, llorar en la soledad de su habitación, oculto en sus cobijas, dejar salir las lágrimas hasta que sus ojos se sequen. Si antes no tenía hambre por las quimioterapias, ahora menos quería probar bocado, Mikey lo había notado, se había dado cuenta que desde hace un par de días Frank no se paraba más por su casa, había notado a su hermanito más decaído que de costumbre, llorando por los rincones, pero fingiendo estar bien cuando estaba a su lado. La culpa lo estaba comiendo, debía confesarle la verdad a Gerard, aunque lo odiaría, o peor aún, ir con Frank y disculparse con él, aunque eso no explicaba que ese idiota ya no se parara por su casa, si le hubiese interesado arreglar las cosas ya habría ido a buscar a Gee, sin embargo lo había dejado ahí, consumiéndose en su dolor.
Pero ya no podía más, no podía seguir viendo así a su hermanito, sufriendo tanto, como si no tuviera ya suficiente.
- Gee, tengo que confesarte algo – Le dijo, mientras Gee yacía recostado en su cama con su pijama y con ese gorro de lana que se negaba a quitarse, porque "se veía horrendo", según decía.
- ¿Qué pasa Mikey? - Cuestionó Gee con desánimo
- Yo... yo leí tu diario – Con aquella confesión la atención de Gerard estuvo sobre él – Y leí lo que te hizo Frank y ¡Dios!, Gee, no pude contenerme, fui y le reclamé por lo que te había hecho ¡Te lastimó!
- No debiste hacerlo – Mencionó Gee – Frank y yo ya habíamos arreglado las cosas. Yo tengo que ver a Frank...
- No Gee, tú no estás bien, no debes hacer esfuerzos
- Mikey, por favor, déjame verlo
- Yo iré por él... perdóname Gee – Dijo Mikey, depositando un beso en la frente de Gerard e incorporándose para salir de su habitación. Sí, tendría que tragarse su orgullo, pero Gee no podía seguir sufriendo así.
Al llegar al apartamento de Frank tocó varias veces, pero no recibió respuesta, insistió hasta que un desmejorado Frank le abrió la puerta.
- ¿Tú? Vienes a golpearme otra vez – Mencionó Frank. Mikey pudo percibir el tufo a alcohol, estaba completamente ebrio.
- Frank, ¿qué diablos estás haciendo?
- Tratar de olvidar Mikey, todo se fue al carajo
- Gee quiere verte – Soltó sin más
- Gee me odia, lo violé, nadie quiere estar con un maldito violador
- ¿Tan siquiera has leído los mensajes que te ha mandado?
- No quiero lastimarlo más
- Lo estás lastimando más así, pero ahora hay que bajarte esa borrachera, Gee no puede verte así
Mikey se encargó de meter en agua helada a Frank, para posteriormente prepararle un café bien cargado, cuando ya estuvo un poco mejor, le pidió lo acompañara a su casa, pues Gerard necesitaba verlo.
- Mikey, no sé qué decirle – Señaló Frank en tanto se desplazaban hacia la casa de los Way
- Sólo pídele perdón y dile que lo amas
- Pero no es suficiente
- Para Gee lo es, él, aunque odie admitirlo, te necesita. Él se está consumiendo, esa maldita enfermedad lo está matando, y tú eres su fortaleza – Frank no podía creer lo que estaba escuchando de los labios de Mikey, pues hace unos días había ido a su casa a partirle la cara por lastimar a su hermano y ahora lo llevaba con él, dándole palabras de aliento – No lo dejes, pero sobre todo no lo lastimes – Y sonó tan sincero que Frank simplemente asintió y guardó silencio en lo que restaba del viaje, necesitaba tanto ver a Gerard, tenerlo entre sus brazos, cuidar de él, hacerle ver que es lo más hermoso de este mundo.
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Noviembre sin Gee (Frerard)
ФанфикLa vida es sólo una broma, un día no tienes nada, al siguiente lo tienes todo y después... después sólo tienes a la muerte acechándote.