El despertar fue simplemente increíble, encontrándose ahí, a su costado a ese chico que tanto amaba y que ahora temía tanto perder a causa de esa enfermedad que lo estaba consumiendo. Se quedó contemplándolo, durmiendo tan plácidamente, luciendo hermoso como sólo su Gerard podía serlo.
Con mucho pesar Gee comenzó a abrir sus ojos, y es que se sentía cansado, realmente cansado, sin embargo una gran sonrisa se esbozó en su rostro al encontrarse con su Frankie mirándolo como si fuese lo más bonito de este mundo.
- Hola mi Gee – Dijo Frank. Gerard ensanchó aún más la sonrisa en sus labios, extendiendo sus brazos para alcanzar a Frank, rodeando su cuello y acercándolo a su rostro para besarlo.
- Frankie, te amo mucho
- Y yo a ti mi vida. Te amo – Respondió Frank, tomando entre sus brazos el frágil cuerpo de Gerard. Temía lastimarlo siquiera con tocarlo. Su Gee se merecía todo, todo lo mejor de este mundo.
Sin embargo los días que pudieron estar así, solamente disfrutando el uno del otro, fueron demasiado escasos, pues Frank debía retomar sus actividades. Lidiar con la escuela y el trabajo era complicado, sobre todo cuando lo único que deseaba era pasar todo el día abrazando al chico que se encontraba en la cama que compartían, consumiéndose cada día un poco más.
Las quimioterapias lo estaban acabando, lucía tan cansado, las ojeras demasiado marcadas bajo sus bonitos ojos verdes, pese a que pasaba la mayor parte del tiempo dormido.
Frank odiaba llegar a casa tan tarde y encontrar a su Gee con sus ojitos cerrados, fue por ello que decidió que la música podía esperar, tomándose un año sabático en sus estudios hasta en tanto Gerard mejorara.
Lo discutieron y obviamente Gerard se molestó, no quería ser una carga para su ahora esposo, pero Frank no estaba dispuesto a dejarlo solo con esa enfermedad, "en la salud y en la enfermedad ¿recuerdas?", le había dicho, mirándolo a los ojos, para convencerlo que, en esos momentos, lo mejor era dejar de lado sus estudios y dedicarle más tiempo.
Frank amaba la música, pero amaba más a Gerard. ¿Qué más daba esperar un año más para ver cumplido su sueño? A fin de cuentas, ese sueño no estaría completo sin Gee en él.
Y aunque Gerard no estaba de acuerdo, debía admitir que una parte de él estaba feliz de poder pasar más tiempo con su Frankie, porque sólo quería que estuviera ahí, abrazándolo. A veces el dolor era insoportable y sólo se quería sentirse reconfortado entre los brazos de su Frank. La vida no estaba siendo nada fácil, vencer esa enfermedad era demasiado difícil, cada vez se convencía más de que no lo lograría, de que en cualquier momento la muerte lo alcanzaría y lo odiaba, porque tenía que llegar en el momento justo en que había coincidido con el amor de su vida.
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Noviembre sin Gee (Frerard)
Fiksi PenggemarLa vida es sólo una broma, un día no tienes nada, al siguiente lo tienes todo y después... después sólo tienes a la muerte acechándote.