Extra #06

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–¡Adora!, ¿Puedes verme? -escuché una voz no
muy lejana y sentí una respiración próxima a mi
rostro-. ¡Holaaa! Soy yo, ¡Glimmer!, iWakey wakey,
dormilona!

–¡Ya, Glimmer!, ¡Déjala respirar! -escuché como
alguien chillaba y después la respiración dejó de
sentirse.

–Lo siento -dijo aquella voz-. ¿Uh?, ¡Wah! ¡¿Catra, por qué lloras?!

–L-lo siento, es solo... Es un gran día y yo... -murmuró, y por el sonido que le siguió a su voz
supe que sorbió su nariz-. Estoy sentimental.

–¿Escuchaste eso, Adora? Despierta ya o Catra
seguirá llorando.

–¡Glimmer! Déjala en paz.

–¡Hey! Eso me dolió -se quejó con voz temblorosa.

Todo ese asunto me hizo sonreír. Glimmer tonteando, Bow chillando y diciéndole que parara y Catra, como siempre, preocupada por mí.

–¡Sonrió! -escuché a Glimmer chillar, y nuevamente
sentí su respiración cerca.

A veces, por su comportamiento, pienso que me va
a besar... Catra y Bow siempre terminan golpeándola o gritándole por la forma en la que se acerca a mí.

–¡Eso significa que está despierta! -continuó-. ¡Adoraaa!, ¿Puedes verme?, ¿Cuántos dedos tengo
frente a ti?

–No puede verte, tonta. Tiene los ojos vendados aún -respondió Catra.

–Ah, sí es cierto.

–Denle espacio, niñas. Dejen que respire -la voz
de mi madre se filtró por mis oídos y de inmediato
Glimmer se separó de mí.

–¿Cuándo llegará el doctor? -preguntó nuevamente la impaciente Glimmer.

–Está ocupado con sus otros pacientes, Glimmer.
Adora no es la única que se realizó una operación.

–Pero tarda demasiado. Yo quiero ver sus ojitos
bonitos otra ve- ¡Ay!

Reí levemente. Estaba completamente segura de
que alguno de los dos, ya sea Bow o Catra, la había
golpeado.

La pobre Glimmer iba a necesitar una férula si seguía así. Catra y Bow tenían bastante fuerza aunque no lo pareciera.

Sentí unos dedos escurridizos enrollarse con los
míos y, de forma seguida, un ligero apretón en mi
mano derecha que me hizo sonreír. Sabía que era
Catra, la suavidad de sus manos y el como se sentía sobre la mía me lo decía.

Recapitulando, hasta aquí para que puedan entender lo que está sucediendo.

Después de hacer las paces, hablar con mi madre
para explicarle las cosas -y hacer que nos creyera- y esperar mi completa recuperación, Catra y yo empezamos a salir.

Nuestra primera cita fue en el parque donde nos
habíamos conocido, recorrimos los lugares más
significativos y reimos sin parar con las bromas
mutuas; en la segunda la llevé -aunque técnicamente ella me llevó a mí- al restaurante italiano del que había hablado antes, y disfrutamos de una deliciosa cena y momentos tan dulces como el vino que bebimos; en la tercera fuimos a visitar el restaurante de la familia de Bow; y a la cuarta me armé de valor y realicé unos pasos que Bow me dio para preguntarle si quería ser mi novia de manera oficial, pues, los besos y abrazos no faltaron en ninguna cita, pero quería hacerlo todo más real. Entienden de lo que hablo, ¿No?

En fin, luego de ello iniciamos una relación en la
que, por muchas discusiones y tropiezos que
hayamos tenido, siempre terminábamos reconciliándonos de la mejor manera posible.

Eyes | Catradora Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora