Eyes | Catradora Adaptación

Extra #07

Adora Pov's

Observé con ilusión la construcción que se erguía
frente a mí y suspiré tan nerviosamente como lo
había estado haciendo desde que mis pies se
posaron en este lugar hace unos minutos.

Observé a mi alrededor, cuando un brazo aprisionó
mis hombros y me atrajo hacia sí. Volteé para
observar al dueño, cuando me di cuenta de que
era Bow, quien me sonreía con mucha diversión,
probablemente recordando como había sido todo
cuando ella estaba en mi lugar.

–Estás nerviosa, ¿eh?

Me limité a asentir, el nerviosismo que recorría mi
cuerpo me impedía hablar. Bow soltó una risa
mientras con su otra mano frotaba mi brazo.

–No te preocupes, Adorita. También me pasó. Es
normal.

–Es... Difícil no estarlo.

–Lo sé, estuve en tu lugar hace tiempo,
¿Recuerdas? Sé lo que se siente -se acercó un poco, hasta que sus labios tocaron mi oreja y susurró-. Aquí entre nosotros, tuve ganas de visitar el baño tantas veces que empecé a creer que tenía diarrea.

Ciertamente aquel comentario me pilló desprevenida y no pude hacer más que reír. Bow siempre tenía esas ocurrencias.

–¡Es en serio! -murmuró en un tono divertido-. Y
todo eso incluso antes de que llegara al altar.

–¿Y cómo le hiciste para dejar de sentirte así?

Él sonrió y observó el edificio frente a nosotros
con añoranza y felicidad.

–Dejé de sentirme así en cuanto la vi -susurró.

–¿En cuanto la viste? ¿Te refieres a Glimmah?

Él asintió.

–Me sentía tan nervioso e inseguro... Pero en
cuanto ella cruzó la puerta, supe que había tomado
la decisión correcta al quedarme a su lado. Glimm es lo mejor que me ha pasado, y agradezco no haber corrido lejos por los estúpidos nervios ese día.

No era una novedad que Bow me contara cosas así,
durante todo este tiempo nos habíamos vuelto algo
así como mejores amigos, y pese a lo mucho que
sabía que el amaba a Glimmer, también sabía
que amaba molestarla, por eso casi siempre estaba
intentando ponerla celosa. Según el, una Glimmer
celosa es una Glimmer salvaje. Al principio no le
entendí muy bien, pero después. Bueno, ya deben
saber a qué se refiere.

Mientras Bow observaba el edificio, me límite a
observarlo a el. Estaba absolutamente impecable,
como siempre para estos eventos.

Pese a ser el Bow descuidado y risueño que todos
conocíamos, debo admitir que sabía vestirse muy
bien.

Llevaba puesto un smoking impoluto de color
blanco, debajo de él asomaba una camisa púrpura y sus zapatos elegantes lo hacían parecer como si
fuese a alguna reunión de negorios. Odiaba admitir que le quedaba estupendamente bien todo lo que se ponía.

Su cabello no iba como de costumbre, sino que en la parte trasera de su cabeza, tenía algunas trenzas, que formaban un pequeño moño.

Realmente ambos no íbamos vestidos tan iguales,
sólo que yo andaba con un vestido blanco un poco apegado al cuerpo con el escote dorado, que formaba un corazón, que dejaba ver mi espalda y llevaba tacones. Mi cabello rubio iba suelto, sólo que yo no tenía un pequeño moño.

Al parecer debió darse cuenta de que lo estaba
observando, porque me sonrió con diversión.

–¿Ves algo que te guste, Adora?