#10

525 68 9
                                    

Al día siguiente me levanté con mucha energía. -extrañamente-, Y para mamá fue tan obvio que
eso no era parte de mí, que me preguntó qué traía
entre manos cuando bajé como un torbellino las
escaleras -con cuidado de no caerme, por supuesto- para hablarle a Bow. quien había llegado tan puntual como lo había prometido.

Por obvias razones, mamá no podía saber nada -o
se pondría peor que Glimmer, estoy segura- así que le mentí -por primera vez en mi vida- diciéndole que Bow me había prometido que saldríamos juntos porque quería conocerlo mejor y viceversa y por esa razón Glimmer no estaba con él aunque si lo pensaba bien, no era del todo una mentira.
Bow y yo nos estábamos conociendo mejor con
todo esto y cada vez lo aprobaba aún más para Glimmer. Ella nos despidió repitiendo más de tres veces que tuviéramos cuidado y ambos partimos.

–¿Nerviosa, Adorita? -me preguntó Bow, una vez
estuvimos fuera de mi casa.

–Un poco -no pude evitar jugar con mi bastón
inquieta, y por mi respuesta estoy muy segura que
él sonrió.

Pasó una mano por mis hombros después y me acarició el cabello como si fuese mi hermano mayor, aprovechándose de su altura en el proceso.

–Te entiendo. Yo también estaría nervioso si fuese
tú. -dijo.

–Muchas gracias, Bow. Eso ayuda mucho -bufé,
escuchando su risa de fondo.

De repente, ya no se escuchó más y él se detuvo
abruptamente, provocando que yo también lo hiciera. Fruncí el ceño ante la inusual acción y
traté de averiguar qué había salido mal

–¿Pasa algo?

–No, solo... Bueno... -suspiró- Si Glimm nos viera
así ya me hubiera apartado de ti desde hace tiempo. -trató de bromear, sin embargo, eso no evitó que el tono triste con el que hablaba la delatara.

Así que eso es lo que está mal... Él y Glimmer.

–Tú y Glimmer... ¿Discutieron o algo así? -me
atreví a preguntar, después de unos segundos en
un incómodo silencio.

–Sí... No... Bueno, es complicado -soltó una risa que no sonó para nada divertida. No era como ninguna de las que él solía soltar.

–¿Lo hicieron?

–Algo así... Ella sigue molesta porque te estoy apoyando en esta locura. O eso dice -volvió a suspirar-. No quiere que nada te pase... Y lo entiendo, pero suele encerrarse en esa burbuja cuando algo así sucede y no hay forma de sacarla de ahí.

–¿Es frustrante, eh?

–Lo es. Como no tienes idea -gruñó dejando
libres mis hombros-. Es tan difícil a veces para mí
entenderla. Te juro que lo intento y trato de tener
paciencia. Ahora, por ejemplo, no quiere hablarme y se la ha pasado ignorándome todo el día... Pero aún así, y a pesar de todo, la amo... Ella es... Especial.

Reí ante su forma de describirla y tomé el que supuse era su antebrazo, dando un ligero apretón.

–Y sé que ella te ama también. Pero Glimmah es
así, desde que somos pequeñas realmente... Lo de
su padre le afectó mucho y el hecho de que la
molestaran por esas cosas solo empeoraba todo
guardé silencio durante unos segundos- ¿Aún se
culpa?

–Ya no tanto como antes, pero lo hace -dijo-
Todas las noches antes de irse a dormir tiende a
recordar todo y llora mucho... Odio verla así, de
verdad me rompe el corazón. Quisiera que todo su
sufrimiento acabara.... Quisiera acabar con él.

–Pero no puedes -negué, tratando de buscar las
palabras correctas-. Lo único que puedes hacer es
apoyarla. Estar ahí para ella cuando te necesite y
no dejarla sola. Ella solo necesita amor, Bow y tú
puedes ayudarla con eso. Estoy segura de que si te
permitió entrar en su vida fue por algo. No intentes
acabar con sus problemas, lucha con ella y lo
agradecerá más. Créeme... Yo desearía tener a
alguien para luchar a mi lado como tú. Ella tiene
suerte.

Durante breves instantes lo único que sentí fue sus
brazos envolverme y no pude hacer más nada que
confortarlo.

–Solo no dejes que la oscuridad la consuma. Por favor, Bow. Es lo único que te pido.

–Jamás -negó, plantando un beso en mi mejilla al
momento de separarse-. Lo prometo Adora.

–Gracias -susurré, sonriendo.

–Bueno, llevamos mucho tiempo aquí. -volvió a su
optimismo y alegría usual-. Y no hay tiempo que
perder, so.... ¡Vamos por tu chica, Adorita! -eso me
hizo sonrojar levemente y él volvió a pasar su brazo por mis hombros.

–No es mi chica -me negué, sin embargo, algo dentro de mí se alegró infinitamente por escucharlo.

–Lo será en cuanto ambas hablen, ¡ya lo verás!

Realmente tener un amigo como Bow me iba a
servir mucho. Su felicidad es contagiosa, ¿Eh?

Iba a encontrar a Catra. Por supuesto que iba a hacerlo.


Pero, a pesar de mi optimismo fugaz y mis enormes
ganas de encontrarla, todo lo que recibí fue una
negativa para algo que yo ya sabía.

Ella no se encontraba alli.

Bow tampoco iba a rendirse fácilmente, y me
empezó a preguntar si ella y yo alguna vez visitamos otro lugar en el parque, haciéndome recordar el lugar con los amables viejitos, la pequeña cancha de fútbol y el puesto de hot dogs.
Ella rápidamente me guió hacia los tres lugares en
orden, sin embargo, como la suerte no parecía estar de mi lado estas últimas semanas, no encontramos ni una sola pista sobre su paradero actual.

Al final del día, Bow me dejó en la puerta de mi casa con un montón de promesas y esperanza renovada gracias a sus palabras.

Debería ser motivador personal... Fue lo que
pensé.

No obstante, el día siguiente tampoco la encontramos alli.

Ni al día después.

O el día después de ese.

O el día después del día después.

Tampoco la semana siguiente.

Y después de buscar el sábado siguiente entre todos los lugares mencionados, empecé a perder la esperanza.

El sentimiento de culpa creía cada vez más.

Y mi alma se desgarraba con cada paso.

Parecía como si la tierra se la hubiese tragado. No
habían señales de que volvería, era como si todas
las luces rojas estuvieran encendidas en mi contra.

Catra... ¿Dónde estás...?

Eyes | Catradora Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora