Extra #05

360 45 29
                                    

Normal Pov

Una semana después, la chica de cabello castaño ahora corto con ojos azul y amarillo caminaba con rapidez por los pasillos del hospital donde estaba internada el amor de su vida. Tiempo antes, Glimmer y Bow,  la habían llamado entre gritos de
emoción y palabras enredadas; Catra tuvo que
levantar el volumen de su voz para que ambos
pudieran detenerse y explicarle con claridad lo que
sucedía, pues estaba en la peluquería y no se
encontraba de un muy buen humor. Había pedido
exactamente que le cortarán las puntas  porque quería probar algo nuevo, no obstante, durante el proceso, la peluquera al parecer no la escuchó y ahora tiene el cabello corto hacia atrás. A los ojos de Bow y Glimmer se veía adorable, pero a los suyos una completa calamidad. Hubiese preferido quedarse con el cabello largo y desordenado. Después de eso se desordenó el cabello, no soportaba verse así de ordenada.

Calmándose un poco más, Glimmer fue quien tomó la palabra primero, dándole algunos detalles y
creando un gran monólogo; a mitad de su discurso,
Bow había interrumpido para gritarle que Adora
había despertado y debía llegar cuanto antes.

Catra abrió la boca en completo shock, ligeramente
asustada y feliz por lo que escuchaba, aún no tenía
idea de cómo reaccionaría Adora si nota que está
allí, pero ella quería hacerlo. Quería verla y hablar.
La discusión de las menores le sacó de su
ensoñación y, diciéndoles que iría de inmediato,
colgó la llamada.

Sin embargo, como al parecer se había despertado
del lado equivocado de la cama hoy, las cosas no
salieron como ella quería. Tuvo un retraso de más
de una hora debido al embotellamiento en la
autopista principal.

Al llegar al hospital Bow y Glimmer la abordaron en la entrada y le dijeron que Adora se encontraba en la habitación que le asignaron, junto a su madre.
Frunció el ceño en cuanto escuchó aquello, pues
aún las cosas no se resolvían completamente con la
madre de la rubia, pero ella necesitaba estar ahí
para Adora.

Caminó hacia la habitación y al entrar vio
solamente las sábanas desordenadas y una
almohada tirada en el suelo. Observó a su
alrededor. Las gafas negras de sol y el bastón
habían desaparecido. Adora también, por supuesto.

Con cierta preocupación, salió el lugar y preguntó a
cada enfermero o doctor que veía sobre el paradero
de la rubia. Preguntó a más de seis personas
cuando finalmente una enfermera, algo mayor, le
dijo que la había visto en el patio central junto a su
madre. Completamente agradecida, Catra se despidió y empezó a correr. Claro que no tardó
mucho antes de ser regañada por un doctor, quien,
tal y como si fuera la escuela, le dijo que estaba
prohibido correr en los pasillos porque podría
tropezar con algún paciente.

Rindiéndose, Catra disminuyó su ritmo y continuó
caminando de forma un tanto rápida hasta llegar al
patio central. Cuando salió al lugar, contempló lo
ciertamente hermoso que era. Con árboles, césped
verde, asientos de madera detallados finamente y
varias flores en los extremos. Pero no podía
quedarse ahí parada para siempre, debía buscar a
Adora.

Recorriendo el lugar con la vista un poco más, visualizó un gran roble en medio del lugar; habían
algunas decoraciones cerca, de una de sus ramas
colgaba un gran columpio doble y justo en él, se
encontraba sentada cierta chica rubia.

Aún vestía la bata verde del hospital, su cabello
había crecido otro poco, las gafas de sol afirmaban
su rostro y sujetaba con fuerza el bastón entre sus
manos mientras mecía sus pies suavemente en el
aire.

Con vacilación, Catra se acercó a pasos lentos hasta llegar al roble y tomó asiento en el columpio al lado de la chica.

Pareció no darse cuenta de su presencia, no
obstante, Catra sabía que Adora era demasiado
inteligente y astuta como para no notarlo. A pesar
de no ver, sus otros sentidos funcionaban a la
perfección.

Eyes | Catradora Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora