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Días después de aquella discusión Glimmer,
Bow y yo nos volvimos más unidos, por así
decirlo. Yo les había contado a ambos todo lo que
sucedió con Catra y el por qué me trató de aquella
forma, aunque Glimmer decía que no tenía
justificación, yo sentía de alguna forma que sí la
había.

No tenía idea alguna de por qué empecé a tener la
necesidad de disculparme. Sentía que debía
hablarle y pedirle perdón. A pesar de todo lo que
sufrí por su culpa. Les conté acerca de mi
sentimientos a mis amigos, y ellos obviamente no
estuvieron de acuerdo. Se negaron rotundamente a
que le hablara. Después de todo, ella me había
hecho mucho daño. Y a pesar de que entendía que
ellos se preocupaban y no querían que me hiciera
más daño, algo me decía que debía buscarla y
hablar.

Y no, no era la voz de mi psicólogo diciéndome que
los problemas se solucionan dialogando o algo así.
Pero sí, debido a que había tenido una cita en
psicología, me había tenido que desahogar con él
también y como todo psicólogo me había dado
consejos y me había hecho preguntas.

Ahora estaba mucho más confundida.

Bow y Glimmer no me habían llevado al parque
de nuevo, y tampoco permitían que fuese sola.
Venían a verme todos los días tratando de
alegrarme y hacer que olvidara todo, y yo estaba
sumamente agradecida por todo lo que hacían por
mí.

Pero no estaba ayudando.

Cada segundo las preguntas creían junto a ese
sentimiento de culpabilidad y ni siquiera podía
dormir bien. Aunque claro, no se los mencionaba.

–¿Y tú qué opinas, Adorita?

Salí de mis pensamientos cuando escuché como
Glimmer se dirigía hacia mí.

–¿Qué? Ah, sí. Es estupendo.

–¿Te parece estupendo el calentamiento global o la
pobreza mundial? -me preguntó Bow, completamente extrañado, y me di cuenta de mi
estupidez.

–¡No! ¡No! ¡Por supuesto que no me parece
estupendo!

–¿Entonces por qué lo dijiste?

–Porque... Ah... Es... No digo que sea genial el
calentamiento global. Es completamente lo
contrario.

–¿Y la pobreza te parece genial?

–¡No! ¡Claro que no! Solo digo que... M-me parece
genial que se estén tomando medidas, ¿no es
así...? -intenté arreglar mi error para no quedar
como una ignorante frente a mis amigos. Sin
embargo, el silencio que compartieron ambos me
decía que realmente la había cagado.

–No se están tomando medidas, Adora -me dijo
Glimmer.

–A-ah, y-yo... ¿Sería genial que lo hicieran...?
Joder...

Y entonces, ambos se echaron a reír ante mi frustración. No pude evitar esconder mi rostro
entre mis manos.

–Cálmate, Adora.

–Sí, Adorita. No hablábamos sobre el calentamiento
global o la pobreza mundial. Solo queríamos saber
si nos estabas prestando atención. Pero ya vimos
que no es así.

–Lo siento -murmuré, completamente
avergonzada-, me perdí en mis pensamientos.

–Lo notamos. -sentí como uno de ellos me besaba
en la mejilla, haciéndome sonrojar aún más-. Te
ves muy tierna así.

Eyes | Catradora Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora