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Justo después de abrazarnos y las cosas cursis que
siguieron, la madre de Glimmer y el novio de esta
llegaron. La primera me había dado algunos besos
y abrazos asfixiantes, demostrándome cuanto me
extrañaba y lo mucho que me quería, sin embargo,
no permaneció mucho tiempo en la casa, debido a
que necesitaba hacer unas compras en el
supermercado, así que se marchó, dejándonos a las tres solas y prometiendo que volvería para cenar.

El chico se había presentado como Bow Jones, dijo que tenía la misma edad que Glimmer -solo era mayor por tres meses- y que tenía buenas intenciones con ella, anteponiendo su felicidad a la suya y cosas así. Al principio me extrañó que me dijera esas cosas a mí, pero luego me explicó que, al parecer, mi amiga le había hablado mucho de mí y sabía que yo era como su hermana mayor, así que se suponía que yo debía aceptarla. Me eché a reír cuando me lo contó y le dije que estaba bien que salieran juntos y que no necesitaban mi permiso para hacerlo, aunque eso sí, nada de pasarse de listos conmigo presente. La risa de Glimmer me hizo saber que el chico estaba avergonzado y poniéndome seria le di la típica advertencia sobre no hacerle daño. Cuando me prometió que eso era impensable para el, me relajé completamente y tuve que darle la razón a mi amiga en una cosa. El era malditamente adorable y divertido. Un completo amor de persona.

Nos quedamos hablando toda la tarde y pude
conocerlos mejor a ambos, Glimmer había
cambiado un poco, pero en mi opinión no era malo.
Era un poco más extrovertida y risueña de lo que
recordaba... Ella parecía feliz y eso me alegraba
infinitamente.

Al menos una de las dos es feliz.

Horas después mi madre y la de Glimmer
llegaron y nos dispusimos a cenar juntas. Al
finalizar la cena tuvieron que irse, no sin antes
prometer que irían a visitarnos a casa, y eso me
alegró aún más.

Actualmente ya no me parecía tan divertido...

¿La razón?

Mi madre -como la buena persona que es- les
había contado a mis amigos que últimamente había
estado algo decaída y triste -omitiendo la razón,
claro está- entonces ellos tomaron la decisión de
llevarme al parque porque creían que lo mejor era
que saliera de casa y respirara aire fresco. Creían
que llevándome allí me distraerían de mis
problemas y todo estaría mejor.

Pero lo que ellos no sabían, era que ese lugar estaba lejos de sacarme de mi melancolía. No quería ir porque temía encontrar al problema justo ahí.

Temía verla otra vez.

Así que aquí estábamos. Todas sentadas en el sofá y los sillones, tratando de convencerme de salir de mi refugio.

–Por favor, Adora. Tienes que salir de aquí, no es
bueno para nadie estar encerrado tanto tiempo.
-dijo Glimmer tomando mi brazo y dando
algunos apretones.

–Anda, Adora. No sé porqué no quieres ir, pero te
prometo que no dejaré que nada te suceda. A
ninguna de las dos -Bow apoyó a su novia. Tomando mi otro brazo y apretándolo de igual forma.

–No quiero ir -me negué.

–Anda, hija. Tus amigos solo quieren lo mejor para
ti. Y han venido desde tan lejos para verte.

Oh, no. No uses ese chantaje emocional conmigo,
madre.

–¿Por qué no quieres ir? -me preguntó la madre
de Glimmer.

–Solo... Solo no me gusta ir al parque, es todo.

–Oh vamos, Adorita. Será divertido -insistió
Glimmer- Podemos caminar un poco y comer
helado, sé que te gusta.

–No quiero.

–Por favor, Adora.

–No.

–Por favor.

Eyes | Catradora Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora