— Entonces nos vemos después Junkyu. — sus amigos se despedían de él nuevamente, esta vez siendo los últimos en salir y dejando el salón vacío con solamente Junkyu dentro.
El pelinegro se agachó un poco y sacó una lonchera que su hermana le había dado. La abrió y sacó su almuerzo, también un jugo que muy seguramente su sobrino le había agregado.
— Hola Junkyu.
— Maestra Chaerin. — llamó con una sonrisa. — ¿Va a almorzar conmigo hoy?
— Claro, por eso llegué temprano. — respondió pasando al escritorio. — Hoy traje pasta, ¿qué hay de ti?
— La verdad no lo sé. Mi hermana no me dijo y mi sobrino me dijo que me iba a gustar mucho. — respondió señalando su topper.
— ¿Quieres que te diga qué es?
— Si, por favor.
Junkyu destapó su almuerzo y Chaerin, desde su escritorio, echó un vistazo.
— Tofu, arroz y vegetales. También tienes un pequeño postre, galletas. Seguramente son de las que hacen en tu casa.
La familia de Junkyu tenían una pequeña panadería de la cual se sustentaban.
— Vaya, suena rico. — respondió el otro mientras sacaba sus palillos. — Provecho maestra.
— Igual para ti, Junkyu.
Junkyu empezó a comer mientras escuchaba a su maestra hablarle sobre su mañana.
— Mi hijo es todo lo contrario a ti, Junkyu. Él es algo desobligado realmente. — comentó Chaerin. — Si algún día escuchas un escándalo cerca del edificio B, es mi hijo.
— ¿Su hijo estudia negocios?
— Si, está en segundo semestre. Es un buen chico, aunque a veces es un completo bruto. — respondió.
En ese momento Chaerin recibió un mensaje de dirección. Había una reunión de profesores.
— ¿Pasa algo? — preguntó al escuchar ese silencio incómodo que había cuando Chaerin debía irse por alguna situación.
— Lo siento Junkyu, creo que te dejaré un rato solo. Tengo que ir a dirección.
— Está bien. — respondió. — Espero que todo salga bien.
— Yo igual. — dijo soltando un suspiro. — Las juntas de maestros son tan agobiantes a veces.
Chaerin tomó lo necesario y recogió el resto de sus cosas dejando su bolsa en la silla del escritorio. Se despidió de Junkyu prometiendo que regresaría pronto y finalmente se fue.
El otro se acomodó sobre su silla y siguió comiendo haciendo un ritmo con dos de sus dedos para entretenerse mientras tanto.
.
Y en otro lado, pero no muy lejos de ahí en realidad, se encontraba otro chico buscando el salón donde su madre estaría para entregarle algunos papeles que se le habían olvidado antes de irse al instituto.
— Salón A12... — dijo para sí mismo viendo los números en cada puerta mientras buscaba el que había mencionado. — Mamá, más te vale que no me digas que no los necesitabas porque subí dos malditos pisos para buscarte.
Y finalmente, al final del pasillo, Haruto logró ver aquel salón que tenía la puerta abierta. Tal vez su madre ya estaba ahí dando clase, a decir verdad, no conocía sus horarios, sólo sabía que podía encontrarla ahí desde medio día hasta las 3 de la tarde y desde ahí, estaría de edificio en edificio, incluso a él le daba clases.
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«lindo corazón» - [HaruKyu]
FanfictionHaruto una vez encontró a un chico sentado sólo en un aula vacía y jamás supo como dejar de ir en todos sus descansos a verlo. -Capítulos cortos -Historia corta