11: ¿Adiós?

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Al día siguiente Haruto se dirigía como de costumbre a almorzar con Junkyu. Llevaba en manos su almuerzo y en la otra un nuevo bastón que había comprado para él. No sabía mucho sobre esas cosas, pero Yedam sí y él lo había ayudado a elegirlo entre otros más.

- Estoy ansioso de conocer a tu amigo. - dijo Yedam caminando detrás de él. - ¿Puedo quedarme a comer con ustedes?

- Por supuesto. A Junkyu le encantará la idea. - respondió el japonés.

Pero cuando entraron al salón, este estaba vacío.

- Tal vez fue al baño. - dijo Yedam al no ver a nadie dentro. - Tal vez debamos esperarlo.

- Que raro. Siempre está aquí.

Haruto tomó asiento en el lugar de Junkyu y dejó las cosas sobre la mesa. Junkyu nunca le dijo nada sobre que faltaría o algo así, a decir verdad, desde el día de ayer no le decía nada.

Tomó asiento en el lugar donde Junkyu siempre se sentaba y buscó su mochila para meter el bastón. Sería una sorpresa para él encontrar uno completamente nuevo y, además, que contaba con mayor facilidad para extenderlo y retraerlo. Pero su mochila no estaba.

Haruto empezó a buscarla por debajo de la mesa y de la silla, pero no había nada.

- Se la habrá llevado al baño. Dices que lo molestan. Tal vez quería cuidar sus cosas. - dijo Yedam tomando asiento también.

- Junkyu nunca se lleva sus cosas. No lleva nada necesario en su mochila, siempre la deja. - negó nuevamente. - Voy a buscarlo al baño.

Yedam se levantó y lo siguió por detrás.

Junkyu tampoco estaba en el baño y ya empezaba a preocuparse. Si hubiera faltado por algo se lo habría dicho, siempre que faltaba se lo decía.

- Dices que tienen clase en el gimnasio, ¿no? - Haruto asintió en respuesta. - ¿Y si fue? Vamos a buscarlo.

Realmente el último lugar en el que Haruto hubiera buscado era en el gimnasio. Sabía que Junkyu odiaba estar ahí, pero también le había dicho que sus amigos muchas veces lo invitaban a ir, así que aún tenía un poco de esperanza en que podría estar ahí.

Pero tampoco estaba ahí. No conocía a sus amigos, por lo que no preguntó a nadie y salió del lugar.

Sacó su teléfono de su bolsillo y entró a su chat para enviarle un mensaje.

En ese momento le llegó un mensaje de Junkyu.

Se sintió aliviado al ver ese mensaje. Estaba más tranquilo ahora, eso le hacía sentir que estaba bien y era lo único que le importaba.

Mensaje de voz [Junkyu]
Hola, Haruto. Quiero decirte que ya no vayas a mi salón a comer conmigo, he decidido que empezaré a asistir a las clases de gimnasio con mis amigos. Justo ahora estoy ahí, así que ya no tienes por qué acompañarme. Gracias por haber sido mi amigo, pero creo que deberíamos dejar de encontrarnos ahora, no quiero causarte problemas.
Adiós.

Haruto se quedó sorprendido con lo dicho. Sentía que su corazón se detenía con sus palabras.

¿De verdad Junkyu ya no quería estar con él?

Mensaje de voz [Haruto]
Junkyu, no puedes decirme eso. Estoy en el gimnasio y tú no estás aquí. No mientas, ¿por qué lo haces? ¿Qué pasa contigo? ¿Qué hice para que ya no quieras estar conmigo?

Haruto sentía a su voz quebrantarse mientras esperaba una respuesta. Se aguantaba las lágrimas para no llorar, pero era inútil, algunas lágrimas cayeron por sus mejillas mientras en su mente seguía escuchando la despedida de Junkyu por un mensaje.

Mensaje de voz [Junkyu]
Por favor, no me busques. No quiero que estés conmigo y no quiero estar contigo. No insistas, por favor. Adiós, Haruto. Me gustó mucho conocerte, te quiero.

Y cuando estuvo por responderle, de repente le fue imposible. Junkyu lo había bloqueado.

El japonés se dejó caer al suelo mirando su teléfono, ¿qué había hecho para que Junkyu no lo quisiera ver más? Eran amigos, nunca hizo nada para lastimarlo, siempre había intentado ayudarlo. O tal vez eso era. Tal vez Junkyu ya se había fastidiado de él.

- Haruto, - llamó Yedam acercándose junto a otro chico. - él es de la clase de Junkyu.

- Junkyu no vino hoy. - dijo el otro. - Al parecer no avisó a nadie, porque sus amigos lo estuvieron esperando y dijeron que no llegó, también que no les respondía los mensajes.

Haruto se levantó y tomando sus cosas se fue sin decir más. Yedam fue tras él pidiéndole que se tranquilizara, pero Haruto no podía estar más asustado en ese momento.

¿Qué pasaba con Junkyu? ¿Por qué no quería hablar con él y, aparentemente, con nadie más? ¿Por qué le pidió que no lo buscara si eran tan buenos amigos?

«lindo corazón» - [HaruKyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora