26: Un Resultado Inesperado

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Sandara y Junkyu seguían en la sala de espera del consultorio mensual al que Junkyu asistía para tratar su ceguera. Aquel día había ido para recibir los últimos resultados de su hijo.

La puerta del consultorio se abrió y el doctor salió con las manos vacías. Sandara se levantó de su lugar y fue hacia él, mientras que Junkyu la siguió con ayuda de Tobby.

— Estamos aquí por los resultados de mi hijo, ¿me recuerda? Soy su mamá. El paciente es Kim...

— Kim Junkyu. — completó el doctor. — Lo siento, señora. Pero en este lugar ya no atenderemos a su hijo.

— ¿Qué? ¿Por qué? — preguntó incrédula. — ¿Qué sucedió?

— Porque ya no tiene caso. Su hijo nunca volverá a ver y... — el doctor tomó un poco de aire y suspiró. — Y ya no voy a perder mi tiempo. A partir de hoy su hijo deja de ser afiliado de este consultorio. Por favor, ya no regresen más. Deje de gastar su dinero en algo imposible.

Junkyu se quedó inmóvil, incrédulo de lo que había escuchado.

¿Y qué había de todas las veces que ese mismo doctor le predecía posibilidades después de sus resultados? Que estaba cada vez más cerca de lograrlo y que cada avance era positivo para la cirugía.

— Con su permiso.

El doctor regresó a su consultorio, escuchando como Sandara intentaba hacer reaccionar a su hijo y consolarlo, pronto escuchando el llanto del menor y en cada sollozo podía reconocer el dolor que le había causado.

Pero no podía hacer nada.

Entró a su consultorio, donde una anciana lo esperaba con una sonrisa de oreja a oreja.

— Ya está. Ya le dije. — dijo el doctor. — ¿Es feliz ahora? Le acabo de arruinar las posibilidades a ese muchacho. Tenía tan buenas noticias para él, estaba tan cerca de esa cirugía...

— Por mí que de esa cirugía no hubiera salido nunca. — respondió la anciana. — No me importa ese muchacho. No me importa si sus resultados eran positivos, no me importa nada de él. Estoy dispuesta a perder toda mi fortuna con tal de arruinarlo.

.

— El doctor dijo que no había ya nada que hacer.

Jisoo volteó con nostalgia y tristeza a la vez hacia la recamara de su hermano, donde hace un buen rato que se había ido a acostar.

— No lo entiendo... Iba tan bien. Después de tantos años creí que estábamos cerca. — dijo Jisoo. — Es que es imposible.

— Yo tampoco lo entiendo. No sabes como me duele verlo así.

Jisoo abrazó a su madre sobando su espalda.

— ¿Y si buscamos otro lugar? Una segunda opinión.

— Junkyu ya no quiere ir a más doctores. Se lo propuse en el camino, pero estaba tan triste... No lo quiero obligar. Si después quiere hacerlo, tendré otro doctor para él, pero creo que lo mejor es no tocar el tema por un par de días.

— Mamá, hoy Junkyu saldría. Es el cumpleaños de Haruto e iría a su casa.

— Le avisaré a Haruto que no venga. No sé, inventaré algo. — respondió, a punto de ir por su teléfono, la puerta de la habitación de Junkyu se abrió y este salió, ya listo para irse.

— ¿Pueden ayudarme a ponerle la correa a Tobby?

Jisoo atendió tomando la correa, mientras que Sandara no estaba segura.

«lindo corazón» - [HaruKyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora