21: Una Película Con Un Final Inesperado

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— Me gusta mucho lo que preparaste hoy, mamá. — dijo Junkyu bajando los palillos para poder hablar. — Siempre cocinas algo muy rico.

— Gracias, cariñito. Pero ahora come o se te hará tarde. — respondió Sandara mientras revisaba la correspondencia de la semana.

Pasó los recibos dejándolos sobre la mesa para recordar pagarlos después, también habían algunos folletos típicos de algunos vendedores u otros empleos, pero extrañamente no estaba el recibo del banco con la cuota pagada de aquel mes y el anterior tampoco había llegado.

Anteriormente le había sucedido, pero al siguiente mes siempre llegaba el recibo faltante. Aquella situación le había sucedido en dos ocasiones, pero está vez era extraño, ya faltaban dos recibos.

— ¿Pasa algo, mamá? — preguntó Jisoo al notarla distraída.

— Otra vez faltó el recibo del banco. Hice el pago personalmente, no sé qué pasó. — respondió Sandara mientras volvía a revisar el correo, sobre por sobre.

— Tal vez llegue la siguiente semana. Puedo pasar al banco cuando regrese de dejar a Junkyu en la escuela.

— No, iré yo. Tengo el comprobante de pago. — Sandara sacó aquellos papeles debajo de un libro y los guardó en su bolso. — Quiero asegurarme de que hayan registrado mis pagos.

— Abuela, también tienes que llevar al tío Junkyu al médico. — dijo Rowoon mientras señalaba al mencionado. — Dijiste que irían hoy.

— Junkyu, lo siento, pero el médico canceló la cita. — dijo la mujer formando una mueca en sus labios. — Pero está bien. Podremos ahorrar la consulta y guardar más para tu operación. Estamos muy cerca de tener lo que nos pidieron.

Junkyu sonrió sintiendo que sus ojos se llenaban de lágrimas al escuchar aquellas palabras.

— ¿Entonces mi tío va a volver a ver? — preguntó Rowoon levantándose de su lugar. — ¿Y me va a ver a mí y a todos nosotros?

— Yo tengo fé en que así será. — respondió Jisoo tomando la mano de su hermano.

— Yo también... — respondió Junkyu entre pequeños sollozos. — Tengo fé en que volveré a ver algún día y les prometo que les voy a  compensar todo lo que hacen por mí.

— No tienes que hacer nada por nosotros. — dijo Jisoo. — Somos tu familia y te amamos.

— Yo no soy tu familia, pero aún así te quiero. — habló una tercera voz que Junkyu reconoció inmediatamente. — Perdón por entrar así, pero estaba abierto. Estaba por tocar la campana y escuché su conversación por accidente.

— Descuida, Haruto. Pasa, por favor. — respondió Sandara señalando una silla. — ¿Tienes hambre? ¿Puedo servirte algo?

— No quisiera molestar, pero la verdad me gustaría mucho que lo hiciera. No desayuné en mi casa, quería venir temprano para poder llevar a Junkyu al instituto.

— No son molestias. Siempre vas a ser bienvenido en esta casa. — dijo Sandara dándole un pequeño empujón para que pasara a sentarse. — Te presento a mi hija mayor y a su hijo. Creo que no los conocías.

— Mucho gusto. — habló Haruto mientras se sentaba al lado de Junkyu. — Soy Haruto, amigo de Junkyu. Tú debes de ser Rowoon. Junkyu me ha hablado mucho de ti.

— Si, soy su sobrino. — respondió mientras examinaba a Haruto de pies a cabeza. Nunca lo había visto y ahora que lo hacía recordaba a su tío haber hablado de él una y otra vez, ¿por qué lo hacía? ¿Tanto lo quería? ¿Más que a él? — También lo quiero mucho... Más que tú.

«lindo corazón» - [HaruKyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora