📜Capítulo 52. Un pequeño resfriado

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— un poco de leche en esta taza y estará lista —y aunque pareciera irreal, la señorita Grindelwald traía un termo de zumo de calabaza en su maletín

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— un poco de leche en esta taza y estará lista —y aunque pareciera irreal, la señorita Grindelwald traía un termo de zumo de calabaza en su maletín. Mientras que la profesora junto al señor Khanna devoraban los chocolates de rana juntos.

Y aunque la joven Grindelwald no esperaba nada de todo lo había sucedido, agradecia que su gusto por el zumo de calabaza estuviera presente para ese momento.

Dejó la taza frente a la profesora Haywood— tenga profesora, estoy segura que esto aliviará cualquier malestar —la profesora Haywood casi podía repasar cualquier mito que se había redactado de Ariana Grindelwald. Pero lo reservaba en su cabeza.

Creía que sería una chica totalmente huesuda, con un cabello totalmente despeinado, con verrugas en su rostro y una mirada arrebatadora o al menos eso era lo que había estado escuchando por mucho tiempo.

Pero Ariana Grindelwald estaba frente a ella y sonreía con sus dientes tiritando por el frío que tenía, veía a la chica y casi no podía creer que fuera ella realmente, cuando muchos de los cortos de las historias en el periodico decían que era el monstruo del Valle Godric, que escondida entre las montañas, Ariana Grindelwald esperaba paciente para sus planes nefastos.

Y ahí estaba Ariana, planeando su próximo movimiento con la cortina— esto ha sido de mucha ayuda, pero hay un hechizo que funciona para dar calor —y pensativa puso la varita sobre la cortina, hasta que lo recordó y pronunció— calidum —a la cortina.

— Entonces pensará en contarme ¿qué sucedió allá afuera? —preguntó el señor Khanna no pudiendo creer que realmente el señor Wood la haya obligado a hundirse en el lago.

Ariana entonces se acercó a la profesora Haywood y le ofreció la manta— esto la mantendrá aún más caliente —

La profesora en estado de shock se rehusó— no, no, espera, está muriendo de frío —se excuso mirando a la chica que chorreaba agua desde hacia un tiempo— debería utilizarlo usted, señorita Grindelwald —

A lo que Ariana se negó enteramente con una sonrisa— tan solo pescaré un resfriado, pero usted ha sido petrificada y en la escala de cosas terribles que podrían pasar, ser petrificado está en la cima —

Faigel entonces graznó y de pronto la hospitalidad tuvo que esperar, cuando por la entrada del vagón entró un hombre de aspecto corpulento y barbudo dispuesto a atacar de una u otra forma a Ariana Grindelwald.

expelliarmus —la frase salió de los labios de aquel mago y Ariana de inmediato utilizó el hechizo de protección.

protego —y en el momento en que ella creyó que aquel hombre volvería a lanzar un hechizo, este mismo hombre rió a carcajadas frente a ella y tomó su estómago riendo una y otra vez.

— Eso ha sido divertido —expresó el señor y de pronto todos los demás atacantes aparecieron tras de él.

La profesora Merula rodó sus ojos frente a la situación tan absurda— ¿De qué te ríes? Lee —

— ella es muy pequeña y logró captar mi hechizo —río una y otra vez Lee, casi como si fuera un programa de comedia.

— realmente no le veo lo gracioso —expresó Merula Snyde, profesora de Hogwarts.

A lo que la profesora Haywood pareció también apoyar— tienes un sentido del humor muy extraño, Barnaby —

— ustedes solo no saben disfrutar de la vida, ¡cinco puntos para Grindelwald! —exclamó Barnaby Lee con gran emoción— nada mal para un Grindelwald —

Barnaby Abernathy Lee era un mago que comenzó a asistir al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería en 1984 y fue seleccionado en Slytherin junto con la bruja y ahora profesora, Merula Snyde de quién se hizo amigo. Sus padres en su tiempo habían conocido a Voldemort.

Se decía que Barnaby, usaba fuerza bruta para lanzar sus encantamientos. Su terquedad es su mejor arma para superar cualquier obstáculo y su conocimiento sobre Slytherin podría resultar útil.
Pero aún Ariana estaba inquieta y mantenía la varita levantada dudando de los pasos de todos, en especial de la profesora Snyde— ¿no seguirán atacando? —preguntó temerosa.

Y la profesora Merula muy déspota contestó— ¿quieres un duelo de verdad? —

A lo que todos le miraron mal, excluyendo al señor Egwu quién parecía más perturbado en cuestión.

Aún así, el señor Khanna respondió a Ariana tomando su hombro por detrás— ya no es necesario, hemos llegado —

— ¿llegado? —Ariana bajó su varita, justo cuando el tren lanzó el sonido de aviso de estación y cuando todo dejó de moverse para ver a través de la ventana un establecimiento.

— Pero miren nada más, ¿qué han hecho? —el señor Harris, quién se había mantenido en el primer vagón del tren todo el tiempo, ignorando los otros vagones, como se le había pedido, finalmente había realizado su recorrido por el mismo y se había topado con el desastre que había acontecido— madre mía, pero por las barbas de Merlín —y tan solo era el principio, porque el recorrido de los vagones traseros, sería un desastre más, del cuál seguramente Harris llegaría a tener pesadillas.

— lo arreglaremos, señor Harris —el nervioso señor Cooper había aparecido hace poco y aunque en ningún momento probó la fuerza de magia de la señorita Grindelwald, sí había visto todo de lo que era capaz en muchos momentos. Más bien se encargaba de pasar desapercibido para cuidar la integridad de la profesora Haywood.

 Más bien se encargaba de pasar desapercibido para cuidar la integridad de la profesora Haywood

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Ariana Grindelwald Y El Legado MalditoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora