Ariana Grindelwald nació con un defecto físico y no puede evitar ser juzgada por todos los magos y brujas incluyendo al ministerio de magia que es el gran régimen que existe en el mundo mágico, vive con su madre Lie, su tía Mell y su abuelo Elio Gri...
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— los muggles no tienen magia, pero nosotros sí, podemos ser más que ellos, podemos tener el mundo de una forma distinta —exclamó— y sin embargo debemos ocultarnos para no asustarnos —repuso con un bufido, Ariana no entendía a dónde quería llegar y frunció su ceño sin ocultar su extrañeza.
— Debemos proteger la magia, el mundo mágico, si los no mágicos se enteran… —
— no harían nada, Ariana, son simples muggles —y una corriente de escalofríos recorrió su espalda, Ariana pronto se empezó a cuestionar con firmeza la actuación de su primo.
Cómo si no recordará la historia, Ariana camino a paso lento hacia Benjamín y expuso su razón— ¿No recuerdas la caza de brujas? En los siglos XV y XVII, millones de brujas murieron solo por tener magia en sus venas —el pecho de Benjamín subía y bajaba mientras su energía disminuye con las palabras de Ariana, él tan solo recordar que muchos magos y buenas murieron durante la famosa "caza de brujas" era suficiente para dar razones— nos ocultamos para no morir en hogueras, para no correr el riesgo de la ambición de los muggles, no queremos volver a eso, deberías saberlo mejor que yo, Ben, mis libros cuentan sus historias y cada una de ellas es cierta, hace mucho dejé de leer cuentos de fantasía —admitió Ariana— pero debo admitir que la fantasía es mejor que la realidad —
Benjamín no estaba dispuesto a aceptar el hecho de ocultarse, no ahora que sentía que la venda que había creado el ministerio de magia y todos aquellos que le seguían habían dispuesto— ¿Nunca has tenido una ambición? Ariana —volvió a surgir una pregunta y Ariana no sabía qué contestar.
Caminaba hacia sus libros y buscaba el libro de pociones para estudiar, pero la pregunta no paraba de rondar por su cabeza, había sido presa en su casa tanto tiempo que parecía no tener ninguna ambición— no lo creo —
— ¿ninguna? —volvió a preguntar Benjamín.
Pero entonces pensó en el libro entre sus manos y Ariana dibujó una sonrisa diciendo— aprobar el examen de Hogwarts y entrar como estudiante —Benjamin no muy convencido de la ambición de su prima asintió.
— El lugar donde voy me enseñan a desarrollar mi ambición, el querer ser el mejor mago de este tiempo —expuso.
Ariana sonrió hacia Benjamín— pero si ya lo eres —
La definición del mejor mago para Benjamín era muy distinta a la de Ariana, pero él suspiró antes de volver a explicar— el mejor mago siempre debe ir más allá de los límites, buscar lo que nadie más se atreve a buscar. En la asociación a la que voy me enseñan eso, además de no tener distinción de magos en su edad, tampoco lo tiene hacia sus inclinaciones, muchos de ellos son repudiados por la sociedad —expuso Benjamín— pero son alejados de la sociedad porque solo ellos saben lo que un mago realmente es —
Ariana estaba intrigada pronto por la asociación creyendo que quizás ella podría ser parte de ellos— quizás, podría unirme a ustedes —y la sonrisa plasmada en Bejamin se borró al instante. Parte de estar en ese grupo era su razón de ser, si dejaba que Ariana entrara el grupo seguramente sería mejor que él, Benjamín no podía permitirlo.
Por eso le quitó la idea de la mente— no lo necesitarás, a diferencia de Durmstrang en Hogwarts refuerzan las clases que quieras con clases extras, no será necesario que tengas que buscar fuera, Hogwarts ofrece mucho, por eso es muy prestigiada —aclaró Benjamín con una sonrisa reconfortante para Ariana.
Nuevamente Ariana sintió pavor, tenía el libro en sus manos, el libro de pociones, era el estudio que más le costaba porque no tenía como practicar las pociones, pues por más que practicará sus complementos, materiales, hechizos y demás, no era lo mismo que realizarlo como tal— creo que me pondré a estudiar —una nube se formaba en su cabeza sentándose en su cama cuando el estruendo de la chimenea sonó anunciando la llegada de su madre y tía.
Pero a ella no le importó, sin embargo para Benjamín sí era importante, pronto Ariana dejaría el agujero en que su tía la había metido y sabía que para los Grindelwald que Ariana saliera de su zona protegida no era un visto bueno, sin embargo él sí creía que ella debía salir, la crueldad de su tía con Ariana no tenía precedentes y tal vez Hogwarts detendría el encarcelamiento y escribiría una nueva historia para Ariana.
Benjamin sentía que Ariana en el fondo realmente no se sentía conforme en el hogar, sabía que por mucho años había sido encerrada para proteger a los demás de su futuro, pero ¿Y qué pasaba con el futuro de ella?
— sobre la tía Lie —él no quería que Ariana se sintiera mal por su madre, quería que olvidara el hecho de su maltrato eterno— ella es… —pero aún en un momento así, Ariana llegaba a sorprender a Benjamín con facilidad.
Ella levantó la mirada y sonrió reconfortante— les demostraré que puedo ser buena y una gran bruja —asegura con tanta inocencia que no había forma de no creer que fuera así, pero seguramente sería difícil.
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En el día de hoy, celebramos no solo a padres, sino también a aquellos que dieron su vida por el futuro de sus hijos, aquellos que combatieron hasta el final. Y aunque no todos pudieron atravesar el umbral de la gloria en vida, sé que también lo pasaron en la muerte.
¡Una lechuza trae una nueva carta y con ella una imagen!
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Una historia de amor [Parte 2]
Al igual que muchos otros miembros de la familia Weasley, Arthur tiene el pelo de color rojo brillante, a pesar de que se estaba quedando calvo en la década de 1990. Lleva gafas y tenía los ojos azules y también era alto y delgado, cualidad heredada por sus hijos Ron y Bill. Él también tenía marcas visibles en alguna parte de su cuerpo de una paliza, mientras estudiaba en Hogwarts, por haber llegado tarde al dormitorio. El castigo fue establecido por el cuidador del momento, Apollyon Pringle.
Mientras que Arthur Weasley fue visto a menudo como "diversión" en los años anteriores, con el regreso de Lord Voldemort y la creciente crisis en el mundo mágico, tuvo un papel cada vez mayor, teninedo alto rango en la Orden del Fénix, además de nuevas responsabilidades en el Ministerio. Fue protector de Harry, y, a veces asume un papel paternal, una posición anteriormente ocupada por el padrino de Harry, Sirius Black, y por Albus Dumbledore, el Director de Hogwarts. Él era un hombre de principios y se mantuvo leal a Dumbledore, aunque su avance en el retraso del Ministerio de Magia y le costó el respeto de Percy, quien también trabajó en el Ministerio, pero más de acuerdo fuertemente con las políticas del Ministro de Magia.
En mayo, Arthur llegó a la escuela para tomar parte en la Batalla de Hogwarts. Su distanciado hijo Percy llegó justo a tiempo para pedir disculpas a su familia y expresar su deseo de participar en la lucha contra el ejército de invasión de Voldemort. Arthur y Percy se reconciliaron, y todos los Weasley tomaron parte en la batalla. En conjunto, Arthur y Percy incapacitaron a Pius Thicknesse. Después de esto fue testigo de cómo su esposa mató a Bellatrix Lestrange y Harry derrotó a Voldemort. La familia estaba devastada por la pérdida de Fred en el combate.
En los años después de la muerte de Voldemort, la familia de Arthur creció aún más, ya que la mayoría de sus hijos, se casaron y tuvieron hijos.
