Ariana Grindelwald Y El Legado Maldito

📜Capítulo 35. Un Reencuentro Adorable

Scorpius notó la preocupación en Ariana y sintió compasión de ella— de ninguna manera —alegó tomando la maleta de Ariana y vio al Fénix reposar en la jaula— ¿es tuyo? —

Ariana asintió— es Faigel, va conmigo a todos lados —

— parece dormir, así que iremos un poco suave, verás que llegaremos a tiempo —y ofreció su antebrazo cordialmente a Ariana— y que me agradas —la propuesta de Scorpius hizo erizar la piel de Ariana pero no evitó que tomará su antebrazo y fuera con él— primero buscaremos a Albus y luego iremos en la intersección de Ollivander para salir a Londres —y con el paso de Scorpius por la calle y Ariana tomando su antebrazo, las personas hacían paso al par de chicos, pronto para Ariana parecía que Scorpius era su escudo entre las personas y eso la hacía sentir bien. Scorpius era tímido, pero las gafas y el caminar lo distraía de pensar que diría algo tonto cuando Ariana podía decir algo más tonto— entonces, tienes catorce años ¿no? —

— sí, este año cumpliré quince, en Diciembre —comentó Ariana emocionada— ¿y tú? ¿cuántos años tienes? —

— quince, como Albus —respondió Scorpius sin mirarle, enfatizando su mirada en el frente— entonces, ¿estás cien por ciento segura que podrás con los exámenes? —

— ¿crees que no? —fue como tocar un punto sensible en Ariana y aferró su agarré sin  darse cuenta, pero Scorpius lo noto y noto la incomodidad enseguida.

Quiso arreglar sus intenciones en sus palabras al instante en que sintió que Ariana se empezaba a flaquear— no, no, no es eso, sino que es el material de dos años y bueno, para mí sería difícil pasarlo, pero si eres inteligente tal vez si puedas —

— tal vez debí haber tomado una poción agudizadora del ingenio —masculló Ariana con pesimismo, aunque sabía que podía saberse mucho, la memoria no ayudaría mucho si no eras capaz de expresarlo con tus propias palabras.

— no te lances un encantamiento confundus, Ariana —expresó Scorpius— tal vez no me expresé bien, eso es lo que pasa cuando intento hablar, las cosas se malinterpretan —suspiró en rendición y trato de arreglarlo— sé que eres capaz, veo tu determinación y eso que nunca he dado adivinación —

— no te preocupes —añadió Ariana con pesimismo— en mi familia para ser sincera, nadie confía en mi dote como bruja y creen que no lograré pasar los exámenes, pero si existe una mínima posibilidad, realmente quiero aprovecharla —añadió con ferviente deseo, pero sabía que había mucho en contra.

— Lo pasarás Ariana, cuando lo hagas podremos vernos en Hogwarts y creo que Albus lanzará un encantamiento al sombrero con tal de ponerte en Slytherin con nosotros, aunque sería genial que lo seas —Ariana dibujó una sonrisa en sus labios y mientras caminaban las palabras de Scorpius la motivaban más y más a ser quién realmente quería ser, ser una estudiante de Hogwarts y ser una gran bruja, también le hizo pensar en que Scorpius parecía ser un buen consolador con los demás.

Y faltaba poco para que Albus se encontrará con ellos, cuando Scorpius y Ariana cruzaban por Gringotts en busca de Albus, él salía de la heladería con un Butterbeer en su mano y un poco de espuma en sus labios cuando captó a Ariana y a Scorpius mirándole.

Albus de inmediato corrió hacia ellos y se alegró tanto de volver a ver a Ariana que casi se le caía el Butterbeer de las manos de gelatina que tenía.

— ¡Ariana! —

— ¡Albus! —y sin precedentes Albus abrazo a Ariana sin tiempo a pedirle el permiso de hacerlo o indicar que lo haría, pero ese abrazo inesperado hizo sentir a Ariana querida y sorprendida, era lo que necesitaba en un momento tan crucial como ese.

Se separó de ella cuidando de no derramar la Butterbeer y sonriente miró a Scorpius— te dije que estaría aquí —

A lo que Scorpius respondió — claro que nunca te detendrás eh, mira la hora que es, faltan cinco minutos para que el tren llegué a la estación, debemos irnos y que Ariana suba a ese tren —

— ¿Qué tren? —preguntó Albus.

A lo que Ariana respondió con — mi tren, el expreso de Hogwarts, es hoy —una sonrisa inmediata se posó en los labios de Albus y aún con el espeso y burbujeante líquido en su bozo expresó su alegría.

Albus alzó sus brazos emocionado— ¡tu tren a Hogwarts! ¿Hoy iniciarán tus exámenes? —pronto entre risas y felicitaciones de parte de ambos chicos, Ariana fue conducida por el callejón Diagon en busca de la puerta secreta que llevaba al camino hacia la estación de trenes.

Albus iba a un lado de Ariana contándole sobre las maravillas y lo genial que sería estar con ellos en Hogwarts, mientras Scorpius ayudaba con la maleta de Ariana y también con Faigel dormido aún.

— este año Scorpius y yo debemos hacer nuestro M.H.B —explicó Albus a medida que terminaba su Butterbeer embotellado— es una prueba estandarizada específica de la materia tomada durante el quinto año de los estudiantes del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, administrado por el Tribunal de Exámenes Mágicos —agregó a lo que Scorpius también se incluyó.

— no dejaré de admitir que es algo que me pone de puntas, he tratado de estudiar todo lo mejor posible, no es algo ajeno a lo que tú hayas estado haciendo, el M.H.B es importante porque califica todo lo que hemos dado y es frustrante —bufo Scorpius— La calificación obtenida por un estudiante en un T.I.M.O. en particular determina si se le permitirá continuar tomando esa asignatura en los años escolares posteriores, y si podrían tener éxito en la obtención de un trabajo en particular —

— Yo quiero ser Auror, como mi padre —dijo Albus de inmediato— pero sí o sí tengo que pasar por el T.I.M.O con herbología, encantamientos, pociones, transformaciones… —

— cuidado de criaturas mágicas, historia de la magia, defensa contra las artes oscuras —completo Scorpius con pesimismo— me he estudiado el plan más de veinte veces y aún no puedo creer que lo más fácil se me olvide —

— Pero claro, estoy seguro que Rose se lo sabrá perfectamente —replicó Albus con vagueza.

— ¿Rose? —preguntó Ariana y una corriente cruzó por la espalda de Scorpius.

Albus respondió— es mi prima, Rose Weasley, es inteligente y eso, le gusta que sea adulada, además que se aprovecha de la fama de nuestros padres para tener ciertos privilegios —era claro a Albus no me complacía mucho hablar de su prima, pero cuando lo hacía trataba de demostrar en su rostro la inexacta falta de hermandad que debía tener con Rose como familia.

Ariana recordó a Rose de Sortilegios Weasley y se preguntó si era la misma, al igual que se acordó de la joven Beckendorf y se preguntó entonces si Scorpius era de quién hablo esa vez y si era de él de quién estaba enamorada Beckendorf.

También se preguntó muy en su interior si pasar los exámenes y ser acogida en una casa de Hogwarts cambiaría su presencia frente a los demás y si podría entablar una real conversación y amistad con Beckendorf.