13 reasons why (Steddie)

021: Nada es para siempre

"Quiero que esto sea para siempre" - Steve Harrington

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Cinta número diez (parte 4)

Esa llamada.

No había día en el que Steve no lamentara haber actuado de esa manera. Debió quedarse, hablar, no huir como un niño asustado. Él mismo le pidió a Eddie el beso, sabía lo que sucedería, sin embargo, asimilar el hecho de que estaba besando a un chico era distinto.

Quería a Eddie, le gustaba estar con él, y todo a su alrededor era mágico cada vez que lo veía, su sola presencia lo hacía sentir en casa, era demasiado bueno para él, pero entonces recordaba que era un chico, y su mundo entero se venía abajo.

Era como si todo lo que Steve conociera no existiera más, ni siquiera lo que él pensaba sobre sí mismo. ¿Qué diablos era? ¿Cómo sería su vida ahora? ¿En verdad era posible que recién descubriera una parte de él de la cual no tenía noción alguna? Le parecía increíble. Incluso pensó que se había dejado llevar por la falta de afecto y soledad, y tal vez Eddie sólo ocupaba un lugar pasajero. 

Hasta que escuchó esa llamada y sin darse cuenta condujo hacia el que consideraba su hogar.

Porque Eddie Munson no era un lugar pasajero, era su lugar seguro. Mucho más que eso. Fue la única persona que alguna vez le habló con sinceridad, aquella que con pequeños detalles demostraba preocuparse por él, Eddie era el único con quien Steve sentía la confianza para mostrase tal cual es. 

Era quien tenía el poder de alegrar su día con tan solo una sonrisa.

Era en lo primero que pensaba al despertar, y lo último que recordaba en las noches antes de dormir. De pronto,  Eddie lo era todo en su existencia. 

Era todo lo que necesitaba para estar bien.

El beso no lo asustó, por el contrario, le gustó más que cualquier otro beso que dio antes. Todo cobraba sentido junto a Eddie. Lo que verdaderamente asustó a Steve fue confirmar que besó a un hombre y le gustó.

Porque aquello confirmaba que él era diferente. Y estaba conociendo una faceta suya de la que ni siquiera estaba enterado que existía. Eso era lo aterrador del asunto.

Como si fuera un presagio de mis emociones, esa noche llovió mientras yo lloré como un idiota en mi cama, ni siquiera supe el momento exacto en que "Nothing's gonna stop us now" empezó a sonar como para hacerme sentir peor, hasta que lo que parecía imposible sucedió...

Tocaron a mi puerta con insistencia, pensé que era Wayne y olvidó su llave o quizá Jason queriendo bromear, hasta que escuché tu voz...

"Eddie, soy yo, por favor hablemos... Lo siento" - dijiste y corrí a abrirte la puerta. Estabas empapado por la lluvia y tus ojos llorosos combinaban a la perfección con los míos.

Quise dar un paso atrás para dejarte pasar, pero me tomaste de la camiseta para atraerme hacia ti y besarme como nadie nunca lo había hecho antes...

Bajo la lluvia, con esa estúpida canción pop de fondo, tus labios se movían con delicadeza sobre los míos mientras acunabas mi rostro entre tus manos, y las mías sostuvieron tu cintura, todo era simplemente perfecto hasta que recordé dónde estábamos y me separé...

"¿Estuvo mal?" - preguntaste preocupado con el pecho agitado por la adrenalina del momento.

"No, pero vas a terminar agripado si sigues afuera. Ven"

"No me importa tener gripe, sólo quiero besarte una y mil veces" - dijiste queriendo volver a acercarte, pero tuve que ser más fuerte, por el bien de ambos, aunque en verdad, pensaba más en ti.