CAPITULO 6

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- El cervatillo fue llevado a un lugar seguro de miradas curiosas ya que era único de su especie, al ser la princesa Sael nunca dejó de ser ella misma siendo demasiado tímida para dejarse ver, así que se camufla muy bien entre la nieve. Eh escuchado de Garso que la ha visto vagar muy constantemente por estas zonas después de que su primer hogar fuera poblada por los humanos, en las noches se la escucha sus llantos y penas, probablemente su espíritu que sale del cuerpo de la Cierva al estar ya dormida, varias personas que se pierden por aquí dicen o cuentan sus experiencias de haberla visto deambular cerca de ellos Gritándoles en la noche para que huyan, al ser el refugio de Sael el suelo, plantas, árboles y demás se cubrió de nieve, años después la raza de Tulipán llegó para protegerla a ella y a los otros animales Arael fue dada a conocer como nombre (La belleza blanca).

- Nunca me has contado esa historia- Hablo el mago sorprendido, aunque triste pero bella historia después de todo lo que le había pasado a esa tal Sael era inhumano, como también bello que le hayan dado una segunda oportunidad, pero horrible que todavía tenga sus memorias pasadas.

Miro al cielo nocturno entre las copas de los árboles recordando la primera vez que la vio, aunque a ella la dejó de lado y atormento a su compañero de viaje, no es que le importará los enanos se preocupaba más por el pobre Hobbit y Gandalf el segundo parecía muy pensativo.

- Tú lo has visto no? - Pregunto Kili el segundo sobrino de Thorin.

- Varias veces, aun siendo un espíritu conserva la belleza de su raza; cabellos como el oro, ojos plata como la luna, su piel pálida cual porcelana, vestida de blanco puro, se miraba tan triste y desolada y la locura en sus ojos. El chico que me acompañaba ese día salió despavorido, demasiado asustado para admirar a una belleza andante- suspiro- Are guardia hoy, necesitarán descansar bien para seguir mañana- Volvió su vista al libro terminando con la conversación- Tu también descansa Gandalf, está noche probablemente llegue a pasar por aquí- murmuró.

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Se había quedado mirando a la nada por un buen rato, la noche había comenzado a irse dejando entrar por las copas de los árboles los primeros rayos de sol iluminando el lugar donde ellos estaban; los primeros en levantarse fueron Ori, Nori y Dwalin seguido de Thorin quien ordenó a gritos que todos despertaran, los demás obedecieron a su Rey quien orgulloso y arrogante miro a la enana con superioridad al verla levantarse aunque no duro mucho que digamos ya que está misma volvió a sentarse como si nada, la risa fue suficiente para enfurecer a Escudo de Roble quien molesto dio la vuelta dándole la espalda.

La comida transcurrió tranquila todos seguían en sus pensamientos, Cirýę se quedó en el mismo lugar hablando con Gandalf.

- Ahí que apurarnos en comer, la última parada será en 2 Colinas, dejaremos Arael a medianoche, probablemente me separe en el camino, pero Gandalf los Guiará desde allí, el conoce las 2 Colinas- aviso mientras guardaba el libro en la bolsa, acomoda su espada mientras se paraba, los demás parecían más contentos con la información que se olvidaron de como el de cabellos oscuros los miraba con el ceño fruncido.

- Quien ha dicho que des Órdenes en mi compañía mujer, tu quédate callada y obedece mis reglas- todos miraron a Thorin como si hubiera perdido la cabeza, ya tuvieron suficiente con los anteriores como para soportar otra pelea más, y más si está misma era provocada por 'Thorin cabeza hueca'.

- Thorin será mejor que te calmes, ella nos está Guiando a la salida- aseguro Balin, el líder de la compañía lo miro con desafío y frialdad, como era que su amigo Balin este contra sus órdenes, esa mujer lo estaba sacando de sus casillas y no dejaría que eso vuelva a pasar.

- Suficiente!! No dejaré que una mujer de órdenes a mi compañía, tú no eres nadie aquí, tan sólo eres una enana más que terminara despistada y con hijos, como toda mujer debería hacer, ¡¡¡dedicarse a complacer a sus esposos!!!- el silencio Reino en el lugar sólo el viento fresco era testigo de las palabras amargas del ojiazul, nadie podía hablar todos estaban estáticos sin saber que decir, todos menos una.

La carcajada que soltó Cirýę fue suficiente para que todos voltearon a verla.

- Jajaja, que patéticas palabras por favor, jajajajaja, yo siendo esposa de un estúpido, teniendo hijos, jaja nunca en mi vida eh escuchado un chiste tan bueno, jajaja tu cabeza está muy mal Escudo de Roble porque aunque no lo creas las mujeres podemos elegir ser Montaraces, Guerreras, Barqueras o muchas cosas, los hombres no tienen derecho a elegir que debemos hacer, nosotros elegimos la libertad de ser algo, nosotras mandamos en nuestra vida- soltó su cabello rojo sangre que callo suave por su espalda, un hermoso rojo a la vista de todos- Ahora si quieres salir de aquí junto a tu compañía debes obedecer por una vez por todas a la persona que quiere sacarlos de aquí- terminó.

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Alzo una piedra cubierta de nieve, jugó con esta misma una vez la examinó el camino había sido difícil ya que hubo una ventisca muy fuerte y ahora la nieve casi le rozaba los tobillos, aunque a Gandalf siendo alto no parecía mucho afectarle; aunque se imaginaba el frío que tendría teniendo esas túnicas.

Había ordenado acelerar el paso sin importar los gruñidos de Thorin, el último que realmente no la pasaba muy bien era el Hobbit que temblaba a cada rato, tuvo que darle su chaqueta que por dentro era suabe, quedando ella con lo demás, Fili, Kili y Ori estaban sorprendido por como esta no protestaba por el frío. Fili Y Kili parecían planear acercarse a la joven enana porque desde que comenzaron el viaje por esos bosques no la habían visto hablar con nadie más que con Gandalf, además si tenían posibilidad de hablar con ella podrían emparejar la con su tío, tan fácil como matar a un troll oh bueno ellos creían eso, lo más difícil era tener la mirada clavada de su tío en sus nucas.......

Cirýę. (El Hobbit)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora