Todos los años me encontraba en mi habitación mirando desde la ventana como los fuegos artificiales iluminaban el oscuro cielo, recuerdo perfectamente lo grandes que eran y todo lo que brillaban, pese a la distancia tan lejana a la que me encontraba del lugar, podía verlos como si fuera un espectador más del festival.
Muchas veces pensamos que las decisiones que tomamos en todo momento son las más acertadas, pero la gran mayoría termina teniendo su efecto a largo plazo y vemos la realidad en las consecuencias.
Tras ver que finalmente habían comenzado los fuegos artificiales abro la ventana para verlos más cómodamente como todos los años.
Desde hace un largo tiempo decidí estar solo, no juntarme con nadie más para evitar sentir el dolor que siempre terminaba rodeándome independientemente de que tan bien haya estado mis situaciones con otras personas, siempre terminaban de la misma forma.
Nunca he tenido una amistad estable, esa relación de la mítica amiga o amigo de la infancia nunca ha existido para mí.
Hasta un recuerdo que podría haberse transformado en el más importante de mi vida con Eri-chan, ha sido desperdiciado por mi antigua mentalidad de inocencia.
Pongo mi brazo en la parte inferior de la ventana mientras uso mi mano como apoyo para sujetar mi cabeza, un rostro mostrando la mínima motivación de la vida posa en todo momento mientras continuo en mis pensamientos.
¿Cómo habría sido mi vida si en ese momento hubiera sabido tomar las debidas decisiones?
Bueno es algo que nunca sabremos. Lo que si se, es que jamás me arrepentiré de todo lo que ha ocurrido, gracias a esos sucesos, ya no soy el mismo de antes.
Tome la decisión de estar solo, por lo que no puedo exigirme ahora poder tener la oportunidad de ir con una chica en yukata al festival.
Cuando era más pequeño me resultaba imposible poder verlos ya que siempre vivía en un lugar alejado de estos y no tenía la oportunidad de poder ir, pero desde que soy más mayor, sin ningún problema tendría la posibilidad, pero fue justamente cuando decidí cambiar mi vida por completo.
Recordando como ni si quiera me acordaba de que días se celebraban ya que en mi casa ni se nombraban esos eventos, bajo la mano que tenía usando de soporte cerca del mentón y la poso sobre el otro brazo para bajar mi cabeza y apoyar la frente en esta.
Cierro los ojos escuchando de fondo como resonaban los fuegos artificiales en la lejanía.
Nunca tuve la oportunidad de ir acompañado de una persona a este evento, pero esta vez iba a ser una excepción, quería proponerle a Elisa-san el poder ir conmigo a ver los fuegos artificiales del festival de verano.
"Elisa-san... ¿Te gustaría venir conmigo a ver el festival de fuegos artificiales de este verano?"
Sin esperarse la pregunta, empieza a reírse mientras con la mano cerrada la pone sobre sus labios intentando disimular como se sentía en estos momentos.
"Pero Haruto... Todavía falta mucho tiempo." Sorprendida por preguntarse con tanta antelación me responde.
"Es cierto... pero quería asegurarme que podría estar contigo ese día, es la primera vez en mi vida que podría ir... y quería que fuera contigo..."
Poniendo la mano detrás de mi cabeza, digo cada vez con un tono más bajo de voz por la vergüenza que sentía al querer cumplir uno de mis sueños con ella.
Mantiene una posición distante, tenía las manos en la espalda mientras mostraba en su rostro como le agradaban todas las palabras que iba diciendo conforme me continuaba escuchando explicarme.
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EL REINO DEL OTRO MUNDO
FantasyMi nombres es Haruto, por sucesos que me han ocurrido en el pasado no me siento muy cómodo relacionándome con otras personas, por eso prefiero evitarlas y mantener mi buena imagen personal, pero por algún motivo a una chica en concreto, todo cambia...