Capítulo 45: Desierto

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Miro mis pisadas, empiezan a hundirse cada vez más conforme vamos avanzando,

Estamos a punto de entrar en la parte principal del desierto, si de verdad la información que nos han dado es cierta, no debe ser más largo que unas horas...

Miro al frente, siento como el fuerte calor afecta a mis energías al igual que la incomodidad de caminar sobre arena.

No veo ni rastro del final, espero que no se alargue el camino más de lo debido, no se cuando soy capaz de aguantar, siempre he sido más de pretemporada o tirando más hacia el invierno.

"¡No te bebas todo el agua Eri-chi!" Molesta dice Fiora-san tras ver como cada ciertos minutos bebía mucha agua.

"¡Tengo mucho calor, es obvio que voy a tener siempre sed, tengo que refrescarme!" Erina, replica a Fiora que no le de libertad para hacerlo.

"¡Además, si me sigues llamado así, voy a beberme a posta todas las botellas!"

"¡¿Ah?! ¡No digas eso ni en broma!" Frustrada Fiora-san cae en el juego de ella.

Me mira rápidamente buscando una solución por miedo a que sea cierta la amenaza.

"¡Haruto-sama, dile algo si se bebe todo nos vamos a morir de sed!"

"Dejar ya de discutir, Erina, se más amable y piensa en los demás, bebe agua si de verdad es necesario, no sabemos de verdad cuanto tiempo se tarda en cruzar este desierto y si hay posibilidades de retrasarse o que a alguno de nosotros le pase algo, no podemos malgastar el agua."

Tras darse cuenta de que todo lo que le he mencionado tiene sentido, y además que una de las afectadas podría ser ella, baja la cabeza arrepentida por abusar del agua cada vez que sentía que le afectaba el calor.

"E-Está bien... Lo siento, tendré más cuidado..." Me responde arrepentida mientras miraba como sus pisadas quedaban marcadas en la arena.

Cuando habíamos empezado nuestro viaje en este nuevo continente, mis expectativas de desierto habían sido cumplidas perfectamente, un terreno plano amarillento, algún que otro cactus o árbol propio de este clima y alguna que otra montaña rocosa de grandes escalas a una gran lejanía.

Miro atentamente a mi alrededor, la poca información que sabía sobre este tipo de lugares queda aplastado al completo tras ver la realidad de un desierto.

¡El terreno abierto que descubrí cuando desembarqué, no tiene punto de comparación con lo que estoy viendo ahora mismo!

Había montañas imposibles de ser escaladas por todas partes de un color más oscuro que la arena, pero de un marrón con diferentes tonos que sería imposible encontrarse en otros lugares que no fueran desérticos.

Las formas que estas montañas tenían si puedo llegar a llamarlas así, eran muy peculiares, no eran planas, tenían diferentes formas y alternaban en altura, había tantas que perfectamente quedaba marcado el camino.

Por suerte son tan altas que la sombra abunda por todo el tramo que estamos pasado.

"¡Aaah! ¡No para de entrarme arena en los ojos!" Erina-chan cansada de tener que limpiárselos con las manos o parpadeando mucho, dice molesta.

"Tenéis que tener cuidado cuando pasemos cerca de una pequeña cascada de arena, por muy suave que sea el viento en esta zona, igualmente se mueve por el aire y puede entraros a los ojos."

Recordando mi consejo digo tras escuchar el enfado de Erina.

La entiendo muy bien, a mi cada cierto tiempo también me ocurre...

EL REINO DEL OTRO MUNDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora