Capítulo 44: Privilegio

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Mis ojos empiezan a abrirse lentamente, presencio unos colores a mi alrededor pese a que todavía no veo con claridad, poco reconocibles.

Paso mis manos por mis ojos para intentar limpiármelos y así poder tener una mejor visión.

Me encuentro con muchas energías tras haber descansado profundamente, me veo como si fuera un nuevo Haruto, ojala sentirme así siempre...

Siento una leve presión por un costado ahora que de nuevo siento el cuerpo de nuevo.

Sin poder evitarlo miro directamente hacia esa posición alertado por no saber de que se trataba esa sensación.

Tras hacerlo quedo sorprendido al ver como Erina-chan se había quedado dormida sentada en una silla lo más arrimada posible a mi cama con la cabeza apoyada en el borde del colchón usando sus manos como almohada.

¿Se ha quedado toda la noche haciéndome compañía?

Sin poder evitar sentir en mi interior una felicidad por toda su preocupación, no puedo evitar reaccionar ante ello y pongo con delicadeza mi mano sobre su cabeza y la muevo lentamente para acariciarla como muestra de agradecimiento.

Me incorporo finalmente tras retirar la mano, y por el movimiento que hago en el colchón por concentrar todo el peso en un punto más próximo a sus brazos hago que tenga un ligero movimiento que hace que se despierte ligeramente.

Finalmente, me levanto y me acerco hacia la ventana que teníamos.

¿Dónde estamos?

Sin situarme en absoluto intento ver el alrededor para poder hacerme una idea más clara.

Escucho por el silencio tan profundo que hay en mi habitación, de una forma muy suave la ropa de Erina moverse tras levantar ligeramente la cabeza y mirar a su alrededor.

"¿Eh? ¡Aaaah! ¡Me he dormido!" Tras darse cuenta de donde se encontraba estalla al ser consciente de que es de día y a pasado toda la noche en esa posición junto a mi cama.

"¡Buenos días Erina-chan!" Con un tono alegre me doy la vuelta y la miro felizmente antes si quiera de haber llegado a la ventana.

"¡H-Haruto! Menos mal que estas bien..." Se da la vuelta al escuchar mi voz y sorprendida me empieza a hablar avergonzada.

"Gracias por cuidar de mi esta noche, siento que hayas tenido que hacerlo." Añado para agradecerle por preocuparse por mi y ser tan considerada ahora que finalmente puedo hacerlo.

"N-No pienses que lo he hecho porque aprecie todo lo que haces por mí, solo veía a ver como estabas para saber si hoy podíamos seguir con la misión y sin querer me he quedado dormida."

Intentando ocultar toda la vergüenza que tenía en su interior, quiere justificarse explicando el como ha terminado de esta forma.

Tras hablar con ella, me asomo a la ventana lleno de curiosidad sobre donde nos encontrábamos.

Muevo la cortina, la cual solo dejaba pasar unos ligeros rayos de sol a través de esta, siendo suficientes para dar una gran iluminación a la habitación.

Para que el sol se cuele por la ventana, debe de ser casi medio día, hemos dormido muchas horas por lo visto...

Quedo impactado al darme cuenta de las vistas que presenciaba, ahora comprendo porque la habitación en la que me encontraba pese a que estaba bastante vacía ya que solo tenía una mesa junto con una silla y un armario, aunque era bastante alargada en dimensiones, el diseño que portaba era muy llamativo y mostraba riqueza.

EL REINO DEL OTRO MUNDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora