Desde que inicio el día la mansión Montparnasse ha estado llena de gente entrando y saliendo, están decorando el gran salón que está al este de la propiedad, ya es el lugar designado para todos los bailes que Ophelié gusta organizar durante todo el año, es la mejor de la ciudad y lo sabe. Todo debe quedar justo como ella dice por lo que está supervisando todos los movimientos desde muy temprano.
Ya han instalado telas de un color aperlado por todo el techo y algunas paredes, están llenando de floreros enormes el espacio para que el lugar tenga olor a Jazmín por cada rincón, algunos peones están cargando estatuas de mármol para ponerlas al rededor de la pista de baile.
La familia tiene un chef y reposteros personales, han estado trabajando para cocinar todos los manjares que se ofrecerán por la noche, el menú incluye pasteles de diferentes sabores, frutas, galletas y bocadillos además de todas las bebidas embriagantes traídas de los viajes que suele hacer Pierre el hombre de la casa.
—No no no no ese no es el lugar de la estatua— Ophelié está supervisando la decoración que casi queda lista — Madre estamos listas— aparecen dos de sus tres hijas por la puerta, Elise la mayor lleva un vestido elegante color azul con aplicaciones de cristales y bordados de oro, su cabello está atado en un moño con rizos decorado con flores por todo al rededor, sus accesorios son llamativos, por su parte Lorette la menor de 17 años lleva un vestido color beige casi blanco con un escote por la espalda, la tela tiene detalles brillantes y como accesorio final usa una mascada de peluche para cubrir un poco los hombros y la espalda, su cabello está atado en un moño alto y lleva un tocado blanco con flores y plumas.
Son unas chicas preciosas y ellas son concientes de su belleza, todo el tiempo se preocupan de su apariencia y de utilizar lo último en la moda, cada semana acuden a la modista para obtener nuevos vestidos y accesorios.
—¿Dónde está Bernardette?— pregunta la madre —Ni idea— se encoje de hombros la más pequeña ——Salió a montar hace 2 horas y no ha vuelto— la cara de la madre ha cambiado a disgusto —Yo le dije que no fuera pero ya la conoces, nunca me hace caso— se está justificando Elise —Esa niña es un desastre, sabe que este baile es sumamente importante y debía estar lista antes de que lleguen todos los invitados— está caminando fuera del salón para entrar a la casa principal— Mandaré a buscarla y estará en problemas, ya me tiene harta su actitud rebelde— Ophelié está realmente enojada, va de un lado a otro tratando de calmar la ansiedad por la ausencia de su hija.Falta poco menos de 1 hora para que los invitados empiecen a llegar y no hay rastros de la muchacha.
Ophelié, Pierre y las dos chicas están listos en sus atuendos elegantes, bien peinados y perfumados sin embargo la tensión que causa la ausencia de Bernardette se puede tocar con las manos, nadie se atreve a preguntar por ella y mucho menos a dirigir la palabra a Ophelié que está desesperada al ver llegar los primeros carruajes de los invitados, el tiempo está pasando y no tienen más opción que salir al gran salón aún sin ella.
Están a punto de cruzar la puerta cuando se ve a una despeinada y agitada chica bajar con apuro de un caballo blanco —¡Por fin llegas!— la detiene su madre —¿Dónde estabas? Tú sabías que hoy es un día muy importante y decidiste hacer tus jugarretas— la está regañando frente a todos los miembros de la familia —¡Cálmate mamá!— Se libera del agarre y va camino a las escaleras —En 5 minutos estaré lista— su madre la sigue hacia la habitación —No se trata de en cuanto tiempo estarás lista, se trata de que nunca estás dispuesta a hacer algo por esta familia , nunca me apoyas— Bernardette sale de detrás del biombo con un vestido ostentoso color rojo con aplicaciones en negro —Es un estúpido baile, como todos los que haces durante todo el año ¿Que tiene de especial?— esta frente al tocador poniéndose una gargantilla negra con cristales en forma de lágrima —Tiene de especial que todos los miembros del parlamento y la alta sociedad estarán aquí y debemos ser los mejores anfitriones, todos tus posibles pretendientes tendrán su atención en ti y ¡Tu apareces como una pordiosera sucia y salvaje montada en un caballo!— la discusión está subiendo el tono —¡Perdóname por no ser perfecta como tus otras dos hijas! Que se la pasan pensando en ropa, maquillaje, encontrar un esposo, tener hijos y ser una esposa modelo— su mamá escucha atenta los reclamos de siempre —Deja de decir estupideces, sabes que debes casarte con un buen hombre, no puedes quedarte sola, el mundo no está echo para mujeres solteras vas a vivir pobre, triste y sola —Si mamá si, ya se que voy a morir sola y prefiero eso a ser un trofeo para un hombre sin sentimientos que solo piensa en él— Ha peinado su cabello con rizos y lo adorno con un tocado negro con aplicaciones rojas de rubí —Esta plática tiene que terminar, el baile ha comenzado y no voy a perder más el tiempo contigo— Abandona la habitación de Bernardette —Y más vale que estés en el salón en 10 minutos con una sonrisa y dispuesta a bailar y platicar con todos los jóvenes que se te acerquen— regresa para retarla.Bernardette hace muecas imitando los palabras de su madre —"y más vale que estés en el salón en 10 minutos con una sonrisa y dispuesta a bailar y platicar con todos los jóvenes que se te acerquen" Si madre— pone los ojos en blanco —Como si no fuera otra cosa más que un objeto esperando a ser la diversión de un tipo aburrido y asqueroso— dice para si misma molesta.
Bernardette nunca ha sido como las otras chicas, desde muy pequeña disfruto salir a explorar el entorno; mientras sus hermanas se divertían jugando con sus muñecas y preparándose para la hora del té, ella prefería salir a montar por el bosque, sentir el viento en su rostro y la velocidad en el cuerpo, la hacía sentir libre y en control, todo lo que no podía tener mientras estuviera en casa. No entendía el rol de la mujer en la sociedad y porque debían ser tratadas cómo individuos de segunda categoría, las mujeres tenían lo mismo que ofrecer que un hombre, también son inteligentes, fuertes, valientes, poderosas e importantes.
¿Por qué entonces debían estar al servicio de todos los masculinos a su alrededor? Siempre ser bonita, amable y sonriente para no molestar, no puedes enojarte, no puedes ensuciarte, no puedes levantar la voz, no puedes reír muy fuerte, no puedes ganar dinero, no puedes opinar, no puedes decir que no.Elise de 23 años llevaba varios meses comprometida, sus padres llegaron a un acuerdo con un caballero de Montfermeil y simplemente los emparejaron sin siquiera haberse visto más de 2 veces, nunca habían hablado a solas, no sabían nada de ellos mismos y ya iban a casarse y compartir una vida juntos para siempre. Sin embargo su hermana estaba feliz, sabía que era lo que le correspondía y para su buena suerte Bastian había resultado ser un joven bastante amable y respetuoso, se ha interesado por su vida, su historia y se podría decir incluso que ambos han desarrollado un fuerte sentimiento de cariño el uno al otro.
Una moneda al aire si me preguntas, no es muy común que una relación armada y forzada prospere en cariño y respeto.
Por esta razón Bernardette se ha negado desde hace 1 año a conocer a todo hombre que han propuesto sus padres. Por la mansión han desfilado varios jóvenes y viejos interesados en ella, han traído flores, chocolates, vestidos, joyas, animales e incluso acciones en las empresas de sus familias para intentar convencerla, desde luego nada de esas cosas ha llamado su atención, ella no es moneda de cambio para intercambiar por un simple caballo o un collar de diamantes.Ambos padres han hablado infinidad de veces con ella, intentan hacerla entrar en razón, si no encuentra un hombre en los próximos 3 años estará condenada a la soltería y a la habladuría de la gente. El que una mujer pase los 25 años y aún siga soltera y sin hijos es un motivo de burla y especulación ¿Por qué nadie la escogería para casarse? ¿Tiene algo malo? Nadie pensaría que la que no quiere casarse es ella, en esta sociedad está por sentado que la mujer está esperando el momento en el que sea elegida por un caballero para desposarla y formar una familia, es lo que todas quieren.
Si no se casa no podría manejar y disfrutar el dinero de su familia, las mujeres no tienen derecho ni poder para administrar y poseer dinero, si eres solterona estás condenada a la pobreza, por lo menos hasta la muerte del último hombre de la familia que se designe a tu cargo.Pero eso no le interesa en lo más mínimo a Bernardette, ella sueña con una vida en libertad, donde pueda hacer lo que quiera, cuando quiera y como quiera y duda mucho poder encontrar un hombre que piense como ella, aún que muy en el fondo, muy muy muy en el fondo hay una pequeña chispa de romanticismo y deseo por tener su propia historia de amor con alguien que la respalde, la acompañe y la ame así tal cual es.
—Son solo sueños— piensa a sus adentros mientras se prepara para entrar por fin al gran salón, da un suspiro largo antes de abrir las enormes puertas para encontrarse con la multitud ataviada en sus mejores galas y antifaces.
Es difícil reconocer a alguien así, por fortuna reconocer el cabello rojo de Sylvie su mejor amiga no es tan difícil.
En el momento en que logra verla del otro lado de la pista de baile se siente aliviada, por lo menos tiene a alguien para sobrellevar todo este asunto, saluda de lejos eufórica con la mano y corre a su encuentro.
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Hasta la muerte- Enjolras (Joseph Quinn)
Fanfic𝓙𝓮 𝓷𝓮 𝓿𝓲𝓿𝓻𝓪𝓲𝓼 𝓺𝓾𝓮 𝓹𝓸𝓾𝓻 𝓽𝓸𝓲 1832 Paris Francia Sus ideales parecían bastante claros. No había manera de que se desviara del objetivo: La revolución y la igualdad de derechos para cada habitante de Francia. ¿O sí?