CAPÍTULO 1: CAFÉ DESCAFEINADO

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A veces la vida era injusta y era en vano reclamarle por lo que le sucedía. Pensó durante mucho tiempo que ella era la persona correcta, que ambas podían irse juntas a un país donde nunca serian discriminadas y podían pasar el resto de sus vidas juntas... Era el mejor sueño que tenia ambas. Aun no entendía porque ella había decidido destruir su sueño, el porque la dejo así y no le explico el motivo de su partida.

Claro que busco respuesta en su familia, sus amigos y conocidos. Pero nadie le dio la respuesta que esperaba. Ella jamás pensó que perdería a la persona que era su luz y razón de seguir.

- Su pedido - bajo su celular al ver como colocaban su recipiente de bebida en la mesa - Un americano frío, con cafeína y con dos pastelillos de cereza.

Americano frío, a quien demonios se le ocurría tomar Americano frío en invierno. No estaba loca en aceptar la bebida y coger un resfriado por culpa de sus descuido.

- Pedí Americano caliente, descafeinado y no quiero pastelillos, sino galletas de chocolate - corrigió a la pelinegra que aun mantenía la sonrisa en su rostro.

- ¿Tomas café descafeinado? - pregunto asombrada la pelinegra y solo asintió - El café no es café sino tiene cafeína. ¿Estas bien de la cabeza?

- ¿Que? - pregunto ofendida al escuchar a la chica de la cafetería - ¿Acaso me estas insultando?

- Wow, mi hermano tenia razón - abrió sus ojos sorprendida al ver como la chica de cabello negro la ignoraba para darse media vuelta - Si hay persona que toman café descafeinado - esa chica era rara - Sera eso o es porque es extranjera.

Extranjera... ¿Cómo se dio cuenta? ¡Espera la había insultado! ¡Quien se creía ella! Acaso no sabia quien era su familia o quien era ella. Solo termino recogiendo sus cosa para poder dirigirse al área de reclamo y poder acusar a esa empleada, no iba a permitir que ella la insultara de esa forma. Busco su agenda para su nuevo año en la universidad y recogió su bolso de Chanel que sus hermanos mayores le regalaron por navidad. Sus tacones eran lo que mas sonaba por la cafetería y la mirada fruncida que tenia. No iba a permitir que una persona como ella la insultara de esa manera.

- Disculpa, quiero hablar con el gerente - ordeno a la chica de cabello rosa que estaba detrás de la caja registradora.

- ¿El gerente Yuh? - pregunto la fémina - ¿Por qué lo busca?

- Quiero dar mi reclamo - confirmo - Para que mas lo voy a buscar, es obvio mi pregunta.

La chica de cabello rosa solo asintió para entrar a una habitación. Pudo distinguir a la pelinegra que la atendió, hablar cómodamente con una pequeña familia de tres y dándole un globo al menor. Termino esperando por unos cortos minutos para ver como la chica de cabellos rosas se acercaba con un hombre de unos treinta años.

- Buenas tardes, soy el gerente de Coffe Sweet Taste - se presento - ¿Dígame su problema?

- Una de sus empleados me insulto y confundió mi pedido - fue directa al grano, viendo como el gerente asentía con la cabeza.

- ¿Quién fue? - no respondió porque no sabia su nombre y ya no estaba con esa familia de tres - ¿Qué hiciste ahora, Ryujin?

- ¡Yo nada! Hoy me toca cajero - se defendió la pelirosa -Señor Seungwook, recién la veo. Solo somos Aegi y yo en el turno.

- Una pelinegra - menciono para cruzar sus brazos y ver la mirada se asombro de ambas personas.

- ¿Habla de Aegi? - preguntaron sorprendido - cabello negro, alta y con mandil de cintura marón.

- ¡Esa misma!

"Que nombre tan raro, suena a bebe" pensó la castaña al escuchar el nombre de la persona que la atendió.

NUESTRO EFÍMERO [MinniGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora