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Bajaron en el ascensor hasta el hall en el más estricto silencio. B parecía preocupado por algo y Caleb no quería pecar de confiado y preguntar. En sitios como este es mejor tener pies de plomo.
Siguió a B hasta el edificio que estaba justo enfrente. Todo aquello tenía siempre un silencio perturbador. El otro edificio era prácticamente igual que el otro.
El hall de entrada estaba compuesto por dos grandes sofares en forma de L en negro azabache con una mesa central echa de cristal en toda su extensión. Verdaderamente todo esto está hecho de los mejores materiales, tenía que valer todo una pasta, pensó. A la derecha había un enorme mostrador que parecía la recepción de un conserje pero los que había detrás no parecían para nada conserjes de portería típica, más bien era porteros mafiosos de discotecas.
Los dos tíos con seguramente más de dos metros de altura y tiesos como palos vigilaban en lugar. B se acerco directamente hacia ellos. Caleb miro rápidamente toda la planta. Cámaras de seguridad de alta tecnología estaban repartidas por todos los puntos estratégicos de la sala. Había al menos 8 que el contara visibles, pero apostaría su vida a que había bastantes más que el no alcanzaba a ver. Tenía que memorizarlo todo muy bien para poder explicárselo con todo tipo de destalles a su superior.
La pared de la izquierda estaba pintada en su totalidad de negro y tenía una enorme letra B en relieve pintada de plateada. Estaba claro en qué zona estaba. Aquello destilaba lujo por todos lados.
Además de los dos hombres de la zona de recepción había como unos seis mas armados hasta los dientes. Dos en la puerta de entrada vigilando a todo aquel que intentara acceder a Grupo B, y 4 más en continuo movimiento por toda la sala.
- Ya tengo las llaves, subamos.- dijo B dirigiéndose a los ascensores plateados enfrente de ellos.
- ¿Qué es este sitio? Dijo Caleb entrando en el aparato
B lo miro como no entendiendo muy bien a que se estaba refiriendo. Le dio a la planta 16.
- Grupo B...- le respondió sin más y volvió a mirar las puertas metálicas.
Caleb puso los ojos en blanco. Eso ya lo sabía. Estaba muy claro que estaba en Grupo B, pero ¿Qué era ese edificio?
Salieron del ascensor cuando llegaron a la planta 16. Había 4 puertas. Dos a cada lado. B se dirigió a la que ponía 16BC.
- Es aquí. - dijo parándose en la puerta.-El gimnasio de entrenamiento esta en el sótano. Le das al botón que pone BG en el panel y metes esta llave cuando aparezca la fechadura. Esta es la de la puerta. Los entrenamientos empiezan a las 7. Procura ser puntual.- B puso la mano en la parte posterior del cuello de Caleb y acerco la boca a su oido.- aun no perteneces a Grupo B a si que procura no llamar la atención. Mañana será la selección a las 8 de la tarde.
Sin decirle ninguna palabra más B volvió a meterse en el ascensor ante la mirada incrédula de Caleb.
El chico miro las dos llaves dadas en sus manos. Después miro la puerta. No sabía muy bien que se iba a encontrar detrás.
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Dakota se sentó en la barra de un bar de carretera. Se llamaba algo así como Syen Club. Nunca antes había estado allí y eso era lo que buscaba. Hoy tenía la intención de divertirse un poco y un bar donde no la conocieran era precisamente lo que andaba buscando.
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RYDER
General FictionHabía soñado 2 años de su vida con este momento. Por fin hoy vería recompensado todo su sacrificio. Hoy accedería a la cúspide de la organización criminal más buscada del mundo. Y lo hacía por ella, por su hermana pequeña. Desaparecida hacia 6 largo...