DAKOTA
Ya ha pasado una hora desde que estoy en esta casa llena de porquería, sentada en este sillón maloliente a que el imbécil de Fran se le ocurra aparecer.
El ha sido el mejor entrenador físico que se hubiera podido pedir, en ese caso nada que objetar. Gracias a él, se defenderme como sé, pero en otras cuestiones, Fran no es más que otro chupaculos arrogante de Steven, Siempre haciendo las cosas para estar de buenas con el gran jefe.
Inventándose castigos.
Intentando sacar de mi lo que por fin han conseguido sacar.
El será el primero en asumir las consecuencias de sus actos.
Siento como la rabia se va apoderando de mi interior como si mi cuerpo adquiriera una gran temperatura. Me siento arder desde las puntas de mis pies a la de mi pelo. Y me gusta. Me gusta mucho.
Es una explosión que va desde mi interior al exterior.
Antes no sabía controlarlo pero ahora soy 100% dueña de mis actos. No sé qué paso en esa celda de castigo, pero sé que la oscuridad ahora envuelve mi alma. La siento correr por mis venas y me gusta.
Lo que llevo en mi brazo derecho de alguna manera me excita. Nunca había visto nada igual al menos que seas un X-Men, y obviamente yo no soy ninguno de ellos.
En realidad no sé muy bien que soy, o ¿de dónde vengo? ¿Donde nací? ¿Quién coño son mis padres?¿por que soy un puto bicho raro?¿por qué me cambian los ojos de color?¿por qué?¿??¿
Tengo muchas preguntas y ninguna respuesta.
Quizás la mayoría de ellas ni la tienen, y sea o no así, tampoco me importa. La única que ronda mi cabeza en esto momentos es ¿Cuánto más tendré que esperar para que el imbécil de Fran venga? Esa es la única que en estos momentos tiene sentido para mí.
Es increíble como todo cambia en unas horas. Siempre he tenido mal carácter, quizás porque me he criado entre maldad, pero ahora siento de otra manera. Una manera dañina que me hace no tener miedo de nada, ni siquiera del jefe.
Puto viejo.
El también tiene que desaparecer de mi camino. El es el principal culpable de todas mis desgracias y tiene que pagar por ellas. No me importa cuánto tarde, conseguiré mi propósito.
Ellos han jugado conmigo como si fuera una muñeca, y se han valido de lo único puro y verdadero que tengo para hacerme daño. Lo van a pagar, todos, uno por uno irán cayendo.
El ruido del elevador al pararse en la planta llama mi atención. Es increíble que pueda oírlo desde aquí. Es como si se me hubieran desarrollado los sentidos a lo bestia desde esta mañana.
Al escuchar los pasos aproximarse hacia acá me empiezo a poner ansiosa y cuando la puerta se abre y puedo ver a pesar de toda la maldita oscuridad que envuelve esta casa, el rostro cansado de Fran, algo dentro de mí se calma dando cabida a otro nerviosismo mas criminal.
Fran aun no se ha dado cuenta que estoy aquí. Cosa que me extraña. Esta demasiado bien entrenado como para no notar que no está solo. Me sorprende pero me alegra. Tendré unos minutos de ventaja sobre él.
Fran se dirige a la cocina y coge el que muy probablemente sea el último vaso limpio de la mugrienta casa. Después va al frigorífico y saca una botella de Whisky barato. Se sirve una copa y se la bebe de un trago.
Me levanto cuidadosamente para no hacer ningún ruido. Quiero que descubra que estoy aquí cuando no tenga ninguna oportunidad de escapar.
Veo como el imbécil se echa ya la segunda ronda de Whisky. Tampoco quiero que se emborrache, yo no pego a gente que no se pueda defender al 100%.
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RYDER
General FictionHabía soñado 2 años de su vida con este momento. Por fin hoy vería recompensado todo su sacrificio. Hoy accedería a la cúspide de la organización criminal más buscada del mundo. Y lo hacía por ella, por su hermana pequeña. Desaparecida hacia 6 largo...