CAPITULO 11

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CALEB

Estoy tumbado en mi cama intentando asimilar todo lo que ha pasado esta mañana. Parece increíble. Si no lo hubiera visto con mis propios ojos, seguramente jamás lo hubiera creído.

Pum pum pum¡¡

Pegan a la puerta con demasiada urgencia. Me incorporo y me froto la parte de atrás de la cabeza. Oigo pasos de mujer aproximándose a mi habitación y me pongo de pie.

Nakay está en un segundo delante de mí. Parece cansada y preocupada. Se acerca a mí. Pero no sabría describir con qué intención.

"tienes que acompañarme ahora" me dice girando sobre sus talones y saliendo de la habitación

Será creída Miss Doña Bruja 2.

Recuerdo las palabras de Dakota esta mañana.

"solo recibes ordenes mías, de nadie más, ¿entendido?" sonrió y pongo a prueba a la hermanita mayor.

- No voy a ir contigo a ningún sitio.

Ella se para en seco y gira lentamente la cabeza hacia mí.

-¿Cómo has dicho?- pregunta incrédula

- no voy a ir a ningún sitio contigo.- repito

Ella se gira por completo para encararme y se acerca a mí. Me da una sonora bofetada que ni yo mismo esperaba y me coge del codo con más fuerza de la que pensé que tenía. Me suelto de un tirón y la encaro desafiante.

- Vas a venir conmigo porque mi hermana esta gritando tu nombre y no sé por qué. Y después cuando se recupere le pediré tu puta cabeza.

Relajo un poco la cara.

¿Dakota esta gritando mi nombre? ¿Se habrá enterado de la verdad? no. no lo creo, pero entonces... ¿Por qué?

Un afán de protección irracional se forma dentro de mí.

"llévame con ella" gruño entre dientes y agarro a Nakay del brazo para que comience a andar y me lleve con ella.

Ella me mira sorprendida y hace ademan de recuperar su brazo pero no se lo permito. No sé qué me pasa pero necesito llegar hasta ella lo antes posible.

Me lleva hasta la última planta del edificio B y cuando salgo del ascensor solo veo una puerta por lo que suelto a Nakay del brazo y entro corriendo en el ático. La busco por todo el salón, comedor, cocina hasta que su hermana me señala un pasillo. Corro en esa dirección no sabiendo muy bien porque.

Es como si una fuerza invisible me llevara hacia allá. Retrocedo y me asomo a una puerta que esta a mano derecha. Vincent y B sujetan el cuerpo de Dakota. Digo cuerpo porque parece que todas sus fuerzas la han abandonado. Corro hacia ella y quito a esos dos hombres de mi camino.

No quiero que nadie más la toque

No quiero que nadie más la vea así.

Le agarro la cara y ella apoya su mejilla en mi palma buscando mis caricias. Es como si me reconociera y se me hincha el pecho de emoción.Miro a las demás personas que están en la habitación y como ellos me observan sin perderse ni un segundo de lo que está pasando. Gruño y les pido que me dejen solo con ella.

"jamás" me escupe su hermana con todo su veneno

"caleb" dice una melodiosa y débil voz. La miro y ella intenta abrir los ojos. La acaricio y me aproximo a su oído. "estoy aquí" le digo para que se calme. "no te vayas, devuélveme la luz" dice sin apenas voz. No sé muy bien a que se ha querido referir pero no me voy a mover de aquí.

Meto los brazos por debajo de su hermoso cuerpo y la levanto. Nadie allí intenta impedírmelo aunque todos me miran con intención de arrancar mi puta cabeza.

"su habitación" le digo a la pelirroja cuando paso por su lado.

"sube las escaleras y a que está al final del pasillo, la vas a ver de frente.".

Salgo de allí, avanzo por el pasillo de vuelta al salón. Subo las escaleras y al final de estas enseguida la veo. Voy hacia ella y como puedo abro la puerta.

"vallaaaa" exclamo. Es impresionante y muy parecida a ella. Muebles de primeras calidades, todo perfectamente colocado y con colores neutros... pero es una estancia oscura. Su habitación es exactamente igual a ella.

La habitación está dividida en dos niveles. Empiezo a creer que no es casual, ya que su despacho también tiene esa disposición.

La miro cuando ella se aprieta más a mí. Su rostro parece más sereno que cuando llegue. Me invade un afán de protección en mayúsculas que no sé de donde viene.

Subo a donde tiene la enorme cama y no me molesto en quitar los miles de cojines que tiene sobre ella. ¿Por qué a las mujeres le gustan tanto los puñeteros cojines?, luego cuando te vas a dormir tardas años en quitarlos todos.

La acomodo como puedo en la cama y me recuesto a su lado. Le acaricio la mejilla y ella al sentir mi toque, emite un leve gemido.

Entreabre los labios y siento unos deseos inmensos de poner mis labios sobre los suyos. Es como un imán.

Acerco poco a poco mi cara a la suya y siento como mi corazón se acelera sin motivo aparente. Me tiene completamente embelesado.

"no hagas eso" la voz de B rompe el silencio envolvente de la habitación. Me paso la lengua por los labios como acto reflejo y lo miro con los ojos entreabierto. Iba a besarla y él lo ha interrumpido. Siento deseos de arrancarle la cabeza.

Se acerca a nosotros y yo me pego mas a La Señora, como queriendo protegerla de algo.B al ver mi reacción emula lo que parece una sonrisa. O al menos eso parece.

- ¿ya te ha cautivado? ¿tan pronto? me dice permaneciendo a una distancia prudencial.

- ¿a qué coño viene esas preguntitas? Le digo con el ceño fruncido

- No te enganches demasiado a ella.- se que lo dice por mi bien pero ¿enganchado? Me tengo que reir.

- No me jodas B. -le digo y vuelvo a mirar su hermoso rostro. Ahora está tranquila. Parece que se ha sumido en un profundo sueño.

El no se mueve del lugar. Se queda en la parte inferior. Algo que me parece profundamente extraño. No se acerca a nosotros y no pregunta por ella. Me da la sensación que no es la primera vez que la ve así.

- Es mejor que te vayas ya. Nakay se va a quedar con ella.

- No. -Suelto sin pensar- ella quería que viniera yo y me voy a quedar hasta que se despierte.

B me mira a través de sus oscuras gafas. Aunque no puedo verle los ojos se que deben estar llameando de coraje.

- Está bien,- me dice dejándome totalmente perplejo- pero cuando se despierte, procura no estar en su cama.

B se gira y se marcha dejándome con la palabra en la boca y los ojos como platos.

Oigo voces y sé que es porque B les está diciendo que soy yo el que va a pasar la noche aquí. Oigo cosas caerse, me imagino que su hermana debe de estar montando en cólera, de repente la puerta suena con un portazo y después volver a abrirse y cerrarse pero esta vez más despacio. El silencio inunda el enorme apartamento. Solo se escucha la suave respiración del hermoso ángel que tengo entre mis brazos y los fuertes latidos de mi corazón.

RYDERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora