CAPITULO 16

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DAKOTA

Me miro por enésima vez al espejo. Tengo el sillón del vestidor lleno de vestidos que me he puesto y he descartado. Me siento encima de la montaña de ropa y suspiro. Joder. ¿Por qué es tan difícil elegir algo que ponerte?

Echo un vistazo rápido a mi vestidor e imploro una aparición divina que me ayude a elegir que coño ponerme.

La puerta suena.

Valla, si que ha sido rápido. Me envuelvo en una bata y bajo a abrir la puerta.

- ¿Qué haces así todavía? Me dice Sarah nada más verme.

No le contesto siquiera y subo las escalera rumbo a mi habitación.

- Bien déjame aquí con la palabra en la boca.- grita mientras yo subo, sonrío, me doy la vuelta en la mitad de las escaleras y le hago una peineta.- bien, y ahora eso... bahhhggg voy a abrir una botella de vino.- dice girándose.

Joder que me pongo. Vuelvo a dar otra vuelta alrededor de la ropa. Pero por que coño estoy tan preocupada por mi aspecto hoy. Estoy asta nerviosa.

Sarah pone ante mí una copa de vino rosado. La cojo sin mirarla y suelto un bufido.

- ¿Qué pasa?- me pregunta mientras echa una mirada sorprendida al estropicio que he hecho.

- No se que coño ponerme.- le digo enfadada

- Ya veo.- dice mientras usa su mano libre para coger y soltar mi pila de vestidos amontonados en el sillón.

Vuelve a sonar la puerta. Miro a Sarah.

- Lo capto. Abro yo.- dice mientras desaparece.

Oigo murmullo, risas y gritos abajo, lo que significa que las histéricas de mis amigas han llegado. Miro el reloj. Joder. Son las 23.45 y aun no tengo ni puta idea de lo que ponerme. Empiezo a estar de los nervios. ¡¡Ni que me estuviera arreglando para ser la reina del baile, o para mi primera cita¡¡

Al cabo de unos segundos veo aparecer a Sarah, Laura y Alba con una copa en la mano. Me miran extrañadas, pero no dicen nada, solo cogen la botella de vino que Sarah ha dejado sobre el tocador y comienzan a servirse. Mi hermana entra al poco tiempo enfrascada en su móvil. Laura le pasa su copa y entonces me mira. Va desde los dedos de los pies hasta las raíces de mi pelo.

- ¿sabes que hora es? Me pregunta enfadada

Claro que lo se coño, pero no es culpa mía no tener nada que ponerme.

- Lo se joder pero no encuentro nada.- le digo tirando la montaña de ropa al suelo en un arrebato infantil.

Nakay le da un sorbo a su vino y vuelve a mirarme.

- ¿Esto no será por Caleb, verdad? Dice entrecerrando los ojos.

Yo me tenso y el resto de las chicas abren la boca con sorpresa.

- De que coño hablas.- digo a la defensiva

- Sabes de lo que hablo.

- Nosotras no.- dice Alba señalando a ellas tres.

Nakay se gira hacia ellas y cruza los brazos sobre el pecho con cuidado de que no se le derrame el vino.

- El chico nuevo trae de cabeza a la jefa.- se esta divirtiendo la zorra.

- ¿tienes un nuevo juguetito Dakota?- dice laura.

No se por que pero esa pregunta no me ha gustado un puto pelo. Normalmente me echaría unas risas con ellas y hablaría de lo bien o mal que me lo paso con quien sea en la cama. Pero esto es diferente. No voy a hablar con ellas de Caleb. No quiero compartir mis momentos con el con nadie. Gruño al ver su diversión y vuelvo a centrarme en encontrar un maldito trapo que ponerme.

RYDERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora