14 ~ bolas de nieve

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Rachel
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Nos miramos sin saber qué decirnos, ambas sabemos que esa ruptura fue algo abrupto y que no estábamos pensando nada de una racional, sólo estábamos muy enojadas, pero ahora creo que ambas lo hemos pensado mejor y estamos averiguando cómo tener una conversación como adultas, aunque sigamos siendo unas niñas, pero no importa, igual aquí estamos, intentándolo.

Lo único bueno es que ninguna dijo nada hiriente de lo que nos podamos arrepentir o que pueda causar problemas después.

-Estuve pensando -comienza a decir ella-. Tenemos muchos meses antes de irnos a la universidad, podemos pasarlos enojadas y evitándonos todo el tiempo o podemos volver a lo que teníamos, disfrutar de esto los próximos meses, olvidarnos un poco del futuro, porque no es algo que podamos solucionar ahora y no quiero desperdiciar estos meses pensando en cómo sería si estuviera contigo, eso es una tortura a la que no me quiero someter.

Es justo lo que yo pensé, pero de nuevo, ella fue la valiente que dio el primer paso, yo le pedí que habláramos, pero ya estando aquí me acobardé y las palabras no quisieron salir.

-Sí -logro decir.

-¿Sólo eso vas a decir?

Me paso la mano por el cabello y comienzo a hacerme una trencita en un mechón de la parte de abajo.

Tomo una bocanada de aire, comienzo a hablar sin mirarla a los ojos.

-Te quiero, quiero poder comprarte café y ponerle mensajes cursis, quiero desvelarme hablando contigo, quiero que veamos películas juntas, que te quedes dormida en mi regazo y pueda acariciarte el cabello, quiero regañarte para que comas más verduras, quiero poder tomarte muchas fotos, quiero verificar si tienes más pecas que el día anterior, quiero seguir probando el bálsamo de vainilla sin tener que comprarme uno, quiero hacer algo cursi en San Valentín. Sab, te quiero a ti, cinco minutos, una hora, dos semanas...me da igual el tiempo, sólo quiero pasarlo contigo.

Me toma de la cara y me besa.

-Que alivio que pienses así -dice pegando su frente con la mía.

-Te va a costar más trabajo deshacerte de mí.

Sonríe, veo duda pasar por sus ojos, frunzo mi ceño.

-Ayer no contestaste tú cuando llamé -me dice-. ¿Quién era?

-Oh, una amiga.

-Tú no tienes amigas.

-¿Okay?

-Perdón, eso fue... no sé por qué lo dije así, sólo.... me puse celosa y sé que habíamos terminado, pero si estuviste con alguien más quiero saberlo porque te juro que me voy a volver loca si no me lo dices.

-Okay, dormí en su casa porque estaba drogada, ella me encontró, fui con ella, me hizo una malteada, vimos una película y a la mañana siguiente confundimos nuestros celulares, ella te contestó a ti y yo le contesté a su novio, es todo.

-Oh, está bien, yo sobre pensé las cosas un poco, ¿la conozco?

Se podría decir que de cierta manera sí.

-No.

-¿Estabas drogada?, ¿te drogas?, ¿por qué no me llamaste?, pude haber ido por ti... ¿es grave?, ¿necesitas ir a rehabilitación?, ¿tú tío lo sabe?

-Ocasionalmente como brownies de marihuana, pero ya no lo voy a hacer porque me pongo un poco... mal, en fin, estoy bien, no tienes de que preocuparte, Noah lo sabe, no te llamé porque me mandaste al diablo y estaba lidiando con otras cosas, mi amiga estaba cerca y me ayudó.

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