m a r i p o s a s ✔️

23 ~ buenos tiempos

Jim
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Me sirvo cereal y me siento en el desayunador, la puerta de la habitación de Rachel se abre, ella sale y se mete al baño, luego regresa a su habitación por su computadora y la cajetilla de cigarros, se acerca a la mesa, se sirve cereal para desayunar conmigo.

Viene con actitud de que podría matar a alguien con el plato de cereal.

Enciende un cigarro y se lo deja entre sus labios mientras se pone a escribir a toda velocidad.

Tomo un cigarro.

-¿Estás inspirada?

-Un poco, pero seguro que es una basura.

Sacude el cigarro en el cenicero que está entre nosotros.

El tabaco se nos ha hecho un hábito, lo que no está bien y tampoco me enorgullece, pero Nueva York nos sabe mejor de esta manera, no era algo que tuviésemos planeado hacer, sólo pasó. Supongo que nos sentimos como Carrie Bradshaw, sólo que sin la parte del sexo, sólo la ciudad.

Desde que el profesor Hutson destrozó su último guion y la llamó una simple aficionada no ha sido la misma, siente que todo lo que hace es mediocre, ya no confía en nada de lo que hace.

-¿Quieres salir hoy en la noche? -eso capta su atención, me mira-. Vamos a Central Park a caminar, nos emborrachamos y esperamos llegar a casa antes de que amanezca.

-Hecho.

Bueno, así tal vez se anime un poco, Hutson ha sido un idiota con ella y tenemos una sospecha, ella es la única mujer en su clase, no es coincidencia, menos cuando el resto de los que están ahí son la mitad de buenos que ella.

Mick sale de su habitación y detrás suyo viene Layla con una de las playeras de Mick, al parecer ahora vive aquí, tiene una semana que no se ha ido.

Dividir la renta entre cuatro me parece una buena opción.

-¿Qué tal va tu guion? -le pregunta Mick.

-Es una porquería.

-Que gruñona amaneciste hoy, eres adorable -él le da un beso en la cabeza y ella lo empuja.

-Vamos a salir hoy, ¿quieren venir? -les pregunto.

-No podemos, los padres de Layla van a venir y tenemos que hablar con ellos.

-¿Ya la embarazaste? -bromea Rachel sin despegar sus ojos de la pantalla.

Silencio.

Ambos volteamos a verlos.

-¿Qué les parece dividir la renta en cuatro?

Rachel señala a Layla con su cuchara.

-¿Estás embarazada?

-Tengo un retraso... de unos... ¿dos meses? 

Rachel y yo nos miramos.

-Vayan al doctor, por favor -les digo.

-Venimos por una opinión, Rachel ya que andas muy realista, ¿podrías comenzar tú? -pide Mick.

Ella parece alegrarse de poder dar su opinión.

Suelta un suspiro, se voltea hacia ellos y expresa su muy honesta y humilde opinión.

-Creo que considerar tenerlo es una tontería porque tienen diecinueve años, llevan un año de carrera, no son lo suficientemente maduros, siguen siendo niños, tampoco creo que estén listos emocionalmente, además de que no tienen un trabajo y un ser humano es muy caro, sé que se aman mucho, pero el amor no va a darle de comer a un bebé ni va a pagarle la universidad. Mick, sé que estás acostumbrado a que tus padres paguen por todo, pero no creo que quieran pagar por un bebé, no has trabajado en tu vida y no creo que estés listo para eso. Layla, eres muy linda persona, pero no hay ni un gramo de paciencia en ti cuando alguien llora, un bebé vive llorando. Además, yo no pienso vivir con un bebé.