Misterio Y Placeres [En Proceso] #2

BAR Y UN MULLER

Ya hemos presentado a Roma muchas veces, sus grandes monumentos, su historia, todo lo que tiene que ver con lindas chicas, europeos sexis, música relajante, grandes fiestas, todo lo que un país de primer mundo debe ser. Italia.

Creo que es en todo lo que pensamos cuando decimos: quiero ir a Europa. Pero en lo único que pienso aunque tenga el mar en mi maldita cara es en Callan, quiero observar su hermosa figura en medio de la arena y solo escuchar su voz.

No me importa escucharme tan romántica o estúpida. Mientras todo lo que tengo sea real no tengo por ocultarlo.

—Creo que con esto estará bien. —Levi junto a Hunter cocinan y hablan mientras yo estoy en uno de los sofás tomando un refresco junto a Logan, Magnus y Dash.

—¿Crees que tenemos que llevar todos esos hombres?

—Si no quieres hacerlo está bien. Solo creo que es importante que tengan esa imagen que dejaron por meses.

—No estamos aquí para recordar o algo así Dash, ¿Lo olvidas?

—Si, si lo entendí. Estamos en una misión suicida de vida o muerte y un caso demasiado complicado para cualquiera que se asoma —rueda los ojos —pero estamos hablando de la reunión más importante que los mafiosos pueden tener.

—Con Callan ya tenemos suficiente.

—Pero recuerda que todos esos hombres al saber que Lester murió quieren tomar su puesto aún sabiendo que Zara está ahí.

—Estaremos bien —levanto mis cejas —creo que ellos necesitan un poco de vista, saber que no podrán con ustedes, pasarse un poco en glamour ¿Por qué estaría mal?

—¡EXACTO! —Dash aplaude en mi dirección —creo que esos estúpidos que han tenido problemas con ustedes lo que buscan son ciertos... Puntos flojos, ver si son lo mismo de antes y si no lo son, sabrán que pueden atacar ¿Es lo que quieren?

—Me gustaría destacar un poco —Hunter en sus manos trae lo que parece ser un platillo —la idea de Dash no está mal.

—Me gusta también —responde Levi.

—Creo que tendremos que hablarlo con Callan ¿No creen? Nos guste o no, ya está con nosotros de vuelta.

—Si.... Y hablando de eso —hago un sonido con mis dedos —llegará esta misma noche.

—¿Qué? —todos se quedan en silencio —¿Por qué no dijiste nada?

—Me notificó hace sólo unas horas no es como que los iba a llamar a las cinco de la mañana —ruedo los ojos.

—¡Mierda! Seguramente va a necesitar un montón de cosas.

—Yo me encargo de que no esté tan malhumorado —sonrío de medio lado.

—¿Cómo pretendes que eso funcione?

No tienes ni idea del poder que tengo.

—Eso no importa, la cuestión es que las cosas no van hacer como antes ¿Bien? De eso me encargaré yo.

Desayunamos juntos, los chicos no dejaban de hablar sobre la gran fiesta que se haría con todos los mafiosos en unos cuantos días y la verdad es que me estoy muriendo de temor, nervios y todo lo que venga. Es la primera vez que voy a estar en algo así y tengo que dejar el nombre de Lester en algo.

Mi teléfono vibra y un mensaje de Daniel aparece en mi campo de visión.

"¿Nos vemos en quince minutos?"

"Sé que ves mis mensajes"

¿Ahora que quiere?

Le doy el último mordisco al pan con queso y los huevos con tocino y me levanto chupando mis dedos por lo bien que sabe.