TRAMPA

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Trampas, dulces trampas.

Tengo la mitad del cuerpo con armas, mi vestido es negro pegado al cuerpo dándome una hermosa forma, tacones brillantes y mis hombros visibles, el cabello suelto hasta mi espalda y un maquillaje perfecto para la ocasión.

La noche empieza a formarse y la hora de que me vaya se acerca.

Puedo hacerlo.

Tengo que estar tan alerta como sea posible.

“¿Estás bien? Últimamente no he hablando contigo”.
“Tambien te extraño”.

Adam...

“Tengo muchas cosas que contarte, ¿Qué dices si vuelas hasta aquí?"

El primer paso de mi plan, en marcha.

“¿A Italia?”

“Sí”
“Te quiero ver”

“Puedo comprar el vuelo y salir mañana temprano”

Muerdo mi labio inferior.

“No llegaré a casa hasta el jueves, puedes salir el miércoles”

“¡Ya quiero verte!”

Adam será mi cura al menos por unos días hasta que pueda soportar la posible mudanza de Callan en la casa.

No es algo que se va a dar, pero es algo que lo puede hacer solo fastidiarme pero hay algo que no me deja tranquila, ¿Qué pasa con su pareja?

Creo que Adam me servirá mucho más de lo que creí, es justo el hombre que necesito, no conoce nada de mi pasado y es varonil, sexy y puedo llevarlo a todas partes sin que nadie sospeche de él.

Salgo de la habitación, bajo por el ascensor y cuando llego al vestíbulo espero el coche afuera. El mismo que me fue a buscar a la pista de aterrizaje.

La noche a llegado tan pronto que ni siquiera la esperé, miré las hermosas calles pero no tuve tanto tiempo para admirarla. Solo pasé através del grueso espejo polarizado.

Cuando el auto se estacionó en un hermoso y gran edificio antiguo mis ojos no pudieron hacer otra cosa que mirar y mirar cada esquina. El lugar estaba repleto de toda clase de personas incluso periodistas que buscaban algún tipo de ángulos sobre los príncipes y fue lo que más temí.

No podía estar en los focos públicos porque estaría reconocida y seguramente mis rastros estarían evidentes, tomar una opción menos arriesgada era la mejor. Usar la puerta trasera directo al salón principal evadiendo las cámaras frontales era la mejor idea que pude tener. Y así lo hice.

El salón adentro es costoso, inmenso, espacioso y sin duda perfecto. Hay hombres y mujeres vestidos de los mejores vestidos solo para acompañar una miserable hora a los príncipes. Hablan de negocios, de diferentes culturas y pinturas que valen un millón de dólares.

Tomo una copa de champagne tratando de verme lo más natural posible. El lugar es de un solo piso, espacioso y hay más o menos cuarenta personas, los príncipes están sentados en una enorme mesa con algunas personas a su alrededor, las demás están esparcidas por todas partes.

El plan de Magnus era solo esperar una hora exacta y Callan, se encargaría pero tengo que ser más rápida, hacer las cosas con mayor presión y salir de aquí con mi propio plan.

Mi móvil vibra en mi bolsillo, me hago aún lado y lo llevo a mi oreja.

—Zara.

—Señorita, tenemos una mala noticia.

Misterio Y Placeres [En Proceso] #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora