SOCIALIZANDO, CEREMONIA Y DOCUMENTOS?
Los nuevos integrantes del palacio practicaban como caminar mas elegantes llevando libros en sus cabezas. Cuando Kagome descansaba por breves momentos, se ponía a tirar fotos con una que se trajo de su época, les tiraba fotos a sus amigos intentando que no se le cayeran los libros pero en una de las que le tiró a Rin había algo raro e interesante: Rin había algo raro y al fondo que estaba el pasillo del palacio estaba Sesshomaru con una sonrisa mirando a Rin; la sacerdotisa comparó la imagen con la realidad viendo la diferencia de que el Daiyoukai ya no estaba.
En la noche, luego de una buena pero rara cena, cada quien estaba en sus habitaciones. Sango, que se había tomado raro que en los últimos días Miroku no la había "tocado" quiso averiguar el porqué.
-Miroku....- dijo Sango peinándose el cabello viéndose en el espejo con una yukata de dormir rosada claro. Miroku que al oír su nombre salía del baño envuelto en una toalla quedó petrificado al ver a Sango...
-Sanguito... amor....- decía hipnotizado.- A este paso toda la decencia que él estaba tratando de obtener se va a ir por el caño.- dijo por lo bajos detrás de una mampara poniéndose una yukata que solo lo cubría de la cadera para abajo , de todos modos Sango lo escuchó.
-Así que de eso se utilizó.- Dijo Sango quitando los cojines de la cama y Miroku, saliendo ya vestido, se alarmó pensando que algo malo le venia.- Miroku...
-Si ya lo se cariño, dormiré en el suelo.- Sango lo miró extrañada.
-¿Y quién te dijo que dormirías en el suelo?.- dijo muy coqueta.
-'Este es mi día de suerte' Oh y luego yo soy el pervertido.- se acercaba a su amada y la besó con mucha pasión llegando a algo "mas intimo".
Mientras que con Inuyasha y Kagome todo estaba muy tenso e incomodo. Luego de que Kagome le diera el beso de noches buenas a Shippo que estaba en su nuevo cuarto con Kirara, entró a la habitación que compartió con el hanyou. Los dos estaban acostados, cada uno cambiando la espalda al otro con esas yukatas tan... ambos estaban en un silencio incomodo que querían romper...
-Kagome...
-Inuyasha...
Rodaron en la cama haciendo que quedaran frente a frente, al mirarse se sonrojaron y luego rieron al haberse disipado esa tención comenzando una charla.
-Crees que todo salga bien el día de la ceremonia.- le preguntó Kagome.
-Solo conoceremos a los otros Lores ¿Qué tan malo puede ser?.- Respuesta.- Además, debemos concentrarnos mas en el que se apoderó de Kuroi (el espíritu del futuro).- Dijo con un poco de rabia y Kagome soltó una pequeña Risita.
-Sabes, no sabia que las noches aquí inevitablemente frías.- Dijo aferrándose a las sabanas.
- Eh ¿tienes frio?.- le preguntó Inuyasha, la chica asintió.- Feh! Los humanos no aguantan nada....- Kagome alzó una ceja (claro como tu aguantas las temperaturas...).- Ven aquí.- le dijo levantando un brazo para que Kagome se acercara y así fue, la abrazó. Ahora ella ya no sintió frio, estaba siendo protegida por la fuerza y el calor de su amado, se sintió la chica mas afortunada y ni hablar de Inuyasha... y así de cómodos se durmieron, en un cálido abrazo.
Al amanecer, las dos parejas se levantaron de muy buen animo. Aun teniendo nuevo ropaje, utilizaron sus vestimentas normales... Kagome e Inuyasha notaron que Shippo y Kirara no estaban en la habitación y mientras bajaban las escaleras se encontraron con ellos y con Rin, Miroku y Sango quienes buscaban por cual de los pasillos tenían que ir, estaban desorientados, pero el agudo olfato del hanyou los guió hasta el comedor por el olor del desayuno que aun no estaba servido. En el recorrido notaron que había mucha actividad en el palacio pues muchos soldados y guardias hacían su deber. Inuyasha se sintió fuera de lugar pues muchos de esos youkais lo miraban como si fuera algún bicho raro y hasta empezaba a creerlo pues no había otro hanyou que no fuera el, su buen animo empezaba a decaer a pesar de que Kagome,