A COMPRAR
Al siguiente día:
Inuyasha fue el primero en abrir los ojos, eran alrededor de las 5:30 am Se levantó de su puesto, dejó a Shippo a un lado y caminó hacia la ventana sigilosamente pero alguien lo sorprendió...
-¿Qué haces despierto?.- una voz fría y baja escuchó a Inuyasha.
-Eso tengo que preguntártelo yo a ti, Sesshomaru.- respondió el hanyou.
-Hmp... este mundo es muy extraño, no voy a dormirme así a la ligera.- dijo el Daiyoukai sin moverse de su lugar.
-Como quieras, yo tengo que hablar con Kagome.- Sesshomaru no dijo nada.- Te dejo a la pulga esta.- Inuyasha le tiró la pulga, pero Myoga ni se despertó. (Claro, con ese banquete que se dio ni modo).
Inuyasha salió sigilosamente por la ventana mientras su medio y desagradable hermano lo miraba para matarlo por lo de la pulga. Inmediatamente salió de la habitación se dirigió a la de Kagome y entró cuidadosamente dirigiéndose a la cama de ésta intentando despertarla. Accidentalmente, Kagome se movió y sin querer (ya que estaba dormida) puso sus brazos sobre Inuyasha, este, al estar en cuclillas no podía moverse mucho pero se salvó cuando Kagome despertó como por arte de magia...
-Inuyasha... ¿que haces aquí?.- preguntó Kagome medio dormida.
-Quiero hablar contigo... vamos afuera.- le dijo Inuyasha, Kagome pidió y los dos salieron por la ventana para no despertar a nadie. Ya fuera, Kagome habló frotándose los ojos.
-Y bien...dime.
-¿Estas seguro de que todos tenemos que ir a la escuela?.- le preguntó preocupado.
-Si, tenemos que hacerlo para así encontrar al espíritu más rápido.- afirmó.- ¿Qué es lo que te preocupa?
-Es que...mira, están un youkai asesino que detesta a los humanos, un monje pervertido, un kitsune fastidioso, una exterminadora, una niña que adora al arrogante ese, una bella sacerdotisa y yo, un hanyou.- decía mientras los contaba con los dedos; cuando Kagome escuchó como se refirió a ella se sonrojó levemente y sonrió al ver a su amado así de preocupada.
-Oh Inuyasha... todo saldrá bien.- le dijo Kagome dulcemente.- Escucha, Sesshomaru ha cambiado mucho, eso no me lo puedes negar porque quiere mucho a Rin aunque no lo demuestre; Miroku se esta controlando a su manera; Shippo... puede que te moleste a veces pero el sabrá comportarse; Sango no nos dará problemas; Rin es muy dulce; tu ya sabes mas o menos como funciona mi epoca y yo conozco todo de aqui.- termino su discurso calmando al hanyou.
-Si tu lo dices te creo.- respondió.- Sabias que cuando desperté Sesshomaru estaba despierto, parece como si no hubiera podido dormir.- informado.
-Mm... puede ser porque no conoce mi época.- Inuyasha le apoyó.- Ya que me despertaste vamos a desayunar ya esperar que los demás se despierten.
-¡Si! Comidaaaa! quiero ramen
-No puedes comer ramen a esta hora te va a hacer daño.
-¡Feh! Como cree.
-No te daré ramen.
-Si, quiero ramen.
-No!
-Si!
-No!
-Si!
-Si!
-No!... espera que...
-Esta decidido.- terminó la discusión.- Y no tuve que sentarte.
Así dejaron de discutir y se dirigieron a la cocina. Desayunaron cereal con leche, algo desconocido para Inuyasha pero si era comida a el no le importaba. Mientras desayunaban vieron a los demás bajar las escaleras con sus armas...