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Festival

Pov Samael

Mierda que bien se siente estar adentro de mi mujer, mierda que bien se siente la palabra.

Mía, solo mía y de mi verga.

Después del mejor orgasmo de mi puta existencia seguimos en el agua abrazados, relajados y disfrutando de la tranquilidad del lugar, es grandiosa la idea que tuve de venir unos días a descansar, aunque pensándolo bien no se si lograra descansar.

El pequeño Black cobro vida y no tiene indicios de parar, amamos a Alina, aunque no lo diga en voz alta todavía, es inevitable no hacerlo, sobre todo cuando fue ella la que devolvió a la vida a mi alma en pena.

—Fortachon.

Me susurra al oído y hace poner mi piel de gallina.

—¿Que paso Manzanita?

—Ese hombre que esta allá pregunta si podes ayudarlo a arrancar su vehículo.

Ufa no quiero separarme de ella, cae un rayo lejos, ¿Que? Me esta separando de mi mujer que den gracias que es solo un rayito.

—Si no queda otra, ¿Querés esperarme en la manta?

Asiente, me da un beso en los labios y a regañadientes salgo del agua con ella de mi mano.

Cada vez que la agarro de la mano o la toco de cualquier forma, mi cuerpo cobra vida, cada molécula y célula dentro mio cobra vida.

Le doy un beso y sigo al hombre que va parloteando sin parar, Olimpo! No soporto a los charlatanes, solo a una soporto.

—Muchas gracias por ayudarme joven, no encontraba a nadie que pudiera entender a mi auto.

Solo voy a ser amable a pedido de Alina.

—No es nada, se de mecánica como también mi mujer.

—Oh es fantástico, Este es mi auto, no se por que no arranca.

—Levante el capó por favor.

Al hacerlo me doy cuenta enseguida cual es el problema, viejo inútil! Tiene un borne de batería suelto y no hace contacto, chasqueo los dedos y asunto arreglado, bajo el capó y le digo que pruebe.

—Oh muchas gracias jovencito, le estaré agradecido siempre mi esposa me esta esperando y esta un poco enferma.

—No es nada, vera que mejorara.

Pude sentir la enfermedad de la mujer y la angustia del hombre y decidí ayudarlos, en un chasquido de dedos ella ya estaba bien.

—Que anden bien, hasta luego Arseño.

Doy la vuelta y vuelvo con Alina de lejos la veo sentada en la manta con la cabeza ligeramente inclinada hacia atrás y los ojos cerrados.

Esta disfrutando del momento y yo disfruto verla relajada y feliz, además de saciada por mi.

No puedo evitarlo, mi ego crece como los gemidos de Alina en el agua.

No puedo dejar de maquinar todas las cosas que le voy hacer esta noche en el patio, y en todas las estancias de la casa, mierda se esta levantando Sr.Black.

—¿Saciada señora Black?

Pega un Respingo y suelto una risita.

—Mierda bruto, vas a matarme de un infarto, estaba disfrutando del lugar.

—Me parece genial, ¿Que es eso que tenés en tu mano?

—Una chica pasaba invitaciones para un festival de Heavy Metal, ¿Te gustaría ir conmigo?