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— Contame lo más detalladamente que puedas lo que recuerdes de ese día, todo Jungkook, desde que ropa tenías puesta hasta que comiste— dijo con voz tranquila y pausada— ya conoces los pasos, solo narralo como si estuvieras viendo una película de tu vida.

El castaño respiró profundo mientras rebuscaba dentro de su cabeza lo que Hoseok le pedía.

Sus ojos se mantenían cerrados tal y como el psicólogo le pidió e intentó relajar su cuerpo lo mejor que pudo.

Jungkook ya no debía mantener reposo absoluto pero para esta ocasión se había recostado a pedido del profesional.

— era jueves, lo recuerdo bien porque Jimin estaba emocionado por una película que se estrenaba ese día y había estado diciéndome que quería ir al cine. Yo venía de semanas tapado de trabajo, estresado, nervioso y con un humor horrible y le dije que no iba a poder, que tenía cosas más importantes que hacer. Él se molestó conmigo esa mañana, me dí cuenta pero preferí hacerme el tonto e irme a trabajar sin disculparme por haberle respondido de esa manera.

La verdad era que moría de ganas de salir con Jimin y olvidarme por un rato de todo lo que estaba por venir, el nombramiento estaba cada vez más cerca y yo... Yo no me sentía preparado del todo para tanta responsabilidad.

El resto del día no fue mejor, parecía que todos en la empresa estaban poniéndose de acuerdo para complicarme la vida, las veces que me crucé con Jimin me ignoró, seguía molesto y tenía razón. No podía hacer demasiado estando allí así que lo dejé estar, cuando volviera a casa por la noche pensaba arreglar las cosas con él, nunca pasamos más de un día enojados.

Finalmente cuando logré salir de la oficina ya eran como las diez de la noche y todo lo que necesitaba era un buen baño que se llevara todo mi mal humor y los brazos de Jimin abrazándome para dormir.

Así que en cuanto entré a casa me quité el saco, aflojé mi corbata y lo busqué por cada habitación. Estaba en la cocina terminando de lavar algo, me acerqué e intenté abrazarlo por detrás y dejarle un beso en la nuca, amo hacer eso... Normalmente él se da vuelta y me besa en respuesta pero seguía molesto conmigo todavía así que me ignoró otra vez, se salió de mi agarre, me dijo que él ya había cenado y que si quería comer me cocinara yo mismo— una risa nerviosa salió del castaño mientras recordaba — Jimin enojado es... complicado, pero siempre cede después de un par de besos robados más.

Esa noche yo no estaba bien y me cayó mal su rechazo, estaba exhausto, mi cabeza dolía así que volví a hablarle mal, el respondió peor... En fin comenzamos a discutir y decidí irme a dormir al departamento para que la pelea no escalara.
Simplemente estábamos cansados los dos, Jimin trabajó siempre a la par mío, él también estaba agotado y nervioso por todo lo que iba a pasar así que era entendible que en algún momento explotaramos, no era algo grave, solo necesitabamos estar solos y tranquilos una noche.

Cuando llegué al departamento Sana estaba en el living mirando una serie creo, no presté atención. Lo que si me atrajo fue la comida que tenía sobre la mesa, mi estómago gruñó del hambre dejandome al descubierto frente a ella, así que me ofreció comer. Nosotros nunca fuimos cercanos ni nada parecido pero nos llevábamos medianamente bien, teníamos que hacerlo porque convivíamos varios dias en la semana para mantener la fachada de matrimonio feliz. Así que me senté allí a comer un poco.

Conversamos sobre cosas triviales, nada especial. La primer copa de vino la recuerdo perfectamente, cuando me levanté del sillón con intenciones de irme a mi habitación ella me ofreció una más, me dijo que era una cosecha especial que le habían enviado sus padres, me gusta probar vinos así que acepté quedarme otro rato. Se fue a su cuarto a buscar la botella y mientras tanto revisé mi celular, no tenía mensajes de Jimin. Pensé en escribirle  antes de dormir para no quedar enfadados hasta el otro día... Pero no llegué a hacerlo—

Too Much ✨ Completa ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora