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— vamos a dejar la silla acá cerca para cuando necesites ir al baño, pero no intentes pasarte solo Kook, me avisas y yo te ayudo así haces menos fuerza.

— creo que ya puedo levantarme solo Mimi, el médico dijo que de a poco vaya moviéndome más.

Jimin negó intensamente.

— si, pero te conozco y vas a querer correr en cuanto me distraiga— respondió el pelinegro mirándolo con desconfianza.

Jungkook sonrió travieso, era verdad, si por él fuera ya estaría caminando con las muletas por toda la casa. Había extrañado muchísimo el lugar, su cama, sentirse en su hogar nuevamente junto a Jimin.

— quiero que te recuperes bien Kook, ¿podés cumplir con lo que te dijo el médico por favor?— pidió casi rogando.

— si amor, prometo no moverme de la cama pero necesito algo más para estar a gusto— dijo y Jimin se acercó curioso.

— ¿qué cosa?

Jungkook palmeó el lugar a su lado.

— a vos

Jimin sonrió enternecido y sin dudar se recostó junto a él, el castaño rápidamente lo rodeó con sus brazos y acomodó su cabeza en el pecho del contrario, no pudo evitar suspirar satisfecho cuando la mano del pelinegro acarició sus cabellos.

— quedemonos así para siempre— dijo mientras cerraba los ojos y disfrutaba de esos toques.

— me encantaría Kook pero tengo que levantarme y hacer algo para comer— respondió resignado.

— no tengo hambre... Bueno si tengo pero no de comida exactamente — comentó mientras mordía juguetonamente el pecho de Jimin. Este se carcajeó y tiró de su pelo para atrás haciéndolo reír también.

— estás en reposo absoluto, ni pienses que me vas a convencer de hacer algo. No quiero ser el culpable de que se rompa algún hueso más de tu cuerpo por andar cachondo— sentenció con seguridad.

Un puchero caprichoso se formó en los labios del castaño.

— el médico lo dijo claramente, cero esfuerzo físico y eso sabes perfectamente que incluye el sexo y todos sus derivados...

Jungkook lo miró con ojitos suplicantes.

— ¿Besos tampoco? ¡Los besos no pueden estar prohibidos Mimi!— exclamó indignado haciendo que el pelinegro riera burlón.

Jimin lo encaró bajando un poco el rostro para alcanzar sus labios y besarlos con cuidado.

El castaño suspiró satisfecho. Sabía que no podía pedir mucho más, al menos no mientras su cuerpo doliera ante cualquier movimiento brusco, iba a tener que susbsistir a base de besos... Necesitaría muchos definitivamente pero podía lograrlo.

Con lentitud se acomodó mejor para quedar a la misma altura que el contrario para poder profundizar aquel roce de sus labios y saciar las ganas de sentir a Jimin que tenía.

Lo había extrañado tanto durante todos los meses distanciados, tanto que el solo hecho de recordarlo le hacía tener ganas de llorar como un bebé.

Todo lo que habían vivido había sido difícil y probablemente les llevaría tiempo superarlo pero eso ya no importaba, estaban juntos por fin.

Sus bocas se degustaron con ternura, recorriendo cada rincón del contrario con anhelo.

Jimin acariciaba sus mejillas mientras se besaban y no podía sentirse más a gusto.

Aunque sea por esos minutos podía olvidar todo lo que acontecía a su alrededor.

(...)

— entonces andabas por la zona— repitió Jimin entrecerrando sus ojos con desconfianza.

Too Much ✨ Completa ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora