Rumores

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Otro suspiro salio de sus labios. Volvió a mirar el reloj que estaba colgado en la pared unos metros mas arriba del pizarrón. Se sentía incomoda sentada allí después de lo que había pasado y no hacia nada mas que toquear los dedos en el pupitre e ignorar al maestro que estaba hablado de una guerra que ella conocía de pies a cabeza.

_ Ya deja de hacer eso._ dijo Madeleine en un susurro agarrando fuertemente la mano de Claudia. Ella la miro desafiante para que la soltara, pero la chica de los anteojos era muy diferente a Claudia y no lo hizo. _ Si lo vuelves hacer te haré un hoyo en la mano con el lápiz._ la amenazo.

Claudia rodó los ojos, pero hizo caso a su compañera y buscó otro entretenimiento para olvidar lo sucedido. Miró por todo el salón para ver los rostros de sus compañeros, pero solo logro ver a los que estaban detrás de ella, sintió la mirada de alguien y al volverse se encontró con los ojos avellana de Lucas que la observaba irritado. Aparto la mirada rápidamente y volvió a toquetear en su pupitre, esta vez con el lápiz azul que hacia mas ruido que sus uñas al hacer contacto con la madera.

_ ¿De donde sale ese ruido?_ pregunto el profesor y Claudia dejo caer el lápiz al suelo de la impresión.

Claudia intento justificarse pero una voz a su lado la interrumpió.

_ Lo siento profesor, es que la nueva quiere ir a baño pero me dijo que le da pena preguntar._ mintió Madeleine.

_ Señorita Rochesterd, no tiene porque sentirse apenada por eso. Adelante puede ir._ dijo el profesor. Claudia miro con agradecimiento a su compañera pero esta le devolvió una de "te quiero mas lejos que cerca" y salio del salón cerrando la puerta tras ella.

Al salir a los pasillos la cabeza de Claudia fue a un universo paralelo y sus pensamientos incoherentes empezaron a surgir dentro de ella.

No entendía la razón por la que su familia parecía ser la dueña de la escuela, metafóricamente. Incluso los profesores la trataban diferente y en el almuerzo después de incidente de Lucas le sirvieron la comida en la mesa a diferencia de los demás que tuvieron que hacer la cola para almorzar.

Era muy extraño que las persona se comportaran de ese modo. Claudia odiaba que el trato que le daban las persona tuviera que ver con su apellido, la hacia sentir que no valía nada y que toda su existencia no tenia sentido.

_ ¿Se puede saber que hace una chica como tu en este lugar?_ una voz masculina la saco de sus pensamientos.

_ ¿Disculpa?_ dijo ella en un tono de voz apenas audible.

_ Además de sorda eres deficiente de voz._ las palabras de aquel chico eran como un remolino sin sentido, Claudia levanto la cabeza y se encontró con unos ojos negros, tan negros que al mirarlos pensó que se hundiría en la oscuridad._ ¿Que rayos hace una niña rica y mimada como tu en este lugar? ¿Estas esperando al alguien?

Su tono de voz era algo molesto, parecía que estuviera enojado con ella sin razón alguna. Claudia miro a su alrededor para ver a donde la habían llevado sus pensamientos pero esta en el baño, era allí a donde se dirigía desde un principio.

_ No entiendo porque me preguntas eso, es todo._ dijo la joven, sacando valentía de solo Dios sabe donde.

_ Oh bien, si vienes a buscar entretenimiento yo te lo puedo dar. La verdad es que para ser una niñata no te vez nada mal._ el extraño escaneo a Claudia de arriba hacia bajo, en ese momento ella se sintió desnuda, como si él pudiera ver todo dentro de ella. Eso no la hacia sentir cómoda en lo absoluto, la perturbaba lo suficiente como para enojarse.

Cegada por enejo y la euforia, Claudia levanto su mano y el sonido de su piel chocando con la de aquel chico retumbo en todo el baño. El la miraba asombrado mientras llevaba su mano a su mejilla._ Me haces el favor de no faltarme al respeto._ dijo, mas segura de si misma.

El secreto de mi abuelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora