Mientras, hay un cambio

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Claudia volvió a tocar otra pieza.

En el gran salón se estar, estaba sentada junto al piano, esperando a que su tío la recogiera. Llevaba un largo rato esperando después de la hora acordada, su equipaje estaba junto a la puerta, al igual que su paciencia.

Le había pedido al chofer de la familia que la llevara, pero Mirna le había dicho por orden de John que Claudia no podía salir de la mansión sin su tío.

Mientras tocaba el piano bellos recuerdos inundaban su memoria. Aquella vez que la abuela pidió sacar el piano al jardín y Claudia tocó para ella mientras almorzaban.

Las lecciones de piano no les fueron muy complicadas, Cornelia, su maestra, le instruía cada detalle y Claudia lo hacía a la perfección, Layla se dedicaba a escuchar las melodías que Claudia creaba con el piano.

《Eres como una angel y su arpa》solía decir cada vez que se equivocaba o confundía los acordes. Una tarde estaba practicando a Morzat, Roxan y su familia estaban en casa. La abuela dijo aquella frase justo cuando Claudia se equivocó. Al momento de despedirse Claudia escuchó decir a Katherine que la abuela necesitaba aparatos auditivos.

_ ¿Estas lista?_ la voz de su tío la saco de sus pensamientos y la melodía del piano desapareció de la sala de estar.

_ Si._ asintió ella poniéndose de pié.

John, sin decir nada más, giró sobre sus talones hacia la salida, Claudia le siguió por detrás. Junto a la puerta estaba Mirna, parecía triste y alegre a la vez, llevaba su equipaje en sus manos.

_ Te extrañaré pequeña._ dijo, entregandole su maleta.

_ Yo también lo haré. _ respondió la joven y se despidió de ella con un abrazo.

Con el equipaje ya en el maletero, su tío pidió que encedieran el auto. Claudia bajo el vidrio de la ventana para despedirse otra vez, no solo de Mirna, sino también del lugar donde había crecido y que extrañaría tanto.

* * *

_ ¿Llamo señor?_ una joven aparecio junto a Claudia, llevaba un traje de sirvienta y aparentaba tener 20 o 22 años, tenia el pelo negro y la pie un poco mas ocura que la de su tio, hablabla español, tenia su rostro agachado y aún asi Claudia se pudo dar cuenta de que era latina.

_ Si Luz. Lleva el equipaje de mi sobrina a la habitaion que te ordene preparar esta mañana._ le ordenó John a la sirvienta.

Claudia observo a Luz inclinarse para tomar las cuatro maletas que Mirna le habia preparado y que con ayuda de uno de los mozos habia bajado por las largas escaleras de la mansion. - ¿Como puede mi tio pensar que esa chica va a llevar todas esas maletas hasta arriba?- era la pregunta que formulo Claudia en su cabeza.

_ Deja y te ayudo._ solto sin pensar en español. Su tio la miro sorprendido, buscando las palabras adecuadas para explicarle cual era su papel en esa casa, pero Claudia no lo dejo. Tan pronto como entendio sus palabras se inclino junto a Luz y tomo dos de sus maletas._ Asi aprovechas y me muestras el camino a mi habitacion.

Comenzo a subir las escaleras con ambas maletas y Luz le siguio.

La casa del tio John es muy distinta a la de la abuela, tanto en tamaño como en condicion, pero comparada con una residencia normal era enorme. Solo habia una escalera y las decoraciones eran del siglo XXI. Un amplio pasillo aparecio después de subir las escaleras. En las paredes cuelgan algunos cuadros de los mellizos, Karla y el tio John. La bucama se detuvo en la tercera puerta a la izquierda del pasillos, Claudia miro a su alrededor y parecia que habia mas habitaciones cerca.

_ Esta es su habitacion señorita._ Luz seguia con la cabeza gacha.

_ Claudia._ dijo la joven, pero luego pensó que la sirvienta no entendería a que se refería ._ Puedes llamarme Claudia y yo te llamaré Luz, ese es tu nombre ¿cierto?_ agregó .

El secreto de mi abuelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora