Minji estaba emocionada y a la vez temerosa. Sabía muy bien que Taeyong no la expondría a alguien malo o situaciones malas, eran amigos..mejores amigos, no haría eso. Menos siendo él quien le dió hogar después de lograr salir de aquel momento nefasto.
Su personalidad era un caramelo. Taeyong siempre destacaba su dulzura con los demás y la falta de preocupación en su misma. Podía tener toda su ropa arrugada en el closet, pero la de él plancharla con esmero y dedicación, guardandola con cuidado en el lugar que correspondía. Cocinaba bien porque él comía, de caso contrario..no comería o prepararía algo básico y no muy sano.
Finalmente tenía la posibilidad de encontrar un trabajo y poder colaborar económicamente en la casa. El trato era mantener la casa y cocinar, porque Lee se la pasaba en la escuela y rara vez podía comer algo digno. Así que las viandas eran algo común en las noches de Minji, dejandolas preparadas para que las llevara a la mañana siguiente.
Aunque no era necesario, también le preparaba el desayuno y lo acompañaba mientras lavaba lo utilizado antes de despedirse hasta la tarde.
El resto del día se la pasaba en casa, limpiando o yendo por lo que faltaba en la alacena.
El trabajo aún no tocaba su puerta y es porque no tenía experiencia alguna. Repartió sus currículums en diferentes tiendas y mercados, pero nada. No le llamaban y a las entrevistas que logró ir, tampoco volvían a contactarla.
Taeyong decía que era porque parecía más joven de su edad y de seguro pensaban que estaba mintiendo. Pero ahora mismo podría intentarlo, nuevamente, y dar lo mejor de si misma para obtener el trabajo.
Cuidar de niños era algo que nunca había pensado, porque no tenía hermanos, primos o sobrinos que pudiese cuidar de pequeña, por lo que no tenía experiencia cuidandolos. Pero..no sería tan difícil, ¿Verdad?
Igualmente depende de la edad. No es lo mismo cuidar a un bebé que a un niño, tampoco un niño a un adolescente. Sentía curiosidad y algo de miedo, el padre parecía algo estricto y solo rogaba que no fuesen esos típicos que ponen el grito en el cielo si sus hijos se ensucian.
Taeyong le comentó sobre Johnny y su pequeño. Cómo le comentó en la llamada, el niño estaba en edad de entrar al jardín, por lo que era pequeño pero lo suficientemente grande como para decirle lo que le sucede y no adivinar, cómo pasaría con un bebé.
Esa noche no durmió muy bien. Sentía náuseas, todo por los nervios.
Por eso, cuando el reloj dió las cinco de la mañana, se levantó para desayunar.
El sol ya estaba iluminando las calles poco a poco, dejando ver lindos colores en el cielo. La suave brisa le ayudaba a respirar de mejor manera, a liberar el estrés y temor.
Dejó su taza de té de lado y preparó el desayunó de Taeyong.
Dejó calentando en la sartén un poco de comida para despues ponerla nuevamente en una lonchera con su respectivo tupper térmico, también un termo de café dulce y algunas galletitas para acompañar durante la mañana. Eran las favoritas de Taeyong y también de sus alumnos, siempre le compartía a aquellos que no habían desayunado, por lo que Minji aprendió a poner el paquete entero de galletas y no solo unas cuantas.
Cerró la lonchera de tela y lo dejó a un lado, comenzando a servir el café en la taza preferida de Taeyong, poniendo un poquito más de azúcar para ayudarle a despertar. Tostadas con queso crema y miel fueron acomodadas en un platito y buscó las vitaminas en la heladera, sacó las pastillas que correspondían y también las dejó a un lado del vaso de agua que cargó previamente.
Justo a tiempo, porque Taeyong llegaba con sus zapatillas en manos, las cuales dejó caer al piso y dibujó una suave sonrisa en sus labios.
---- buenos días.
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Baby bear
FanfictionPapá y osito contra el mundo. Dad saga #2.1 Comenzada: 02 DE NOVIEMBRE DEL 2022 Terminada: 07 DE ENERO DEL 2023